Los inmigrantes espa?oles son el 58% de la poblaci¨®n y carecen de derechos pol¨ªticos y sindicales
Seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas andorranas poseen la nacionalidad del pa¨ªs 7.900 personas, lo que constituye cerca de tan s¨®lo un 30% de los residentes. Un 58% del total de residentes (16.500 personas) son espa?oles. De estos espa?oles, el 51% proceden de Catalu?a, y el 4% del Pa¨ªs Valenciano o las islas Baleares, lo cual arroja un 55% de inmigrantes catalanohablantes. Sobre el total de los inmigrantes, s¨®lo el 7,7% son franceses, y un 4%, de diferentes pa¨ªses. El total estimado de andorranos e inmigrantes era, en 1975, de 26.500 personas. Los inmigrantes carecen de todo derecho pol¨ªtico, c¨ªvico o sindical. Con esta carencia de derechos pol¨ªticos por parte de la mayor¨ªa real de la poblaci¨®n resulta, por ejemplo, que el alcalde de la capital fue ele gido el pasado diciembre con s¨®lo 397 votos, que, en casos, son obte nidos por m¨¦todos comparables con los caciquiles.Por parte de las autoridades aut¨®ctonas, la voluntad de integraci¨®n de la poblaci¨®n no andorrana es nula. Existe, simplemente, lo contrario: un deseo general de someterlos a un duro control, unida a la simple expulsi¨®n (ya reflejado todo ello en un proyecto de decreto), as¨ª como continuar neg¨¢ndoles toda posibilidad de derecho de asociaci¨®n sindical y como complemento, a¨²n m¨¢s grave, continuar sin crear una escuela p¨²blica andorrana, en lengua catalana (que es la oficial), ¨²nico camino para unificar el pa¨ªs.
El catal¨¢n, ignorado
Ahora existen escuelas francesas y espa?olas dependientes de los respectivos Gobiernos. Las primeras gozan de un mayor prestigio. La existencia de dos sistemas crea todo tipo de enfrentamientos entre los propios escolares. Las clases de catal¨¢n son m¨ªnimas. Una, dos o tres horas semanales, y desde hace muy poco. En escuelas francesas, el pasado a?o, se daba incluso tan s¨®lo una horade catal¨¢n quincenal. La escuela, pues, no sirve ni tan siquiera para formar cuadros de una Administraci¨®n cuya lengua es el catal¨¢n. Como resultado, textos oficiales andorranos, desde luego en catal¨¢n, aparecen plagados de faltas de ortograf¨ªa.
?En Andorra?, afirm¨® una fuente, ?s¨®lo interesan las actividades que son rentables. Como la ense?anza no lo es, no interesa?. El 6 de mayo de 1978, el prestigioso semanario brit¨¢nico The Economist informaba que la Fundaci¨®n Rey Faisal, de Arabia Saud¨ª, iba a crear una ?universidad de estudios ¨¢rabes? en Andorra. Los andorranos inicialmente lo vieron con agrado, pero despu¨¦s el tema no prosper¨®.
Tampoco hay inter¨¦s p¨²blico y cultural respecto a las dos radios -muy rentables y concedidas a empresas privadas- que existen en Andorra. Una (Sud Radio) est¨¢ en manos francesas. Otra (Radio Andorra), en manos espa?olas. Ambas retransmiten en franc¨¦s y en castellano.
Espa?oles sin protecci¨®n
Los sueldos de los inmigrantes no son particularmente altos, sino, incluso, m¨¢s bajos que en Barcelona, si bien el coste de la vida es menor.
El d¨ªa festivo es rotatorio. El despido, libre. Una profesora de catal¨¢n de Barcelona est¨¢ tramitando ante la OIT una denuncia contra las autoridades andorranas, debido a la inexistencia de una jurisdicci¨®n laboral propia. La Seguridad Social, de reciente creaci¨®n, es muy rentable para las autoridades andorranas, que adem¨¢s juegan con sus fondos en el mercado financiero internacional.
Los espa?oles carecen de toda protecci¨®n consular -ya que no hay consulado-; tampoco pueden gozar de los beneficios de exenci¨®n del servicio militar por residir en el extranjero (y como las empresas no est¨¢n obligadas a guardarles el lugar de trabajo, el ir a la mili equivale a perder el trabajo).
Adem¨¢s no se reconoce el subsidio de paro espa?ol -que beneficia a los emigrantes-, por no haber consulado donde tramitarlo. Para protestar har¨ªa falta un sindicato. Como no lo hay, los inmigrantes crearon una agrupaci¨®n, no reconocida legalmente en Andorra -pero s¨ª por Espa?a- denominada Asociaci¨®n de Residentes en Andorra, cuyo presidente es del PSC-PSOE, y en cuya direcci¨®n participa un miembro del PSUC.
