"Sobre la OTAN, los esquimales y la hospitalidad espa?ola"'
Ante el asombro de todos los extra?os, y muchos de los propios, nuestro ministro de Asuntos Exteriores, tan admirable en otros aspectos, ha decidido ofrendar a Jimmy Carter, con ocasi¨®n de su visita a Espa?a y como regalo electoral, la adhesi¨®n de nuestro pa¨ªs a la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte, conocida como OTAN o NATO.Esta ofrenda a Jimmy Carter es todo un gesto de hospitalidad. Recuerda en algunos aspectos la antigua costumbre esquimal de entregar al hu¨¦sped la mujer propia para su calma y contento. Sin embargo, los esquimales justificaban esta costumbre a los misioneros europeos diciendo que prefer¨ªan prestar su mujer en lugar de, verbi gracia, el trineo, porque la mujer se la devolv¨ªan siempre m¨¢s o menos contenta, mientras que el trineo, invariablemente, se lo devolv¨ªan roto.
Yo entiendo que en la hospitalidad ofrecida a Carter corremos el riesgo de estar entregando la mujer y el trineo; con el grave peligro de que la mujer no vuelva contenta y el trineo quede roto. Y esto, se?or ministro, es pasarse.
Tambi¨¦n fue pasarse, en esta historia de la OTAN, la respuesta que UCD dio a la oposici¨®n espa?ola. La acus¨® del grave pecado de oponerse y de que su exigencia de someter el tema OTAN a refer¨¦ndum popular respond¨ªa a intereses turbios y ajenos a los intereses nacionales.
Seg¨²n esta posici¨®n, los partidarios de que la entrada de Espa?a en la OTAN se someta a refer¨¦ndum no son patriotas leales, sino vendidos a intereses extranjeros. Por el contrario, los. partidarios de que Espa?a entre en, la OTAN por la estrecha, insegura e inestable puerta de la mayor¨ªa simple parlamentaria son honorables patriotas que act¨²an con independencia y rectitud.
Hay que reconocer que el argumento, dentro de su descaro, es original. Tanto que no es f¨¢cil encontrarle parang¨®n ni siquiera entre los esquimales.
Lo grave de este tema, no obstante, es que la adhesi¨®n de Espa?a a la OTAN es un tema grave.
UCD defiende su extempor¨¢nea decisi¨®n de adherir Espa?a a la OTAN, afirmando que figuraba en su programa electoral. Y esto es cierto. Pero es m¨¢s cierto que UCD prometi¨®, incluso televisivamente, que la adhesi¨®n a la OTAN no era una cuesti¨®n urgente, y que, en todo caso, se someter¨ªa a amplio debate y consulta popular, y estas promesas est¨¢n en directa contradicci¨®n con el anuncio del Gobierno. El Gobierno de UCD parece querer ahora disminuir la importancia de nuestra entrada en la OTAN, situ¨¢ndola al nivel jur¨ªdico formal que, por ejemplo, tendr¨ªa la adhesi¨®n de nuestro pa¨ªs a un convenio postal internacional. Y esto no es serio.
No es serio que un tema de tan grave importancia, un tema que cuenta con la expresa oposici¨®n de la oposici¨®n parlamentaria, e incluso, con oposici¨®n amplia y extensa dentro de UCD; un tema que encuentra la oposici¨®n de los sindicatos espa?oles; un tema, en fin, que afecta necesariamente nues tras relaciones, no s¨®lo con los pa¨ªses socialistas, sino con los pa¨ªses no al¨ªneados, se presenta ahora con urgencia, con prioridad, con alevos¨ªa y sin meditaci¨®n. Nuestro tiempo est¨¢ cargado de problemas de terrorismo, de conformaci¨®n de las autonom¨ªas, de recesi¨®n, de gigantesco paro obrero y de conflicto permanente con nuestros vec¨ªnos Francia y Marruecos. Y parece que la atenci¨®n del Gobierno deber¨ªa transcurrir por otras ¨¢reas m¨¢s positivas, m¨¢s solidarias, menos divisorias, en fin, de una opini¨®n p¨²blica ya bastante maltrecha.
