Los Totem y la barrera generacional

Movido por la curiosidad que despert¨® una noticia aparecida en las p¨¢ginas de este peri¨®dico, sobre la actuaci¨®n de grupos musicales, rockeros, juveniles, en la Casa de Campo, el D¨ªa de San Isidro, asist¨ª recientemente a la actuaci¨®n de una docena de grupos juveniles en la plaza de toros de Ciempozuelos. El grupo que me impresion¨® m¨¢s -y que, por cierto, qued¨® clasificado en primer lugar en aquel certamen-, Los Totem, se compone de cuatro muchachos muy j¨®venes, dieciocho a?os tiene el mayor, un organillo el¨¦ctrico, cuyo teclado, como es l¨®gico, se declar¨® en huelga el ¨²ltimo minuto; guitarra el¨¦ctrica, bajo y bater¨ªa.La actuaci¨®n fue brillante. Teniendo en cuenta, sin embargo, la enorme proliferaci¨®n actual de grupos de esta clase y, sobre todo, que la juventud es brillante casi por definici¨®n (brillantez, todo hay que decirlo, de ordinario gen¨¦rica y falta de car¨¢cter), lo que me impresion¨® m¨¢s en este grupo fue la ins¨®lita mezcla de juventud y singularidad. Actuaron con gracia, por supuesto; con esa gracia un poco suicida de los maletillas.

Pero actuar con gracia, con ser mucho, es s¨®lo un gesto. Y un gesto nunca es suficiente. Arriesgarse no basta. Hay que acertar. Todos los grupos que actuaban en la noche del s¨¢bado se arriesgaban igual. Pero es que Los Totem, adem¨¢s, se arriesgaron bien, con buena ma?a, con buen arte. A m¨ª, personalmente, me interes¨® en este grupo particular la certera mezcla de un vigoroso, alegre, sentido del ritmo aplicado a temas musica.les cl¨¢sicos. Eran ?variaciones? (diferencias, a la manera utilizada en jazz).

Y esto, que podr¨ªa parecer pretencioso, una concesi¨®n a la pedanter¨ªa turulata de: un posible ?entendido?, no lo era, porque las melod¨ªas que Los Totem h¨¢bilmente utilizan como bse de sus intervenciones r¨ªtmicas son lo que yo llamo melod¨ªas de cl¨¢sicos tarareables, radiof¨®nicos, cl¨¢sicos al alcance de todas las fortunas.