Catalunya
Catalunya, me parece a m¨ª, est¨¢ siendo traicionada en su alma de borja blanca. La Catalunya que cre¨ªamos no era la de Jordi Pujol. La Catalunya m¨ªtica y perif¨¦rica de la resistencia, de donde ven¨ªan los libros de Barral y los desnudos portuarios, no es la que luego ha votado, como capit¨¢n de su independencia, al menos independiente de los catalanes. Se conoce que al PSUC y dem¨¢s movida les cogieron con el delantal puesto, o sea el delantal de cocina de V¨¢zquez. Montalb¨¢n, nuestro Woody Allen gordo, y mientras ¨¦l hac¨ªa unas butifarras a la libert¨¦, los centralistas descentralizados hicieron un pan como unas hostias, que decimos en Valladolid, con perd¨®n. Ceno con Tierno Galv¨¢n y me cuenta c¨®mo era el men¨² que se sirvi¨® en Salamanca con motivo de recibir a Franco en aquella Universidad como doctor honoris causa:-El men¨² estaba redactado en muy mal lat¨ªn y luego ven¨ªan, en castellano, unos ?huevos al Imperio?.
Tambi¨¦n con perd¨®n. De estas comidas pol¨ªticas a la carta est¨¢ hecha la Historia de Espa?a, que ahora dice Tu?¨®n de Lara que no hubo Reconquista como tal, que eso es un concepto precient¨ªfico. Los imperios cimentados en huevos duros suelen apelar a las m¨¢s berroque?as lejan¨ªas hist¨®ricas, al lat¨ªn de Eugenio Montes y al catal¨¢n de Jordi Pujol. Se lo digo tambi¨¦n a Tierno, entre machaquito y machaquito, cuando la gracia caliente de julio se riza en la nada:
-Me parece ir¨®nico que sean los catalanes, nuestros hermanos m¨¢s separados, quienes vayan a consolidar a Su¨¢rez. Sobre Roca, Su¨¢rez puede edificar su Iglesia.
-Todo ello es una trampa saducea.
Pero el alcalde/ fil¨®sofo est¨¢ herm¨¦tico. No me aclara si la trampa es saducea para los madrile?os, para los catalanes o para los saduceos. Lo que yo veo en el eje Roca/Su¨¢rez, de pasada, es un entendimiento de clases conservadoras, de burgueses grandes y peque?os, al margen de otras clases y, sobre todo, al margen del proyecto auton¨®mico, que los memoriones de este peri¨®dico califican de ?misterioso? y que, a estas alturas de la temporada, con nuevo art¨ªcu'lo constitucional para votar y tocar a la guitarra andaluza, a m¨ª me parece un mar de los Sargazos en el que nos vamos a hundir todos, y mayormente P¨¦rez-Llorca, que es al que se le est¨¢ poniendo m¨¢s cara de sargazo. Habla Tierno, que, a medida que va pasando del Machaquito al Clavel, va pasando tambi¨¦n, fisiogn¨®micamente, de Montesquieu a Andr¨¦ Gide:
-El Estado no ayuda. Uno acaba siendo, interiormente, un anarquista del Estado.
Si el Estado no suelta pela para consistorios mixtos, menos se va a estirar con una pastizara para autonom¨ªas infrarrojas. Lo que ahora les d¨¦ a los catalanes, aunque lo d¨¦ de buena fe, supone una compra de votos. Como siempre nos hab¨ªamos temido los ni?os de derechas, el entendimiento de clase sigue funcionando por encima/debajo de cualquier otro entendimiento social, liberal, democr¨¢tico, progresista o autonomista. Ya en el alba de Arg¨¹elles, que es como una freidur¨ªa muerta de calamares mediterr¨¢neos, Tierno me habla de Eugenio d'Ors:
-Estoy releyendo Guillermo Tell tiene los ojos tristres.
El D'Ors de las glosas de principios de siglo, que me ha proporcionado el librero Berchi en primeras ediciones, habla de una Catalunya socialista, sindicalista. Luego, tambi¨¦n ¨¦l -ay- caer¨ªa en el latinajo imperial, el men¨² Reconquista y los ?huevos al Imperio?. Catalunya, que ya tocaba su sue?o con la mano, que es como la ni?a desnuda de Dal¨ª ?levantando la piel del agua para ver el perro dormido a la sombra del mar?, Catalunya, s¨ª, arrima hoy su hombro y su costado m¨¢s conservador y peque?oburgu¨¦s a los huevos al Imperio de Su¨¢rez. Catalunya, digo, en la que tanto siento y tan poco disiento, est¨¢ siendo, me parece, dilapidada. Ay su coraz¨®n de borja blanca.
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