No est¨¢n todos los que son
Quiero mostrar mi m¨¢s en¨¦rgica protesta por la decisi¨®n del Consejo de Rectores de rechazar el nombramiento como catedr¨¢ticos extraordinarios de cinco de las diez personalidades que le fueron propuestas. Dado que el nivel cient¨ªfico e intelectual de los rechazados es tan relevante, por lo menos, como el de los admitidos, hay que pensar, fundadamente, que en la decisi¨®n del Consejo de Rectores han influido consideraciones parauniversitarias y extracient¨ªficas de claro matiz pol¨ªtico e ideol¨®gico. No soy tan ingenuo como para, a estas alturas, sorprenderme por lo que viene siendo una constante en el proceder de ciertos ¨®rganos rectores de la vida universitaria espa?ola; pero s¨ª quisiera recordar, a quienes con su voto negativo determinaron la decisi¨®n comentada, que la universidad espa?ola no puede en estos momentos, cruciales para la propia universidad y para el pa¨ªs en general, permitirse el lujo de rechazar a nadie que venga con el bagaje intelectual y cient¨ªfico de los rechazados por el Consejo de Rectores, dispuesto a trabajar y a dedicar a ella sus esfuerzos y afanes. Flaco servicio se hace a la Universidad y flaco servicio se hace al pa¨ªs, cuando, en aras de unos intereses oscuros y reaccionarios, se prescinde de intelectuales y cient¨ªficos de la talla de los rechazados por el Consejo de Rectores, precisamente en unos momentos en los que son muchos lo que, habiendo entrado en la universidad por las v¨ªas ?normales?, ante la falta de incentivos y de est¨ªmulos de toda ¨ªndole que en ella encuentran, la abandonan, m¨¢s o menos encubiertamente, como las ratas, premonitoriamente, abandonan el barco a punto de hundirse.La decisi¨®n del Consejo de Rectores suscita, por todo ello, un sentimiento real de desesperanza. Es, en verdad, como dir¨ªa Carlos Castilla del Pino, una frustraci¨®n que a todos nos acontece. / Catedr¨¢tico de Derecho Penal.
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