La historia del "western", revivida en la Filmoteca Nacional
La programaci¨®n de verano incluye 150 pel¨ªculas
En la programaci¨®n de verano de la Filmoteca Nacional, que comenz¨® el lunes pasado y que terminar¨¢ el pr¨®ximo mes de septiembre, se proyectar¨¢n 150 pel¨ªculas. El n¨²cleo de la programaci¨®n en estos meses de julio, agosto y septiembre lo constituye una retrospectiva centrada en torno al western.
El inicio de la programaci¨®n de verano supone, en primer lugar, un cambio en el horario de las proyecciones. Queda suprimida la sesi¨®n de las 16 horas, por lo que se mantienen las otras tres sesiones habituales, de las 18, las 20 y las 22 horas. Las sesiones se celebrar¨¢n en el cine Pr¨ªncipe P¨ªo (calle de On¨¦simo Redondo, 16).La base de la programaci¨®n de pel¨ªculas de western cuenta con t¨ªtulos de la historia de este tipo de cine, que se extiende desde 1903 con The great train robbery, un filme de diez minutos de duraci¨®n, dirigido por Edwin S. Porter e interpretado por George Barnes, hasta Indians, dirigido, en 1979, por Richard Heffrom.
El g¨¦nero cinematogr¨¢fico western ha sido definido como el cine americano por excelencia y constituye probablemente el g¨¦nero m¨¢s antiguo y duradero. Desde el ya citado The great train robbery (Asalto y robo de un tren), el western se presenta como un reflejo de las costumbres y las condiciones de vida del Far West entre 1840 y 1900. El western ilustra la epopeya de la conquista del Oeste y la epopeya del nacimiento de Am¨¦rica. Estos temas son tratados unas veces dentro del g¨¦nero convencional de aventuras; otras, dentro de un riguroso contexto hist¨®rico y pol¨ªtico, como puede apreciarse en El caballo de hierro (The iron horse, 1924), de John Ford, o Yuma (1956), de Samuel Fuller.
A trav¨¦s de Ford, el g¨¦nero western adquiri¨® una importancia capital desde 1924. Como ingredientes de este g¨¦nero se fueron afirmando los j¨®venes h¨¦roes, como Ken Maynard, Buck Jones, Jack Holt, hombres con moral que eran amigos de todos: de las viejas se?oras, de los ni?os, de las j¨®venes y especialmente de los caballos.
Con la introducci¨®n del sonido se temi¨® que el western, dado el ¨¦nfasis que pon¨ªa en la acci¨®n m¨¢s que en el sonido, sufriera un declive, pero directores como el mismo Ford, Raoul Walsh, Rouben Mamoulian, Victor Flemming y William Wyler demostraron que la tradici¨®n de este tipo de cine pod¨ªa no s¨®lo consolidarse, sino tambi¨¦n desarrollarse particularmente con la introducci¨®n de efectos de sonido y con una banda musical.
A partir de 1935, se desarroll¨® dentro del g¨¦nero la modalidad de vaqueros cantores, entre los que destacaron Gerie Autry, Roy Rogers y Tex Ritter. Debido a este tipo de pel¨ªculas, la m¨²sica country se hizo muy popular, especialmente en los medios rurales.
Casi todos los grandes realizadores norteamericanos han cultivado este g¨¦nero. Entre ¨¦stos se encuentran Howard Hawks, con su trilog¨ªa R¨ªo Rojo (1948), R¨ªo Bravo (1958) y Eldorado (1956), o King Vidor, con Duelo en el sol (1946) y La pradera sin ley (1954). Seg¨²n el particular temperamento y el ¨¦nfasis que han puesto, los directores, los westerns han sido hist¨®ricos, realistas, tradicionales, nost¨¢lgicos o pol¨ªticos. De entre estos tres directores pueden considerarse, seg¨²n algunos cr¨ªticos, corno los representantes quiz¨¢ m¨¢s espec¨ªficos del western a John Ford, por su poder de evocaci¨®n del pasado; Budd Boeticher, por su recreaci¨®n del esp¨ªritu de la aventura, Ni Anthony Mann, por su tratamiento humanista y fraternal del h¨¦roe del Oeste.
Para cubrir las exigencias del mercado apareci¨® el western europeo, tambi¨¦n llamado spaghetti, que se rodaba en Espa?a, Rep¨²blica Federal de Alemania, Yugoslavia e Italia fundamentalmente. Estas pel¨ªculas eran realizadas por directores espa?oles o italianos, la mayor parte de ellos de escasa calidad. A pesar de todo, algunos directores j¨®venes norteamericanos pretenden mantener la tradici¨®n del western. En 1979, esta tradici¨®n se vio reanudada en pel¨ªculas como Llega un jinete libre y salvaje, de Alan J. Pakula; Los primeros golpes de Butd Cassidy y Sundance, de Richard Lester; Aguila Gris, de Charles B. Pierce, e Indians, de Richard Heffrom.
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