Flojo comienzo
Plaza de Bilbao. Primera corrida de las corridas generales. Menos de media plaza. Un toro del marqu¨¦s de Domecq corto e incierto en primer lugar. Cuarto de Sallalero y Bandr¨¦s, tardo y corto. Segundo de Mar¨ªa Dolores Ibarra, inc¨®modo y manso. Quinto de Juan P¨¦rez Tabernero, manso y gazap¨®n. Tercero y sexto de Juan Pedro Domecq, manso el tercero y gazap¨®n el sexto. Todos bien presentados. Curro Romero: cuatro pinchazos bajos, dos metisacas y descabello (bronca). Un pinchazo y once descabellos (bronca). Curro V¨¢zquez: estocada desprendida y, descabello (aplausos). Estocada casi entera y dos descabellos (silencio). Pepe Luis V¨¢zquez: estocada casi entera delantera y un descabello (saludos). Estocada casi entera sin cuadrar y tres descabellos (silencio).
Despu¨¦s de la bronca monumental de la tarde de ayer en Bilbao, Curro Romero, que se fue de la plaza de toros antes del tiempo reglamentario, fue detenido en su hotel por miembros del Cuerpo Superior de Polic¨ªa y de la Polic¨ªa Nacional. Cuando se cierra esta edici¨®n, Curro Romero continuaba en comisar¨ªa, y en cuanto a la penalizaci¨®n por abandonar la plaza sin permiso de la presidencia, se ha podido saber que la multa ser¨¢ de 200.000 pesetas.
La corrida mixta anunciada en principio no result¨® a la hora de la verdad tan mixta, puesto que Joao Moura, lesionado, no tore¨® y fue sustituido por Curro V¨¢zquez. Pero si la poca gente que fue a los toros lo hizo por las mixturas carteleras, se fueron bien servidos y con cara de aburrimiento al comprobar el desmadre ganadero que se organiz¨®, y si no protestaron fue porque los cuatro toros salieron igual de deslucidos y a uno le parec¨ªa que hab¨ªan quedado en los corrales para no afearse los unos a los otros. Menos mal que, al fin y a la postre, el aburrimiento no fue tanto por cuanto el p¨²blico cumpli¨® con la tradici¨®n de abroncar a Curro Romero y este tipo de tradiciones se siguen a raja tabla, y m¨¢s cuando Curro roza el t¨®pico de ?la almohadilla o la borrachera ?.
Las broncas no fueron nada del otro mundo, puesto que las esperanzas estaban puestas en Pepe Luis V¨¢zquez, y no digo en Curro V¨¢zquez, porque casi nadie, desgraciadamente, sab¨ªa qui¨¦n era, y esperaban a los caballos de Moura. Pero Pepe Luis estuvo ap¨¢tico, como sin garias, cumpliendo lo justito para salir del paso; un paso que habr¨ªa que haber dado con m¨¢s decisi¨®n, sin dejarse vencer por el geniecillo de su primero y el gazapqo de su segundo. Sin embargo, la hondura vino con Curro V¨¢zquez en tres ver¨®nicas lentas, cadenciosas, con ritmo y dos ayudados por bajo. Lo dem¨¢s fue un puro batallar con dos marmollllos que no se emplearon. Una batalla serena y con sitio, una batalla al de las que no deciden una guerra, pero le dejan a uno satisfecho de haber querido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.