De los veintid¨®s deportes, s¨®lo dos se ver¨¢n ligeramente afectados

El n¨²mero de pa¨ªses inscritos en los pasados Juegos Ol¨ªmpicos de Montreal, tras el boicoteo de los africanos, fue de 88. En Mosc¨² quiz¨¢ no se llegue a esa cifra, aunque en ese sentido podr¨ªa se equiparable el mal, sin pensar en un desastre mucho mayor. Las ausencias, sin embargo, ser¨¢n cualitativamente mucho m¨¢s graves, y m¨¢s a¨²n porque en ciertos deportes tampoco habr¨¢ representa ciones de pa¨ªses inscritos con plenas posibilidades de triunfo. S¨®lo en deportes aislados, como el pirag¨¹ismo y la halterofilia, apenas se notar¨¢n los efectos del boicoteo. Sobre veintid¨®s deportes del programa ol¨ªmpico, el panorama es bastante desalentador.

En 1976 la deserci¨®n africana produjo bajas ciertamente graves, como la de Kenia, en atletismo, pero las ausencias de Estados Unidos, la RFA, Jap¨®n e incluso China, que seguir¨¢ por ello fuera de los Juegos, aunque haya regresado al movimiento ol¨ªmpico, dejar¨¢n un vac¨ªo imposible de llenar en muchas especialidades. Adem¨¢s, el problema se aeravar¨¢,con las ausencias individuales o de equipos de pa¨ªses inscritos, como Francia, Italia, Gran Breta?a -que no ir¨¢ en hipica, esgrima, vela, hockey y tiro-. Australia o Nueva Zelanda, por poner s¨®lo los ejemplos importantes conocidos hasta el momento. No es v¨¢lido, por ello, decir que de las 612 medallas distribuidas en Montreal 430 -un 70%- las ganaron los 85 pa¨ªses inscritos ahora para Mosc¨² dentro del plazo oficial. Ser¨¢n bastantes menos. El esfuerzo hecho especialmente por los comit¨¦s ol¨ªmpicos nacionales de la Europa occidental en aras de salvar los Juegos y en contra incluso de sus Gobiernos y de las presiones pol¨ªticas, ha encontrado problemas hasta ?en sus propias casas?.En total, el d¨ªa l¨ªmite de la inscripci¨®n, s¨¢bado 24 de mayo, lo hicieron 85 pa¨ªses de los 142 reconocidos actualmente por el COI. Veintinueve rechazaron la invitaci¨®n de participar y veintiocho, de los que siete hab¨ªan declarado oficialmente el boicoteo, por lo que podr¨ªan sumarse a los veintinueve anteriores, no hab¨ªan contestado.

Una variante m¨¢s de la conflictiva situaci¨®n es el ejemplo del ciclismo holand¨¦s. La federaci¨®n, siguiendo el ?consejo? del Gobierno, no ir¨¢ a Mosc¨², aunque el comit¨¦ haya dicho s¨ª. Sin embargo,no impedir¨¢ que vayan los ciclistas que lo deseen, amparados por el citado comit¨¦. Esto podr¨ªa suceder en muchos pa¨ªses, como Francia Australia, por poner s¨®lo do ejemplos.

La situaci¨®n en los veintid¨®s de portes del programa, aunque a¨²n pueda haber variaciones de ¨²ltima hora, incluso con cambios de reglamentaci¨®n en el COI, es as¨ª de desalentadora