Matizaciones del marqu¨¦s de Gri?¨®n
Quisiera referirme a la informaci¨®n que sobre la finca El Rinc¨®n publica EL PA?S del pasado 29 de agosto, en el sentido de que he convertido ?una finca de secano en un poblado de remolques y tiendas de campa?a?.La parcelaci¨®n en fincas r¨²sticas de la finca Ribera del AIberche se ha realizado legalmente, de conformidad con cuanto se dispone en la legislaci¨®n vigente.
En dichas disposiciones se establece la unidad m¨ªnima de cultivo para parcelas de regad¨ªo en 2.500 metros cuadrados, y 25.000, para las de secano.
L as caracter¨ªsticas de las fincas de secano puestas a la venta son considerablemente mayores que la unidad m¨ªnima de cultivo citada, lo que las sit¨²a a precios fuera del alcance de familias modestas. No ocurre lo mismo con las de regad¨ªo, las cuales son asequibles a las familias trabajadoras del cintur¨®n industrial de Madrid, que son las que, en su mayor¨ªa, vienen a Aldea del Fresno en fines de semana y vacaciones.
Considero que la creaci¨®n de este tipo de huertas es socialmente deseable, ya que tiene como finalidad principal proveer a las familias compradoras de hortalizas y otros productos agr¨ªcolas; pero no como un modus vivendi exclusivo, sino como ocupaci¨®n complementaria o agricultura a tiempo parcial, como se llama modernamente. Se trata de promover un tipo de vida en contacto con la naturaleza, hoy deseada por muchos de nosotros.
La zona vendida como regad¨ªo lo es desde hace dieciocho a?os, en que se hicieron las instalaciones necesarias (casetas de bombeo, tuber¨ªas, etc¨¦tera) que est¨¢n all¨ª, y como tal se viene pagando la contribuci¨®n r¨²stica desde entonces.
Lo que ocurre es que las obras de transformaci¨®n para adecuar la red de riego a las nuevas necesidades surgidas de la subdivisi¨®n, y que han sido objeto de un proyecto agron¨®mico, se han terminado hace pocas semanas y la zona tardar¨¢ algunos meses en recuperar el aspecto de regad¨ªo que ten¨ªa anteriormente. Las parcelas de riego est¨¢n equipadas de un sistema muy perfecto, que permite el riego por aspersi¨®n y por goteo y la total automatizaci¨®n del mismo, si lo desean los compradores.
Es posible que se hayan cometido algunas infracciones urban¨ªsticas por parte de una minor¨ªa de propietarios. Yo he sido el primero en advert¨ªrselo a la comunidad, pero realffiente es el ayuntamiento quien debe imponer las normas urban¨ªsticas vigentes, como me consta que lo viene haciendo. Asimismo, el ayuntamiento, desde el principio, nos ha dirigido varios escritos, que hemos contestado puntualmente. El expediente que existe actualmente parte del hecho, anteriormente mencionado, de que la zona no tenga actualmente aspecto de regad¨ªo, por lo que no tengo la menor duda de que este tema quedar¨¢ aclarado en breve.
Por otra parte, pienso que la instalaci¨®n de caravanas y tiendas de campa?a por parte de los nuevos propietarios es legal.
Por especial atenci¨®n a consideraciones ecol¨®gicas, que, seg¨²n es conocido en amplios sectores, han constituido para m¨ª una preocupaci¨®n constante, la venta de este tipo de parcelas se ha limitado a un n¨²mero reducido de hect¨¢reas, a pelar de la gran demanda que todav¨ªa tenemos, debido precisamente al establecimiento en ellas de los caravaning.
Respecto a la parcelaci¨®n ya realizada, pienso que, si nos reunimos en una mesa de trabajo las partes implicadas (ya tuvimos una primera reuni¨®n a finales de julio), se llegar¨¢ f¨¢cilmente a un acuerdo constructivo en el que, partiendo del respeto a las normas urban¨ªsti cas, se cree una zona hort¨ªcola integrada en el paisaje./
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