La URSS insiste en que no habr¨¢ retirada total de Afganist¨¢n

Insistir en la negativa tajante a las peticiones de Helmut Schmidt respecto a Afganist¨¢n, pero corroborar las indicaciones del canciller federal alem¨¢n sobre posibilidades de ?soluciones objetivas? en cuanto a las ?armas euroestrat¨¦gicas? (euromisiles) y destacar al m¨¢ximo la importancia de la visita, en general, y el impulso a la cooperaci¨®n econ¨®mica bilateral, en particular, representan los aspectos centrales del clima que se capt¨® en Mosc¨² ayer, mi¨¦rcoles, al d¨ªa siguiente de la conclusi¨®n de este primer viaje de un jefe de Gobierno occidental a la capital sovi¨¦tica, tras el estallido del conflicto de Afganist¨¢n, a ra¨ªz de la entrada de tropas sovi¨¦ticas en diciembre.Toda la prensa sovi¨¦tica, y ante todo el diario Pravda, que dedica casi por entero su primera p¨¢gina, sigue la l¨ªnea de destacar al m¨¢ximo la importancia de la visita de Helmut Schmidt y su ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, l¨ªnea adoptada desde el primer momento con la espectacular recepci¨®n a los alemanes, pese a su deseo de envolver este encuentro en un discreto ambiente de trabajo para acatar la consigna de Washington: ?No business as usual? (?Nada de negocios corrientes?) con la URSS mientras no retire sus tropas de Afganist¨¢n.

Y en este punto, Pravda insisti¨® ayer mismo con un editorial con la negativa tajante a las peticiones de Schmidt, que agriaron el clima el primer d¨ªa de la visita. ?A todos los que plantean ahora la retirada de las tropas sovi¨¦ticas de Afganist¨¢n es necesario replicarles: ante todo hay que remover las causas que hicieron necesaria su entrada. Tanto el per¨ªodo de estancia corno su fuerza num¨¦rica est¨¢n determinados por la necesidad de apoyar al pueblo de Afganist¨¢n en la lucha contra la interferencia exterior armada?. Se reitera que un arreglo pol¨ªtico es plenamente posible.

Pero frente a esta divergencia total -l¨®gica en un momento en que Mosc¨² conf¨ªa en una pacificaci¨®n progresiva de Afganist¨¢n- ha sorprendido a diplom¨¢ticos e informadores el optimismo con, que Schmidt habl¨®. tras dos horas de discutir a fondo con los m¨¢ximos jefes militares sovi¨¦ticos, el ministro de Defensa, mariscal Dimitri Ustinov, y el jefe del Estado Mayor, mariscal Nikolai Ogarkov, de la perspectiva de ?soluciones objetivas? al problema de las ?armas euroestrat¨¦gicas?.