El Madrid gan¨® en Mallorca con individualidades

ENVIADO ESPECIALGran final en el Torneo Ciudad de Palma y justa victoria del Madrid, cuyas individualidades funcionaron todas a muy alto nivel, y en especial Cunningham; que quiz¨¢ fue el hombre que arrastr¨® al Madrid y desconcert¨® a la Real Sociedad. En el equipo donostiarra s¨®lo Arconada dio su medida.

El partido comenz¨® con los esperados brotes de dureza. En los primeros minutos se alternaron las entradas bruscas, y en principio pareci¨® que el encuentro iba a ser un toma y daca de violencia. Pero Garc¨ªa Carri¨®n, que tan flojo estuvo en el Madrid-Real Sociedad de Liga, supo frenar las brusquedades a tiempo, y cuando ¨¦stas se disiparon dieron paso a un f¨²tbol de gran calidad por parte del Madrid. Angel, inmenso toda la noche, anul¨® a Zamora, y entre esto y la ausencia de L¨®pez Ufarte, la Real Sociedad qued¨® pr¨¢cticamente sin contraataque. Su f¨²tbol, pues, qued¨® reducido a un buen alarde de juego defensivo, que iba a ser puesto a prueba por un Madrid lleno de inspiraci¨®n.

A partir del cuarto de hora de juego, Juanito y Cunningham comenzaron a hacer diabluras. El primero, en la media punta, con regates ajustados y pases inteligentes, y el segundo en una u otra banda, arrastrando tras s¨ª a Celayeta y desbord¨¢ndole siempre. Diego y Cortabarr¨ªa le esperaron a la salida del regate y casi siempre quedaron tambi¨¦n en rid¨ªculo. M¨¢s atr¨¢s, Garc¨ªa Hern¨¢ndez condujo bienal equipo desde la media, y Stielike mantuvo un duelo de f¨²tbol y brusquedades con Alonso. Aunque los laterales del Madrid nunca se volcaron en apoyo del ataque, el juego ofensivo del equipo de Boskov fue suficiente para desconcertar a la Real, que hasta el minuto cuarenta dio una imagen muy pobre. S¨®lo Arconada mantuvo el tipo y atras¨®, con intervenciones felices, el gol del Madrid.

Stielike se qued¨® en la caseta tras el descanso. No se le hab¨ªa apreciado ninguna lesi¨®n, y si Boskov le dej¨® fuera del equipo fue quiz¨¢ para evitar que el partido se pusiera de nuevo ¨¢spero, pues Stielike es un jugador en torno al cual suele saltar la chispa que enciende la violencia. Su sustituto, Gallego, una de las incorporaciones de la temporada, cubri¨® la misma funci¨®n que ¨¦l: la de frenar a Alonso, un centrocampista muy peligroso cuando se va al ataque. Lo hizo bien, y aunque no aport¨® gran cosa a la creaci¨®n de juego, el Madrid sigui¨® con las riendas del partido. En el minuto 63, Juanito, en jugada espl¨¦ndida, consigui¨®. por fin, derrotar a Arconada. A partir de ese momento qued¨® claro que la Real estaba derrotada. Ormaechea sustituy¨® a Celayeta, al que Cunningham hab¨ªa dejado hecho unos zorros, por Murillo, pero ¨¦ste tampoco pudo frenar al ingl¨¦s para eso hubiera hecho falta un, rev¨®lver. Uralde tambi¨¦n dej¨® su puesto para el joven Bakero, jugador de punta, pero en la Real no hab¨ªa fuerza para atravesar la barrera del medio campo madridista y llevar el bal¨®n a los delanteros.

Los intentos de la Real por alcanzar el empate quedaron casi siempre en nada. La defensa del Madrid se desenvolvi¨® bien y Garc¨ªa Rem¨®n estuvo seguro siempre que le fue necesario intervenir en el juego. Cuando se apoderaba del bal¨®n lo lanzaba de volea hasta el otro campo, siempre bien dirigido hacia Cuningham, que una y otra vez enloqueci¨® a Murillo y levant¨® al p¨²blico de sus asientos. En el ¨²ltimo cuarto de hora, la Real sac¨® a relucir un muy feo estilo. El primero en desesperarse por la superioridad del Madrid fue Kortabarr¨ªa, que pag¨® con la expulsi¨®n una patada a Garc¨ªa Hern¨¢ndez. Despu¨¦s, otros compa?eros siguieron su ejemplo y trataron de desquitarse de su impotencia con entradas en las que se dej¨® notar bastante mala uva. El Madrid contuvo sus nervios y trat¨® de no responder, y se limit¨® a dejar pasar el tiempo.

El encuentro estuvo prorrogado por una discusi¨®n entre los directivos de uno y otro equipo en el vestuario. Orbegozo no quer¨ªa que a la Real se le adjudicara por las buenas el vestuario visitante, mucho menos c¨®modo que el local, y exigi¨® sorteo. Pero no lo consigui¨®. El vestuario bueno fue para el Madrid. Lorenzo, el utillero del Madrid, se hab¨ªa instalado all¨ª con todo el material de su equipo desde las nueve de la ma?ana.

Antes de la final se jug¨® el tercer y cuarto puesto del torneo. En este partido el Bohemians de Praga derrot¨® por 3-2 al Os Belenenses.