Por fin a Mosc¨²

El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol ha tomado una gran decisi¨®n deportiva al votar la asistencia de los seleccionados espa?oles a la Olimpiada de Mosc¨². El esp¨ªritu deportivo de dieciocho miembros ha prevalecido sobre el pol¨ªtico de once, que parece demencial que ocupen una plaza dentro del comit¨¦ ol¨ªmpico y voten contra la esencia del mismo, olvidando a sus atletas y a sus t¨¦cnicos, que son, en definitiva, los que verdaderamente han sufrido en su trabajo para ganarse la presencia.Debemos felicitarnos todos por lo que representa la decisi¨®n del comit¨¦ y, sobre todo, felicitar y ayudar al presidente del COE, que, en su primera salida fuerte, ha demostrado a muchos que es un hombre del deporte y est¨¢ en el cargo por el deporte y no por la pol¨ªtica.

No saben esos ?depredadores? las horas gastadas al borde de una piscina, de una pista, de una cancha, luchando d¨ªas, meses, a?os, por conseguir una marca, por bajar un segundo o por meter una canasta m¨¢s que el contrario y lograr la clasificaci¨®n.

?C¨®mo pueden saber alguno de los que votaron no lo que significa llevar un chandal de Espa?a y el escuchar el himno, si lo ¨²nico que han llevado ha sido el puro en la boca? .

Ya puede seguir levant¨¢ndose a las seis de la ma?ana la ni?a Natalia para seguir su trabajo, porque dieciocho hombres buenos han dicho que sigan ella y su entrenador sacrific¨¢ndose por el deporte; ya pueden los padres Escalas seguir sin la compa?¨ªa de su hijo, a muchos kil¨®metros de su hogar, pero contentos porque con su sacrificio puede ser finalista en 1.500 libres.

La decisi¨®n tomada por el COE marca un hecho muy significativo para el deporte espa?ol, al demostrar que pese a las insinuaciones y recomendaciones, ha imperado un esp¨ªritu democr¨¢tico y deportivo que ha vencido a las intrigas de despacho.

Dif¨ªcil papeleta le han dejado al presidente del COE para negociar nuestra presencia con dignidad, con el nombre que nos corresponde; con el pa¨ªs que representamos; ahora puede demostrar que, a pesar de ser un hombre del deporte, tambi¨¦n entiende de la pol¨ªtica del deporte, que no es lo mismo que estar dependiente de los ordenamientos exclusivos pol¨ªticos.

El siguiente paso podr¨ªa ser empezar a pensar en la sustituci¨®n de los hombres del puro que no defienden a sus deportistas desde la federaci¨®n correspondiente. /. Miembro del gabinete de Prensa del Ministerio del Interior.