Kubala empa?¨® su historial en los tres ¨²ltimos a?os
Con diez a?os y ocho meses en el cargo, Kubala es el seleccionador nacional que m¨¢s tiempo ha perdido en este puesto. El suyo ha sido un ejemplo de c¨®mo un hombre puede llegar a quemarse. Tras varias campa?as con nota discreta o buena, entr¨® en barrena con ocasi¨®n del Mundial y en sus ¨²ltimos partidos ha acumulado numerosos fracasos. De diecis¨¦is derrotas, diez se han traducido en los tres ¨²ltimos a?os.
Kubala naci¨® en Budapest el 10 de junio de 1927. Jug¨® en el Ganz y el Ferencvaros, en el Slovan Bratislava checoslovaco y en el Vasas, otra vez en Hungr¨ªa. Huyendo del r¨¦gimen socialista de aquellos pa¨ªses, se traslad¨® a Italia, donde jug¨® en el Pro Patria y el Hungaria. Tras algunos problemas, que incluyeron la estancia en un campo de concentraci¨®n, fich¨® por el Barcelona, club en el que cubrir¨ªa una larga y feliz etapa, que incluy¨® cuatro t¨ªtulos de Liga y otros tantos de Copa, m¨¢s una Copa de Ferias. Despu¨¦s pas¨® al Espa?ol, donde se retir¨®. Fue internacional por Hungr¨ªa, Checoslovaquia y Espa?a. Con la camiseta espa?ola jug¨® diecinueve partidos.Como entrenador, antes de hacerse cargo de la selecci¨®n. dirigi¨® al Barcelona, Murcia, Espa?ol, Elche, Zurich, Toronto y C¨®rdoba. S¨®lo pod¨ªa presumir de un discreto historial corto de ¨¦xitos cuando fue designado para el cargo de seleccionador nacional. Espa?a hab¨ªa fracasado en su intento para clasificarse para el Mundial de M¨¦xico y acababa de sufrir una inexplicable derrota ante Finlandia. El tr¨ªo seleccionador Mu?oz-Artigas-Molowny (entrenadores del Madrid, Barcelona y Las Palmas, los tres equipos mejor clasificados del momento) hab¨ªan sido designados como soluci¨®n de emergencia para sustituir a Toba, y se despidieron con esa derrota.
Inicios prometedores
El primer partido de Kubala, el 15 de octubre de 1969, fue un desquite sobre Finlandia, a la que Espa?a bati¨® por 6- 1. Aquel partido fue el ¨²ltimo de Gento en la selecci¨®n, con los 36 a?os ya cumplidos. Tras ese encuentro llegaron varios ¨¦xitos, como una clara y brillante victoria sobre Alemania en Sevilla y otra sobre Italia en Cagliari. Kubala lanz¨® la expresi¨®n de ?Equipo Espa?a?, cre¨® un grupo unido de jugadores y dot¨® a la selecci¨®n de un ambiente alegre que casi nunca hab¨ªa tenido. Consigui¨® de la federaci¨®n elevadas primas para los internacionales y los aficionados de toda Espa?a volvieron a vibrar en torno a la selecci¨®n. Incluso los entrenamientos, a los que Kubala se presentaba con vistosos Jerseis y luc¨ªa su extraordinario toque de bal¨®n en lanzamientos a los porteros, eran seguidos con entusiasmo.Pero los resultados le acompa?aron m¨¢s a Kubala en los partidos amistosos que en los de competici¨®n. El equipo no consigui¨® clasificarse para la fase final de la Eurocopa-72 ni para la del Mundial-74. El derecho a estar en este ¨²ltimo lo defendi¨® hasta el partido de desempate contra Yugoslavia, pero fracas¨®. En la siguiente Eurocopa super¨® la fase de. grupo, pero cay¨® en cuartos de final ante la Rep¨²blica Federal de Alemania, y para el Mundial-78 consigui¨® por fin clasificar al equipo.
El hundimiento
Con el Mundial de Argentina comienza el declive de Kubala. Cada vez se le ve m¨¢s nervioso, var¨ªa la alineaci¨®n, acusa a Pirri de la derrota ante Austria... El fracaso es l¨®gico. Por primera vez se hace numeroso el grupo de aficionados que piden su dimisi¨®n. El elevado n¨²mero de jugadores utilizados una, dos o tres veces y olvidados por ¨¦l una vez que han sido traspasados por su equipo de origen hace .despertar sospechas. En la nueva fase de clasificaci¨®n de la Eurocopa, Espa?a gana en Yugoslavia y empata en Ruman¨ªa, con lo que se pone a un paso de la clasificaci¨®n. Pero la posterior derrota ante Yugoslavia, que coincide con otros fracasos en partidos amistosos, hace temer incluso que Espa?a no sea capaz de ganar a Chipre, condici¨®n necesaria para remachar la clasificaci¨®n. Consigue la victoria y se clasifica.Pero Espa?a va a Italia sin fe, y el propio Kubala delata su falta de inter¨¦s cuando, en v¨ªsperas del primer partido, anuncia que ya ha decidido dejar la selecci¨®n el 30 de este mes (d¨ªa en que, finaliza su contrato) y que ficha por el Barcelona. Casi simult¨¢neamente, el Barcelona ficha a dos de los internacionales concentrados, Quin? y Alexanco. En los tres partidos de la fase final hace lo que ven¨ªa haciendo desde meses atr¨¢s: altera caprichosamente la alineaci¨®n. Hay ratos de buen f¨²tbol, pero queda la impresi¨®n de que cuando el equipo funciona es por la calidad de sus hombres, por r¨¢fagas de inspiraci¨®n, pero no porque exista un equipo armado por un entrenador consciente. Un empate y dos derrotas despiden a Kubala. Su historia? como seleccionador, bueno hasta el a?o 1977, se ha empa?ado en los tres ¨²ltimos, en los que ha sumado diez derrotas.
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