Ramon y S¨¢nchez Vargas, magn¨ªficos diplomas ol¨ªmpicos en 3.000 obst¨¢culos
Steven Ovett tiene fama de antip¨¢tico y quiere acrecentarla. Steven Ovett es un corredor excepcional y desea acaparar triunfos. A Steven Ovett le sobran tantas cualidades deportivas como le faltan las ¨¦ticas. Ayer gan¨® con absoluta superioridad, pero le sobr¨® la intenci¨®n de humillar a sus adversarios. A dos espa?oles, Domingo Ram¨®n y S¨¢nchez Vargas, les falt¨® un peque?o empuje final para obtener la medalla que rozaron. Fueron cuarto y quinto en la final de obst¨¢culos. Hicieron una carrera magn¨ªfica tras dos fen¨®menos como Malinowski y Bayi, y mejoraron de nuevo el r¨¦cord de Espa?a.
Steven Ovett vino a Mosc¨² por su cuenta. No quiso viajar con la selecci¨®n brit¨¢nica. En la villa dif¨ªcilmente pega la hebra con nadie. A los periodistas de su pa¨ªs les desprecia. Y hasta suspende conferencias de prensa si hay alg¨²n compatriota suyo delante. Pero esas guerras particulares de Ovett han llegado ya al estadio. Quiere derrotar por dos veces al agradable y simp¨¢tico Sebastian Coe y como se siente suficientemente fuerte quiere hacer patente su superioridad. En la semifinal de ayer, en la que Coe se limit¨® a ganar simplemente saliendo del encierro en que le hab¨ªan metido sus competidores en la ¨²ltima curva, Ovett, antes de atacar, salud¨® a unos imaginarios espectadores. Levant¨® la mano por vez primera y sonri¨®. Despu¨¦s, cuando se puso en cabeza, mir¨® de soslayo y fuese. Y cuando ya super¨® a todos levant¨® una mano y les dijo adi¨®s. Fue una aut¨¦ntica burla para sus competidores.Ovett pretende pasar a la historia del deporte por algo m¨¢s que por sus portentosas facultades. Al acabar la carrera sonriente, con un ¨ªndice levantado como pintaban a san Vicente Ferrer, ech¨® una especie de bendiciones al p¨²blico. Ovett se r¨ªe de la m¨²sica y de quien la toca. Por ahora le va bien. Por ahora puede permitirse el lujo de imitar a Luis Miguel Domingu¨ªn. Ovett es un corredor que parece inigualable en casi todo. Coe lo pasar¨¢ muy mal para vencerle.
Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez. el ¨²nico representante espa?ol en las semifinales de 1.500, quiso unir su suerte a la, de Coe y se peg¨® a ¨¦l. Durante la primera parte de la carrera se mantuvo bien colocado, pero a la hora de la verdad no pudo resistir el empuje de sus adversarios. Fue octavo en la meta y, por tanto, qued¨® eliminado.
Los dos brit¨¢nicos cambiaron el signo de la tarde, que fue absolutamente sovi¨¦tico como es habitual, salvo en la carrera de los 3.000 obst¨¢culos, que sirvi¨® de nuevo para que los miles de polacos que hay en los grader¨ªos cada tarde se tomasen tina revancha.
El himno polaco, cantado por un gran coro de voces mixtas, interrumpi¨® la monoton¨ªa musical impuesta por los atletas de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
El veterano Malinowski, nacido en junio de 1951, hizo una carrera muy inteligente. Tan inteligente como la de Domingo Ram¨®n, que se dedic¨® a marcarle desde el comienzo, con la esperanza de que le llevara hasta el bronce. S¨¢nchez Vargas jug¨® la baza de Filbert Bayi, y con ¨¦l pretendi¨® llegar al podio. Pero sucedi¨® que S¨¢nchez-Vargas, que estuvo una parte de la carrera el tercero, tras Bayi y el et¨ªope Tura, no pudo resistir el fragor de la batalla, y a quinientos metros de la meta fue absorbido por el grupo perseguidor. De todas formas tuvo una gran reacci¨®n final que le permiti¨® llegar a la meta en quinta posici¨®n.
