Sociedades an¨®nimas

Para las entidades futbol¨ªsticas ha llegado la hora de la verdad. El Ministerio de Hacienda ha dejado de considerarlas como las mimadas del r¨¦gimen. En una sociedad que se pretende normalizar es l¨®gico que no haya excepciones. Los clubes de f¨²tbol se han defendido ante el fisco, hasta ahora, con el argumento de ser entidades ben¨¦ficas gracias a su aporte indirecto en las quinielas.Los clubes de f¨²tbol, que han vivido una etapa feliz porque ante Hacienda han tenido pocas responsabilidades, se ven en la obligaci¨®n de cotizar por los recursos at¨ªpicos antes no considerados. Todos los ingresos est¨¢n ahora gravados porque no ha habido forma de huir de la ley de Sociedades, que era lo que se pretend¨ªa.

Los presidentes de hace unos pocos anos -Bernab¨¦u a la cabeza- se negaban a ser patrones del personal que ten¨ªan contratado. Los presidentes actuales, que ya han tenido que claudicar ante las exigencias naturales de los empleados de plantilla, se ven ahora en la situaci¨®n de presidir un consejo de administraci¨®n de una entidad que, te¨®ricamente, entre sus fines no figura el af¨¢n de lucro.

Todos los condicionamientos para la conversi¨®n de los clubes en sociedades an¨®nimas existen. El camino a seguir no puede ser otro que la transformaci¨®n efectiva de las entidades deportivas. De ah¨ª a la creaci¨®n de la liga profesional no hay m¨¢s que un paso. El f¨²tbol, dije durante a?os, viv¨ªa al margen de la ley. El f¨²tbol, a partir de ahora, ha de hacerse a la idea de una nueva vida.