Ronald Reagan, candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos
Con un Partido Republicano unido detr¨¢s de su l¨ªder, Ronald Reagan consigui¨® anoche en Detroit el nombramiento como candidato a la elecci¨®n presidencial de Estados Unidos, del 4 de noviembre, que le enfrentar¨¢ al actual presidente, el dem¨®crata Jimmy Carter, y al independiente John Anderson. Queda para hoy el nombramiento del vicepresidente, figura sobre la que contin¨²an toda clase de especulaciones. No en vano depender¨¢ de la personalidad del vicepresidente la calibraci¨®n de cu¨¢l ser¨¢ el esquema pol¨ªtico que los republicanos presentar¨¢n al elector.Georges Bush, ex embajador en las Naciones Unidas y ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), parece contar con las preferencias de la mayor¨ªa de delegados asistentes a la convenci¨®n republicana, que se celebra en el centro Joe Louis Arena, en la ciudad de Detrolt. Sin embargo, no es ning¨²n secreto que no existen excesivas simpat¨ªas entre Reagan y Bush.
Ronald Reagan ?ofreci¨®? el puesto de vicepresidente a Gerald Ford, el hombre que sucedi¨® al presidente Richard Nixon tras su salida obligada de la Casa Blinca despu¨¦s del esc¨¢ndalo del Watergate. La ideolog¨ªa de Ford se acerca m¨¢s a la de Reagan, pero es muy improbable que Ford acepte un retroceso a la vicepresidencia, despu¨¦s de haber ocupado, aunque debido a circunstancias muy especiales, el despacho oval del presidente de EE U U en la Casa Blanca.
Por otra parte, el factor edad es otro elemento que obligar¨¢ a Reagan a buscar un vicepresidente m¨¢s joven, para dar una imagen din¨¢mica a su Administraci¨®n presidencial, en caso de conseguir la victoria el pr¨®ximo 4 de noviembre.
A la espera de la composici¨®n final del ?equipo? presidencial que determine Ronald Reagan, la convenci¨®n contin¨²a su ritmo de sesiones. Se repiten los discursos de cr¨ªticas a la Administraci¨®n Carter y las promesas de soluciones milagrosas cuando los republicanos recuperen el poder. Entre el desfile de personalidades que hablaron durante la sesi¨®n de la noche de ayer destacaron el gobernador John Connally, el ex candidato presidencial Barry Goldwater y el ex secretario de Estado Henry Kissinger.
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Los republicanos quieren devolver a EE UU el liderazgo mundial "perdido"
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Connally ofrece la particularidad de contar en esta convenci¨®n con el delegado m¨¢s caro de toda la historia pol¨ªtica de EE UU. M¨¢s de once millones de d¨®lares (unos 770 millones de pesetas) gast¨® el multimillonario tejano en su fallida campa?a electoral de principios de a?o. Connally logr¨® ganar un solo delegado, de los 998 necesarios para conseguir el nombramiento en la convenci¨®n nacional.
Goldwater, republicano ultraconservador puro, que tent¨® tambi¨¦n su suerte en 1968 como candidato presidencial, habl¨® con el esperado tono de invocaci¨®n a los valores de la sociedad norteamericana, falseados, seg¨²n ¨¦l, por una Administraci¨®n dem¨®crata ?incompetente?.
Sin embargo, el plato fuerte de la noche pol¨ªtica republicana fue la reaparici¨®n del pol¨¦mico doctor Henry Kissinger, cuya estrategi va dirigida a conseguir otra vez la direcci¨®n de la pol¨ªtica exterior norteamericana, naturalmente, siempre en el caso de que los electores lleven a Reagan al poder, como indican, de momento, todos los sondeos preelectorales.
Kissinger levant¨® los silbidos de algunos de los delegados m¨¢s conservadores, que califican a Kissinger de ?autor? de muchos de los males que hoy afectan a la pol¨ªtica norteamericana.
Le acusan de haber ?cedido? frente a la URSS, para llevar a t¨¦rmino su programa de negociaciones sobre limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas (SALT II), actualmente paralizado por el Senado norteamericano, como r¨¦plica a la invasi¨®n sovi¨¦tica en Afganist¨¢n.
Pero los silbidos se transformaron en aplausos un¨¢nimes, cuando Kissinger utiliz¨® el lenguaje que esperaba la totalidad de asistentes a la convenci¨®n. ?Hoy el caos en pol¨ªtica exterior no es accidental? dijo Kissinger. ?Es el fruto del fracaso de la Administraci¨®n Carter, que ha sumergido el pa¨ªs a la crisis m¨¢s grave desde 1945 ?. ?Cu¨¢les son las recetas ?milagrosas? de Kissinger para salir del atolladero? ?Modernizar nuestra defensa, para frenar el expansionismo sovi¨¦tico, restableciendo el balance del poder, y estrechando nuestras alianzas?, precis¨® Kissinger. Hay que reforzar la OTAN y considerar su ampliaci¨®n de radio de acci¨®n a otras ¨¢reas no cubiertas por los tratados. Hay que conseguir que los aliados recuperen su confianza en EE UU, para evitar los riesgos de ?aperturas? bilaterales con la URSS.
Hay que cambiar, en definitiva, seg¨²n Kissinger, una Administraci¨®n dem¨®crata, que se ha ?identificado con los reg¨ªmenes marxistas de los sandinistas en Nicaragua y la OLP en Oriente Pr¨®ximo?. Para Kissinger, ?la inestabilidad mundial radica en que Estados Unidos -l¨ªder de los pueblos libres- ha perdido el paso en la carrera?. La Administraci¨®n republicana, con Reagan de presidente, y, casi seguro, con Kissinger en la direcci¨®n de los asuntos de pol¨ªtica exterior, promete recuperar el ?ritmo ?.
Hurac¨¢n
Para los habitantes de Detroit, uria de las ¨¢reas m¨¢s afectadas por la crisis econ¨®mica de EE UU, la noticia de ayer no fue la convenci¨®n republicana. Esta qued¨® un tanto marginada por el impresionante hurac¨¢n que azot¨® la zona, causando da?os materiales valorados en varios centenares de millones de d¨®lares y decenas de heridos.
Al ?hurac¨¢n? pol¨ªtico conservador republicano, que puede calmarse pasadas las elecciones y una vez en el poder, sucedi¨® el hurac¨¢n meteorol¨®gico.
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