Otros han contestado con amplitud a otras falacias argumentativas que intentaban implicar nuestra relaci¨®n con la OTAN, con nuestra entrada en el Mercado Com¨²n, con la recuperaci¨®n de Gibraltar, con nuestra estabilidad democr¨¢tica e incluso con nuestra obligaci¨®n moral.
Ya se ha dicho que Francia, que es el coraz¨®n del Mercado Com¨²n, se relir¨® de su posici¨®n activa en la OTAN.; que Portugal, que sufre la misma oposici¨®n que Espa?a a su entrada en el Mercado Com¨²n, es miembro -?pobre miembro!- de la OTAN; que Grecia ha, estado dentro y fuera de la OTAN, pero fuera siempre del Mercado Com¨²n; que muchos pa¨ªses europeos occidentales no pertenecen a la OTAN, sin que su posici¨®n europea y occidental se demerite ni su moral disminuya.
Puede ser necesario, sin embargo, contestar con amplitud un argumento -aparentemente m¨¢s s¨®lido- que el Gobierno utiliza cuando acusa a la oposici¨®n de incoherencia por aceptar la existencia del tratado de defensa mutua hispanoamericano y oponerse a la entrada en la OTAN.
El Gobierno parece implicar, con este razonamiento, que las situaciones son equivalentes. Si efectivamente fueran equivalentes, ?qu¨¦ necesidad hay de cambiar la situaci¨®n?
Es cierto que tanto la renovaci¨®n de los pactos como la entrada en la OTAN significan para Espa?a mantener en su suelo bases nucleares, y esta situaci¨®n para muchos es lamentable, porque entienden que las bases no favorecen, sino que perjudican, nuestra seguridad.
Pero aqu¨ª acaba la similitud, las diferencias entre el pacto de defensa mutua y la OTAN son grandes y consisten en lo siguiente:
1. Los pactos de defensa hispanoamericanos representan una situaci¨®n heredada y vieja, indeseable quiz¨¢, pero sometida a plazo, por lo que t¨¦cnicamente son subsanables y revisables con relativa facilidad.
La incorporaci¨®n de Espa?a a la OTAN representa un pacto mucho m¨¢s profundo y su futura ex corporaci¨®n resultar¨ªa mucho m¨¢s dif¨ªcil.
2. En los pactos hispanoamericanos de defensa se regula que la decisi¨®n y utilizaci¨®n de las bases sea conjunta; esto es, en teor¨ªa al menos, el acuerdo espa?ol es necesario para que las bases sean utilizadas.
En la OTAN, el ¨®rgano decisorio es colectivo y las decisiones se toman por mayor¨ªa.
El cuartel general de la OTAN no estar¨ªa en Madrid, sino en Bruselas.
3. En los pactos de defensa hispano-americanos, Espa?a mantiene, te¨®ricamente, la soberan¨ªa sobre las bases; la entrada en la OTAN implicar¨ªa la cesi¨®n efectiva de una parcela clave de la soberan¨ªa nacional.
4. Los acuerdos hispano-americanos de defensa tienen un car¨¢cter concreto y espec¨ªfico. Las obligaciones est¨¢n enumeradas.
La OTAN es un tratado defensivo-ofensivo de car¨¢cter general. Las obligaciones que de ¨¦l se derivan tienen tambi¨¦n este car¨¢cter y amplitud; entre ellas figuran la existencia de homogeneizaci¨®n del armamento e incluso de las estructuras de las fuerzas armadas nacionales.
5. Los acuerdos hispano-americanos tienen un plazo fijo y no se renuevan sino por acuerdo expreso de las partes.
Esto es: el Gobierno espa?ol queda en libertad cada quinquenio, para continuarlos o no.
En la OTAN, el plazo es indefinido y el entramado de intereses que se genera es complejo. Por esta raz¨®n, aunque los estados individuales mantienen una libertad te¨®rica de salirse del tratado, el ejercicio efectivo de esta libertad resulta problem¨¢tico.