Domingo Ram¨®n se peg¨® a los talones de Malinowski, y tras ¨¦l corri¨® tranquilamente. Mediada la prueba, el polaco y el espa?ol estuvieron descolgados de los tres de cabeza, pero en el ¨²ltimo tercio comenzaron a cambiar las posiciones. Bayi acus¨® el esfuerzo de ir destacado todo el tiempo, y lo mismo le ocurri¨® a Tural, que perdi¨® gas. En la pen¨²ltima vuelta dio la impresi¨®n de que Ram¨®n tambi¨¦n iba a poder con el et¨ªope, que acusaba el cansancio. Malinowski en el ¨²ltimo paso de la r¨ªa se coloc¨® delante de Bayi, y ya no perdi¨® la cabeza de la carrera. Ram¨®n, que mantuvo la cuarta plaza, intent¨® cazar al et¨ªope, pero ¨¦ste sac¨® sus ¨²ltimas fuerzas y se mantuvo en el tercer puesto. Ram¨®n y Vargas, cuarto y quinto, respectivamente, realizaron una aut¨¦ntica gesta. En esta prueba, en realidad, s¨®lo falt¨® el keniata Rono. Los dos espa?oles estuvieron muy por encima de sus posibilidades. El r¨¦cord que pose¨ªa Ram¨®n lo super¨®, en las series eliminatorias, S¨¢nchez Vargas, que lo estableci¨® en 8.19. Ayer ambos estuvieron por debajo de este registro, y Ram¨®n. que es nuevo recordman de Espa?a, corri¨® en 8.15.8. S¨¢nchez Vargas contabiliz¨® 8.18.0. Ram¨®n se qued¨® a dos segundos y dos cent¨¦simas del bronce. Para ambos, el consuelo del diploma ol¨ªmpico.
La an¨¦cdota triste de la jornada estuvo en los relevos masculinos de 4 x 100. Los cubanos, con Casanas, Gonz¨¢lez, Lara y Leonard quedaron fuera de la competici¨®n en la ¨²ltima posta. Lara no lleg¨® bien, y Leonard sali¨® del espacio reglamentario sin el testigo en la mano. Ante la descalificaci¨®n evidente, Leonard se par¨®. Ambos atletas se fueron a los vestuarios discutiendo. Iban los primeros en la carrera y contaban entre los grandes favoritos. Algo parecido le sucedi¨® a Espa?a en Munich, cuando el cuarteto Sarr¨ªa, Para¨ªso, Garc¨ªa L¨®pez y Carballo estuvo incluso a punto de derrotar al equipo norteamericano.
El equipo de relevos espa?ol 4 x 100, formado por Hornillos Trabado, Benjam¨ªn Gonz¨¢lez y Casabona, no pudo clasificarse para las semifinales. Hornillos entreg¨® el testigo en primera posici¨®n; Trabado, lo cedi¨® en segunda; Gonz¨¢lez, en tercera, y Casanova lleg¨® sexto a la meta. Con P¨¢ez en el equipo probablemente se hubiera mejorado la clasificaci¨®n.
Un ejemplo de sacrificio, lo que no supo hacer P¨¢ez, fue el de Mennea. El campe¨®n ol¨ªmpico prest¨® todas sus fuerzas al equipo de relevos de los cuatrocientos, y en la ¨²ltima posta hizo un alarde y clasific¨® a Italia.
En la serie de clasificaci¨®n de salto de altura, Roberto Cabrejas logr¨® superar los 2,21 metros exigidos, con lo que estar¨¢ en la final de hoy. Mart¨ªn Perarnau, resentido de una lesi¨®n que ha padecido, no pudo alcanzar el pase, tras haber salvado el 2,15 Con facilidad. Lo de Cabrejas fue una agradable sorpresa, porque ha estado enfermo en los ¨²ltimos d¨ªas y sometido a tratamiento de antibi¨®ticos.
Las finales de martillo (hombres) y salto de longitud (mujeres), depararon dos nuevos r¨¦cords ol¨ªmpicos y mundial en la primera, aparte de sendas interpretaciones del himno sovi¨¦tico. Hay disciplinas en que la potencia de la anfitriona es imparable.
No se izar¨¢ la bandera de Estados Unidos
En la ceremonia de clausura de los Juegos Ol¨ªmpicos no se izar¨¢ la bandera de Estados Unidos, sino la de Los Angeles, seg¨²n acord¨® la comisi¨®n ejecutiva del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional. Tampoco se interpretar¨¢ el himno norteamericano, sino el ol¨ªmpico.
La normativa es que en la ceremonia de clausura suba al m¨¢stil de honor la bandera del pa¨ªs al que pertenece la ciudad organizadora de la edici¨®n siguiente. Sin embargo, en esta ocasi¨®n, Estados Unidos ha rehusado la presencia de su bandera. Tampoco en la inauguraci¨®n estuvo presente el alcalde de Montreal, ciudad en la que se organizaron los Juegos anteriores, y en la ceremonia de clausura tampoco estar¨¢ el alcalde de Los Angeles, pr¨®xima sede de los Juegos.
La bandera de Los Angeles es de color amarillo y, seg¨²n manifestaron los norteamericanos, tiene una tradici¨®n anterior incluso a la ¨¦poca de la colonizaci¨®n. Con este cambio se ha resuelto el ¨²ltimo conflicto del protocolo de unos Juegos pol¨¦micos, donde la URSS y la RDA, cabezas visibles del poder¨ªo ?socialista?, se llevar¨¢n la mayor¨ªa de las medallas.
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