El veto a Castilla del Pino

Sabiendo muy bien que mi opini¨®n no ha de ser atendida, quiero protestar p¨²blicamente contra el veto de que ha sido objeto la propuesta para nombrar catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa a Carlos Castilla del Pino. Conozco a Castilla del Pino desde antes de que, por razones largas de explicar, fuera injustamente rechazado en unas oposiciones a c¨¢tedra de esa misma materia, y, desde entonces, me consta tanto el rigor y la amplitud de su formaci¨®n cient¨ªfica como su entusiasmo por la docencia y su eficacia en ella. Su mas reciente obra, el intento de construir una psicopatolog¨ªa sobre los presupuestos intelectuales del materialismo dial¨¦ctico, acredita cumplidamente lo que acabo de decir. Lealmente debo declarar que discrepo de esos presupuestos y que, en consecuencia, puesto yo en el trance de elaborar una psicopatolog¨ªa, tratar¨ªa de dar raz¨®n de ellos desde otra actitud mental; pero acto seguido, tengo que copiar de nuevo lo que hace muchos a?os escrib¨ª acerca de la libertad en la ense?anza universitaria: ?La universidad debe hallarse doblemente abierta: por un lado, a las varias orientaciones del saber vigentes en el nivel del tiempo, apertura hist¨®rica; por otro, a las varias actitudes ideol¨®gicas existentes en el pa¨ªs de que se trate, apertura social?. Apoyado sobre esta vieja y profunda convicci¨®n, y tambi¨¦n sobre mi conocimiento de la formaci¨®n psiqui¨¢trica y capacidad did¨¢ctica de Carlos Castilla del Pino, quiero que conste aqu¨ª, aunque sea in¨²til, mi protesta contra el rechazo de que acaba de ser v¨ªctima. /