Delito fiscal

Habiendo sido citado, entre otros, como presunto defraudador fiscal, en un articulo publicado en EL PAIS del d¨ªa 14 de mayo, quiero hacer las siguientes consideraciones:En el mes de febrero de 1979 fui citado por la Inspecci¨®n de Hacienda de Santander al objeto de llevar a cabo una revisi¨®n de mi declaraci¨®n del impuesto general sobre la renta correspondiente al a?o 1976.

En la citada declaraci¨®n no hab¨ªan sido cuantificadas, aunque s¨ª declaradas, una serie de bases imponibles que en aquel momento se desconoc¨ªan (las fijadas por juntas de evaluaci¨®n global y urbanas pendientes de valoraci¨®n).

Como consecuencia de lo anterior, se levant¨® la oportuna acta con dos fines fundamentales: rectificar la cuota del tesoro en la cuant¨ªa de 1.826.890 pesetas y a?adir a la misma 100.909 pesetas correspondientes a una omisi¨®n, imputable exclusivamente a un olvido, y ¨²nica cantidad que fue objeto de sanci¨®n. Este punto lo acreditamos con el certificado expedido por la Inspecci¨®n de Hacienda de Santander que obra en mi poder.

Finalmente, a?adir que, por los hechos expuestos, jam¨¢s podr¨ªa haber estado incluido en una lista de presuntos defraudadores fiscales, dado que la ¨²nica cantidad omitida fue la ya expresada de 100.909 pesetas, muy lejana a los 2.000.000 a partir de los cuales se incurre en delito fiscal, pero mucho m¨¢s importante resulta el hecho de que cuanto dicha omisi¨®n se llev¨® a cabo no hab¨ªa sido publicada la ley 50/77, que regula el expresado delito./ .