Alan Jones, l¨ªder del Mundial

El australiano Alan Jones, al volante de un Williams, gan¨® de forma destacada el Gran Premio de Francia de F¨®rmula 1, por delante de los dos pilotos de Ligier, Pironi y Laffite -este ¨²ltimo, dominador de la carrera durante m¨¢s de la mitad del recorrido-. M¨¢s atr¨¢s, y despu¨¦s de mantener un cerrad¨ªsimo duelo durante toda la carrera, se clasificaron el brasile?o Piquet -Brabham-, el franc¨¦s Arnoux -Renault- y el argentino Reutemann -compa?ero de Jones en Williams-, separados entre ellos por poco m¨¢s de un segundo. A¨²n a falta de confirmaci¨®n sobre la nulidad de la carrera espa?ola -donde venci¨® Jones-, el australiano es l¨ªder del Mundial.

La carrera francesa, disputada con fuerte viento y ante unos 80.000 espectadores, estuvo marcada previamente por la pol¨¦mica sobre su posible desarrollo. El enfrentamiento entre la federaci¨®n internacional -FISA- y los constructores y pilotos -FOCA-, que ya hab¨ªa causado los graves incidentes del Jarama -la carrera espa?ola est¨¢ a¨²n pendiente de juicio final sobre su legalidad-, afect¨® tambi¨¦n al Gran Premio de Francia. Pero, en esta ocasi¨®n, el presidente de la federaci¨®n -el franc¨¦s Balestre- claudic¨® ante la firme postura de la FOCA, y la carrera francesa pudo llevarse a cabo. Eso mismo podr¨ªa haber pasado en Espa?a, pero, en aquella ocasi¨®n, el franc¨¦s Balestre no defend¨ªa intereses nacionales de su pa¨ªs.La prueba tuvo dos partes claramente diferenciadas. En la primera, el franc¨¦s Laffite, al volante de un Ligier, domin¨® a placer, distanci¨¢ndose del resto con gran facilidad. Lejos del l¨ªder, enfrascados en un emocionante duelo, rodaban los aspirantes al t¨ªtulo mundial, Jones, Pironi, Piquet, Arnoux y Reutemann, muy destacados con respecto al resto.

Pero, mediada la carrera, Jones, que se hab¨ªa destacado algo del peque?o grupo, comenz¨® a atacar a Laffite, quien, por su parte, experimentaba problemas con los neum¨¢ticos, degradados por el terrible esfuerzo al que los hab¨ªa sometido el franc¨¦s. De ah¨ª que Alan Jones se acercase con cierta facilidad al l¨ªder, al que super¨® luego con claridad, para marcharse en solitario el resto de la carrera.

Cuando la prueba tocaba a su fin, Pironi lanz¨® un ataque a la desesperada con el fin de recuperar el terreno perdido. Su acci¨®n le llev¨® a superar a su compa?ero de equipo, Laffite, pero no lleg¨® a inquietar nunca al vencedor,

M¨¢s atr¨¢s, el duelo entre Piquet Atnoux y Reutemann termin¨® pr¨¢cticamente con la llegada, en que el tr¨ªo quedaba separado por poco m¨¢s de un segundo. De todos ellos, el franc¨¦s Arnoux era el gran derrotado, porque su Renault tur boalimentado era potencialmente el coche m¨¢s apto para la victoria en un circuito tan r¨¢pido como el franc¨¦s. La pobre actuaci¨®n de Arnoux -pese a su quinto puesto- y la retirada, en las primeras vueltas, de Jabolaille, ponen en entredicho una vez m¨¢s, la calidad de los pilotos del equipo franc¨¦s, y las posibilidades de ¨¦ste.