Keegan jugar¨¢ la primera temporada en el modesto Southampton

Kevin Keegan, el mejor jugador de Europa, sorprendi¨® hace pocos meses a toda la afici¨®n europea al anunciar que habla decidido aceptar la oferta del Southampton, uno de los modestos de la Primera Divisi¨®n inglesa. Una ciudad de un cuarto de mill¨®n de habitantes y un campo con capacidad para s¨®lo 24.000 espectadores, y con un c¨¦sped en el que anidan los topos, han sido la elecci¨®n de este fabuloso jugador, por el que suspiraban los mejores clubes del continente. Lawrie McMenemy, m¨¢nager del Southampton, supo conseguir el milagro.

Lawrie McMenemy es un grandull¨®n de 1,90 metros, decidido a hacer del Southampton uno de los grandes del f¨²tbol europeo; ya hace cuatro temporadas dio un aviso, al conseguir para su equipo la Copa de Inglaterra, pese a que entonces militaba en Segunda Divisi¨®n. Poco a poco, ha conseguido hacer un aceptable equipo, que marcha en la zona media de la tabla (en esta temporada hubo momentos en que incluso codici¨® un puesto en la Copa de la UEFA), pero su gran ¨¦xito ha sido contratar a Kevin Keegan para el a?o pr¨®ximo. La Juventus, el Barcelona, el Saint Etienne.. entidades con un fort¨ªsimo poder econ¨®mico, han visto c¨®mo Keegan escog¨ªa el Southampton con sorpresa.Recientemente, McMenemy confesaba a un redactor de L'Equipe su secreto: ?Mientras todos le hablaban de dinero, yo le he hablado directamente al coraz¨®n?. Hace algunos meses, McMenemy se encontr¨® en la necesidad de comprar unas piezas de madera para la fachada de su casita de campo; el constructor le dijo que eran muy caras, porque hab¨ªa que comprarlas en Hamburgo, y ¨¦l decidi¨® ahorrarse alg¨²n dinero encarg¨¢ndoselas a Keegan, al que llam¨® por tel¨¦fono. En el curso de la conversaci¨®n se dio cuenta de que estaba cansado del Hamburgo, de que deseaba cambiar de club.

Le sigui¨® telefoneando peri¨®dicamente, a fin de saber c¨®mo iban sus conversaciones con otros clubes. De paso, aprovechaba siempre que hab¨ªa lugar para dejar caer una frase desanimadora: ??Sabes que en Italia todas las grandes figuras necesitan un guardaespaldas para caminar por la calle??, o ?El Barcelona? No les suele ir muy bien a las estrellas en ese club?, o. ?Desde mi punto de. vista, mejor que en el Saint Etienne estar¨¢s en tu casa, en Inglaterra?.

Ayudar al f¨²tbol ingl¨¦s

De ah¨ª pas¨® al ataque directo. Para conseguir el fichaje tuvo que echar mano de todas sus dotes de persuasi¨®n. Southampton es una ciudad portuaria, de no m¨¢s de un cuarto de mill¨®n de habitantes, y con un campo, el Dell, con s¨®lo capacidad para 24.000 espectadores, unas instalaciones muy modestas y un grave problema: los topos se han encaprichado de su c¨¦sped, que, a pesar del esfuerzo de los jardineros, est¨¢ impresentable. Pero McMenemy supo motivar el deseo de Keegan con un desaf¨ªo: ?Hace a?os que trato de hacer del Southampton un club fuerte, y t¨² puedes ayudarme. Juntos lo pondremos entre los mejores de Europa?. A Keegan le agrad¨® la idea. Su mujer se sentir¨¢ feliz de vivir en una casita de campo que McMenemy les ha buscado, muy cerca de Southampton, en uno de los muchos bonitos rincones del sur de Inglaterra, y de dar a su hija, que a¨²n no ha cumplido los dos a?os, una educaci¨®n inglesa. Y a Keegan le apetece estar en Inglaterra los dos a?os que median de aqu¨ª al Mundial. Pese a ser el mejor jugador de Europa, a¨²n no ha podido jugar ning¨²n Mundial, pues Inglaterra no consigui¨® clasificarse para los dos ¨²ltimos, y Keegan quiere estar en el de Espa?a.La pregunta es de d¨®nde saldr¨¢ el dinero para mantener un lujo as¨ª en un club tan modesto. McMenemy rechaza los rumores, seg¨²n los cuales la British Petroleum, que hasta ahora respalda econ¨®micamente al Hamburgo, a cambio de que sus jugadores luzcan sobre el pecho las iniciales BP, est¨¦ interesada en la operaci¨®n a cambio de que el Ayuntamiento de Southampton le conceda facilidades para instalar un importante complejo petrolero en el puerto. El Southampton es uno de los pocos clubes de la Liga inglesa de econom¨ªa saneada, aunque modesta, y McMenemy asegura que en la caja del Southampton hay la cantidad suficiente (setenta millones de pesetas) para pagar el fichaje. Respecto a los ingresos de Keegan, asegura que tampoco hay problema: los abonos subir¨¢n de un 30 a un 40%, aumento que los supporters satisfar¨¢n sin protestas.