Souto, Adelpha y el ministro

Se pregunta Ricardo de la Cierva, ministro de Cultura, en su carta a EL PAIS del 30 de julio, por qu¨¦ le acuso de intromisi¨®n en la asociaci¨®n Adelpha, que creo pretende convertir en una dependencia ministerial a trav¨¦s de significados agentes. Respondo con mucho gusto: Juan Ignacio S¨¢enz-D¨ªez, asesor jefe del ministro, diputadoPasa a p¨¢gina 10

Viene de p¨¢gina 9 por Soria y ex vicepresidente de Adelpha, viene ejerciendo una continua coacci¨®n moral sobre esta asociaci¨®n a pesar de que hab¨ªa causado baja con motivo de su nombramiento ministerial. Esta coacci¨®n se revela en su presencia ilegal en dos reuniones de la Junta Directiva de Adelpha, en cuya junta forma grupo con el presidente nominal -y sin competencias-, Javier Morales, subdirector gerente del Museo del Prado y tambi¨¦n subordinado de Ricardo de la Cierva, que le hab¨ªa amenazado con cesarle en una ocasi¨®n, y con uno de los tres vicepresidentes, Mar¨ªa Rosa Su¨¢rez-Incl¨¢n, directora del Patrimonio Art¨ªstico del Consejo de Castilla-Le¨®n, a las ¨®rdenes del citado se?or S¨¢enz-D¨ªez, consejero de la misma materia.

Tenemos, pues, a dos subordinados del ministro de Cultura y a un tercero inmerso en su c¨ªrculo de intereses. Convencido el ministro por S¨¢enz-D¨ªez -ya es hora de que se diga- de la viabilidad de la denostada soluci¨®n sur de Soria, cerraron fila sus dos agentes en la junta de Adelpha para amordazar a la asociaci¨®n y facilitar los planes ministeriales: no en balde hab¨ªa advertido Ricardo de la Cierva que si segu¨ªa en su actitud de cr¨ªtica ?destruir¨ªa Adelpha?.

En consecuencia, las aseveraciones del ministro en el sentido de que los directivos de Adelpha le hab¨ªan asegurado la falsedad de la nota en que se ped¨ªa su dimisi¨®n carecen por completo de base. Afirma el ministro que ha preguntado al ?presidente, vicepresidente y secretario general de Adelpha?. Vacante el puesto de secretario, la comisi¨®n ejecutiva de la Junta Directiva de Adelpha la constituyen un presidente, un adjunto a la presidencia, tres vicepresidentes y un vicesecretario. Como es obvio, el ministro se ha limitado a preguntar al presidente nominal y a la vicepresidenta mencionados. La nota de Adelpha, emitida por voluntad de la mayor¨ªa de la comisi¨®n ejecutiva, tiene plena validez. No es el se?or Souto, sino Adelpha, quien solicita la dimisi¨®n de un ministro que no ha sabido hacer frente a sus responsabilidades y que ha concitado la oposici¨®n de las m¨¢s altas instancias culturales del pa¨ªs.

Esperamos que la pr¨®xima asamblea general de socios de Adelpha ratifique su confianza a los miembros de la junta, radicada en Madrid, que propugnamos una l¨ªnea de independencia frente a la Administraci¨®n./ fundador y adjunto a la presidencia de Adelpha.