Nuevas denuncias por presuntos malos tratos

Ricardo Magall¨®n, Jos¨¦ Antonio Gurruchaga, Vicente Go?i y Jos¨¦ Mar¨ªa Zabaleta, todos ellos presuntos miembros de ETApm, seg¨²n la polic¨ªa, han presentado en el Juzgado de Instrucci¨®n Central n¨²mero uno de Madrid, as¨ª como en el juzgado de Pamplona, sendas denuncias contra los servicios de la Guardia Civil y funcionarios de seguridad del Estado, en concepto de supuestos malos tratos durante su estancia en la 521 comandancia de la Guardia Civil, de Pamplona. Las denuncias se han entregado igualmente ante las comisiones de derechos humanos del Congreso, Parlamentos vasco y navarro, as¨ª como en el Consejo de Europa.Seg¨²n el texto de la denuncia, facilitado en Pamplona por el abogado Ferm¨ªn Arraiza durante una conferencia de prensa, Ricardo Magall¨®n Alvarez de Eulate fue obligado a permanecer esposado en una silla durante seis d¨ªas y cinco noches, mientras era sometido a presuntos malos tratos por un guardia civil, que recib¨ªa ¨®rdenes del jefe de la Brigada Antiterrorista. Por su parte, Vicente Go?i Tirapu indica en el escrito dirigido al juzgado que se le practic¨® el quir¨®fano y recibi¨® golpes en los test¨ªculos, as¨ª como en otras partes del cuerpo, mientras era amenazado de muerte repetidamente.

Jos¨¦ Antonio Gurruchaga Leache, que result¨® con tres puntos de sutura en la nariz, dos en la ceja izquierda y con dos dientes rotos, al caerse por una escalera. Ello ocurri¨®, seg¨²n el denunciante, al ser presuntamente golpeado por un miembro de la Guardia Civil con el fusil ametrallador y asegura que presuntamente torturado durante los diez d¨ªas que permaneci¨® detenido e incomunicado. A su vez, Jos¨¦ Mar¨ªa Zabaleta Apecechea indica en el texto de la denuncia que fue maltratado, lo que le indujo a intentar suicidarse, cort¨¢ndose las venas del brazo izquierdo, pero no pudo conseguirlo al ser visto por miembros de la propia Guardia Civil, que r¨¢pidamente le colocaron una venda. Los cuatro detenidos, que actualmente se encuentran en la c¨¢rcel de Carabanchel, fueron reconocidos por un m¨¦dico forense en Madrid.