Contin¨²a la huelga en Polonia a pesar de la promesa de elecciones sindicales libres
La profunda depuraci¨®n del partido comunista, del Gobierno y de los responsables de la informaci¨®n de Polonia anunciada el domingo por el primer secretario del POUP, Edvard Gierek, no ha servido de momento para resolver la crisis sociopol¨ªtica que vive el pa¨ªs. A pesar de ello, los huelguistas reconocieron que los ¨²ltimos acontecimientos eran una ?victoria? para el movimiento obrero, que hoy reanudar¨¢ las negociaciones con el Gobierno, tras la pausa de ayer, una vez que fueron restablecidas las comunicaciones entre Gdansk y el resto del pa¨ªs, condici¨®n indispensable expuesta por los obreros para reanudar las conversaciones.
El nuevo jefe de Gobierno, Josef Pinkowski, es esperado en los astilleros Lenin para dirigir personalmente la delegaci¨®n gubernamental que negocia con el comit¨¦ interempresas (M KS).En Gdansk, como en Varsovia, prevalece el escepticismo tras los cambios de dirigentes, incluida la destituci¨®n del primer ministro, Edvard Babiuch. Los cambios provocan el encogimiento de hombros, incluso cuando ya se predice una pronta ca¨ªda del propio Gierek, teniendo en cuenta el retorno a las esferas de poder de su rival, Stefan Olszowski, depurado en febrero, y que ayer recobr¨® sus puestos en el Bur¨® Pol¨ªtico y el Secretariado del partido comunista polaco (POUP).
En cuanto a la promesa de celebraci¨®n de elecciones sindicales libres y democr¨¢ticas, con n¨²mero ilimitado de candidatos, frente a las actuales listas cerradas, fue acogida con prudencia. Tanto en Gdansk como en la f¨¢brica Zeran, de Varsovia, que no est¨¢ en huelga, se comenta que tales elecciones con todas las garant¨ªas de libertad no cambiar¨¢n demasiado las cosas, en tanto sea el partido comunista el que tenga la ¨²ltima palabra.
Asimismo, la mayor parte de las reacciones coinciden en afirmar que la crisis econ¨®mica polaca es de tal magnitud que nadie sabe c¨®mo salir de ella.
Hasta el momento, el reajuste gubernamental y pol¨ªtico no se ha reflejado en el trato a los disidentes del Comit¨¦ de Autodefensa Obrera (KOR), trece de cuyos miembros, entre ellos Jacek Kuron, permanecen en prisi¨®n.
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