Francia lo consigui¨® a medias, pero necesit¨® nada menos que a un DeGaulle.
Grecia es cierto que se sali¨® de la
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OTAN, pero la causa tuvo que llegar a ser que otro Estado miembro atacara su territorio nacional.
6. En resumen, las diferencias anal¨®gico-jur¨ªdicas entre ambas situaciones son las mismas que existen entre un contrato de prestaci¨®n de servicios a plazo y un contrato de sociedad.
Estas son, en s¨ªntesis, las diferencias entre pactos USA-Espa?a y OTAN; diferencias importantes que parecen desconocer alguno de nuestros ministros.
Pero sobre la adhesi¨®n de Espa?a a la OTAN hay que considerar temas mucho m¨¢s importantes que la pobreza argumental exhibida por el Gobierno.
La adhesi¨®n, incluso el solo anuncio de adhesi¨®n de Espa?a a la OTAN, tiene graves consecuencias en el orden pol¨ªtico internacional que el Gobierno no puede ignorar. Estas son:
1. Hoy, la OTAN y el Pacto de Varsovia tienen un n¨²mero cerrado de miembros. La decisi¨®n espa?ola rompe el estado actual, y pone en marcha un proceso de expansi¨®n ?limitada de ambos bloques, con evidente peligro para la paz mundial.
2. La ampliaci¨®n de los bloques militares es incongruente y contradice los esfuerzos de ambas partes, en los que ha participado Espa?a, para llegar a acuerdos progresivos de limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas.
3. La adhesi¨®n espa?ola tendr¨ªa grave incidencia en la geopol¨ªtica de? continente africano. Canarias, que es provincia espa?ola, geogr¨¢ficamente esta sita en Africa. Y su posible utilizaci¨®n como base estrat¨¦gica tendr¨ªa necesarias repercusiones en este continente.
4. Muchos de los pa¨ªses europeos, a pesar de pertenecer a la OTAN, mantienen simult¨¢nea y paralelamente un alto grado de relaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica con los pa¨ªses socialistas.
Pero este no es el caso de Espa?a, y su tard¨ªa incorporaci¨®n a la OTAN puede producir la pr¨¢ctica congelaci¨®n de estas incipientes y necesarias relaciones. Sin estas relaciones perder¨ªamos el escaso pero imprescindible margen de maniobra que requiere la conducci¨®n de nuestra pol¨ªtica exterior.
5. Los pa¨ªses socialistas, se est¨¦ o no de acuerdo con su sistema social, representan un inmenso poder, y el mejor inter¨¦s de nuestro pa¨ªs exige mantener un m¨ªnimo de equilibrio en nuestras relaciones. Equilibrio que se perder¨ªa con la decisi¨®n de entrar en la OTAN.
En este sentido parece que en algunos sectores de nuestro Gobierno y nuestra Administraci¨®n existe un especial inter¨¦s por impedir y dificultar no s¨®lo con los actos, sino incluso con la forma en que se realizan tales actos, cualquier m¨ªnimo desarrollo de una pol¨ªtica de aproximaci¨®n, o al menos entendimiento, con los pa¨ªses socialistas. Y esto, se?ores lectores, o es falta de profesionalidad, o es obcecaci¨®n ideol¨®gica, o es, simple y gravemente, un intento consciente y premeditado de dificultar al m¨¢ximo la efectiva independencia de Espa?a.
En fin, las consideraciones expuestas creo que son v¨¢lidas. La entrada en la OTAN no es beneficiosa para nuestro pa¨ªs. Si resultara ser un mal inevitable. debe decirse as¨ª, sin alegr¨ªa alguna.
El discurso del Rey a Carter fue una spl¨¦ndida pieza deoratoria, y por su contenido, por su equilibrio, queremos guardar la esperanza de que las declaraciones nato¨ªstas no sean m¨¢s que un globo sonda. Una desagradable "serpiente de verano", propia de la estaci¨®n.
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