Ovett gan¨® el primer duelo de 800 metros a Coe
El primer gran duelo atl¨¦tico de los Juegos de Mosc¨² se resolvi¨® a favor de Steve Ovett. El brit¨¢nico, que la temporada pasada hab¨ªa visto c¨®mo su compatriota Sebastian Coe se encaramaba a las cimas de la popularidad mundial con sus tres r¨¦cords mundiales en 800, 1.500 metros y la milla, tom¨® ayer una nueva revancha. Hace unos d¨ªas, poco antes de los Juegos, ya le dio dos disgustos a Coe, al quitarle la plusmarca de la milla e igualar la de 1.500. Su final se impuso ayer a una mala t¨¢ctica de su rival. En otras pruebas, el brit¨¢nico Thompson dio otra medalla a su pa¨ªs, mientras el alem¨¢n democr¨¢tico Beck ganaba los 400 metros vallas, la sovi¨¦tica Kondratyeva los 100 y la italiana Simeoni, sin rivales, la altura.
El estadio Lenin se visti¨® de gala en la tercera jornada del atletismo para recibir una de las finales m¨¢s interesantes del programa. En los 800 metros se enfrentaban por primera vez, despu¨¦s de mucho tiempo -y, desde luego, despu¨¦s de sus haza?as-, los dos mejores mediofondistas mundiales del momento. Tras el ostracismo de Juantorena, ellos hab¨ªan sido la gran atracci¨®n. Su rivalidad deportiva hab¨ªa traspasado los l¨ªmites de las pistas, y ni siquiera se hablaban fuera de ellas. En realidad, dentro tampoco se quisieron encontrar desde los campeonatos europeos de Praga, a finales de agosto de 1978. Aqu¨ª, en Mosc¨², el azar quiso que tampoco tuvieran que correr juntos, aunque s¨®lo fuera para clasificarse c¨®modamente, en series o en semifinales.En la final, Sebasti¨¢n Coe se equivoc¨® t¨¢cticamente. En lugar de marcar el tren o, al menos, colocarse en buena posici¨®n en el pelot¨®n, debi¨® pensar que sus fuerzas eran suficientes como cuando super¨® sus r¨¦cords y ?mand¨®? una liebre por delante. Pero aqu¨ª las cosas eran de m¨¢s categor¨ªa y en los tirones que se dieron al final, especialmente por parte del magn¨ªfico brasile?o Gumares, un atleta de gran fibra. Coe sigui¨® al final del grupo y s¨®lo empez¨® a remontar a partir de los quinientos metros. En realidad ya era tarde, pues su zancada, siendo amplia, no lo es tanto como la de otros ?iIustres?, tipo Juantorena, que cambiaban situaciones comprometidas en escasos metros. Cuando atac¨® el sovi¨¦tico Kirov, a falta de 150 metros, s¨®lo Ovett, muy astuto toda la carrera, le pudo seguir inmediatamente, para ?imponer su irresistible final?. Coe, m¨¢s corredor de tren, a lo ¨²nico que lleg¨® fue a superar a Kirov.
En los 400 metros vallas venci¨® en la ¨²ltima recta el alem¨¢n democr¨¢tico Beck, pues el sovi¨¦tico Archipenko, que realiz¨® su m¨¢ximo esfuerzo en la ¨²ltima curva, lleg¨® completamente desequilibrado y hasta cay¨® cruzada la l¨ªnea de meta. En cualquier caso todo el mundo record¨® a Moses. Mientras tanto, en el declat¨®n decepcion¨® que el negrito Daley Thompson no superara el r¨¦cord mundial, tras una magn¨ªfica primera jornada. En la ¨²ltima prueba, los 1.500, los sovi¨¦ticos -que ganaron la plata y el bronce-, le sacaron casi 100 metros y qued¨® lejos de los 4.25.0 que necesitaba para el r¨¦cord. El tercer sovi¨¦tico, Kachanov, debi¨® abandonar cuando iba segundo.
En el lado femenino la l¨®gica no vari¨® y Sara Simeoni impuso su ley en la altura. Intent¨® por tres veces superar el r¨¦cord mundial, pero no pudo nunca, con la emoci¨®n, e incluso las l¨¢grimas, del t¨ªtulo ol¨ªmpico en su poder. Fall¨® claramente con los 2,02 de altura del list¨®n. En 100 metros, por ¨²ltimo, la sovi¨¦tica Konfatrieva venci¨® en una final apretad¨ªsima y electr¨®nica a Marlies Goehr. Ambas est¨¢n muy igualadas y ?manualmente? no tiene diferencias. Cualquiera podr¨ªa haber ganado.
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