Calamidad y represi¨®n
Tras la lectura del editorial de EL PAIS del 15 de agosto, no puedo por menos que experimentar una, ya usual, decepci¨®n ante la sempiterna y efectiva capacidad de manipulaci¨®n -cada d¨ªa- m¨¢s sofisticada- sobre medios y personas por parte de oscuras (?) manos, en favor de claros intereses, ya sean estos en un sentido u otro.Evidentemente, este hecho no se ha producido in situ desde el citado editorial, sino que ha quedado reflejado -las jugadas del lenguaje son varias, y a menudo se vuelven contra nosotros- en una palabra, un adjetivo, que formaba parte de lo que en principio era la puntilla dram¨¢tica de una opini¨®n pol¨ªtica, y que -al menos para m¨ª- se convirti¨® en centro preponderante, por m¨¦ritos propios, de lo all¨ª relatado. Me estoy refiriendo al ¨²ltimo p¨¢rrafo del texto situado bajo el titular de ?Carter y la calamidad?, y m¨¢s concretamente a la menci¨®n de una aut¨¦ntica crisis. Esta autenticidad es m¨¢s que discutible, pues aunque sus causas, tr¨¢gicas y tangibles, son reales, su creaci¨®n ha sido absolutamente artificial, elaborada fr¨ªa y calculadamente, con una t¨¦cnica depurad¨ªsima, caracter¨ªstica de los procesos de amoldaci¨®n por parte de los supremos intereses a las nuevas coyunturas, esquemas y situaciones que irremisiblemente surgen.
Crear un miedo generalizado, hacer palpar y sentir a la gente tanto el peligro como la calamidad es una de las muchas razones que han motivado esta crisis, pues esto predispone a las poblaciones a aceptar soluciones de tipo represivo, nocivo e irracional, o a provocarlas, soluciones que, obviamente, producen grandes dividendos a las supereconom¨ªas, tan poderosas como inhumanas./
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.