La falta de legislaci¨®n moderna repercute en contra de las clases populares. Este diario tuvo acceso a un contrato-tipo de arrendamiento que, sin duda alguna, ser¨ªa calificado de leonino en cualquier pa¨ªs democr¨¢tico y con un poder judicial independiente. Es un contrato a plazo predeterminado (un a?o en principio), no permite ni tan siquiera ?pintar las puertas interiores del piso? ni tener en la vivienda alquilada perros ni animales dom¨¦sticos de ning¨²n tipo?, ? ni tender la ropa en los balcones ni en las ventanas de la fachada, como tampoco colocar en los mismos macetas?. Asimismo, el arrendatario ?se compromete a no hacer oposici¨®n de ning¨²n tipo? a una orden de desahucio.
Como adem¨¢s de faltar una ley de arrendamiento tampoco hay un m¨¦todo para calcular el incremento del coste de la vida, sucede que, seg¨²n fuentes (o v¨ªctimas) directas, un d¨ªa cualquiera el propietario de la vivienda tira por debajo de la puerta un papel diciendo que, en su opini¨®n, el coste de la vida increment¨® un tanto por ciento que ha fijado seg¨²n su albedr¨ªo y que, en consecuencia, a partir de aquel momento el precio del alquiler queda aumentado.
Un miembro de la judicatura espa?ola se refiri¨® a Andorra como ?lugar de refugio para delincuentes de clase media?. Inform¨® que en ocasi¨®n de un indulto del dictador Franco las c¨¢rceles de L¨¦rida llegaron a estar llenas de indultados que estaban regresando de Andorra y deb¨ªan esperar en la c¨¢rcel la orden formal de libertad del juzgado competente. ?Se trataba esencialmente de implicados en estafas y delitos de este tipo, en su mayor¨ªa?, afirm¨® la fuente.
Mayor gravedad ofrece el tema del terrorismo y su refugio andorrano. En 1977 EL PAIS denunci¨® la celebraci¨®n en Andorra de una importante reuni¨®n de la ?internacional fascista?, que agrupa a grup¨²sculos terroristas de toda Europa. Tambi¨¦n este diario denunci¨® el 15 de octubre de 1977 que el 21 de julio del mismo a?o se hab¨ªa vendido a grupos terroristas espa?oles de extrema derecha un cargamento de doscientas pistolas belgas marca FN y veinticinco fusiles ametralladores brit¨¢nicos marca Stern. Las pistolas fueron pagadas a 20.000 pesetas unidad y los fusiles a 75.000.
Finalmente, seg¨²n tambi¨¦n inform¨® este diario, el 10 de enero de 1979 la polic¨ªa andorrana, obrando a instancias de unos vecinos que no pod¨ªan soportar tanto ruido, detuvo a siete presuntos miembros de ETA que se estaban entrenando en disparar con armas cortas en una zona descampada. Al conocer su identidad y militancia, la polic¨ªa andorrana, obrando a las ¨®rdenes del representante del copr¨ªncipe franc¨¦s, les permiti¨® que abandonaran el pa¨ªs por la frontera de su elecci¨®n.
Reformas siempre aplazadas
Lo que podr¨ªamos denominar clase pol¨ªtica andorrana conoce perfectamente el car¨¢cter impresentable de su pa¨ªs. En consecuencia, todos hablan de ?reforma? y manifiestan que ?est¨¢n estudiando los problemas?. No reaccionan ante las m¨¢s duras cr¨ªticas. Utilizan la palabra ?clan? para referirse a los diferentes grupos pol¨ªticos, en general de base caciquil, con la excepci¨®n del ¨²nico partido que ha pedido, ser reconocido como tal, hace pocos meses; el Partit Democratic Andorr¨¢. Se trata de un grupo honestamente reformista, pero que, de llevar a cabo reformas reales, se enfrentar¨¢ con sus propios intereses, ya que sus dirigentes, como todos los andorranos, se benefician del irracional marco actual.
Dentro de la clase pol¨ªtica andorrana se dan hechos muy peculiares. Ello explica, por ejemplo, el predicamiento obtenido en Andorra por un autodenominado ?jefe de la casa real de Moctezuma?, su alteza imperial Guillermo Grau de Moctezuma, un espa?ol que aspira al inexistente trono de M¨¦xico, pretende ser descendiente del soberano mexicano y que distribuye, previo pago de los correspondientes derechos, presuntos t¨ªtulos nobiliarios entre los dirigentes c¨ªvicos andorranos.
El Consejo de los Valles solicit¨® un estudio sobre una posible reforma constitucional de Andorra al profesor austriaco de Derecho Internacional y Medieval (sic) Karl Zemanek, quien, seg¨²n todas las apariencias, desconoce casi todo del tema.
La reforma de las instituciones medievales andorranas puede tardar m¨¢s, por ese camino de la resoluci¨®n del dilema, tambi¨¦n medieval, del sexo de los ¨¢ngeles.
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