Roy Scheider: "El actor debe re¨ªrse de s¨ª mismo"

Como escala final en la gira europea. de promoci¨®n de All that jazz, la ¨²ltima pel¨ªcula de Bob Fosse, ha llegado a Madrid Roy Scheider, el actor protagonista. All that jazz obtuvo la Palma de Oro del Festival de Cannes 1980 y cuatro oscars de Hollywood (direcci¨®n art¨ªstica, partitura musical, montaje y vestuario), ninguno para Scheider, a pesar de que su trabajo ha sido elogiado por p¨²blico y cr¨ªtica. Pero es que no s¨®lo de oscars vive Scheider: ?Me interesa m¨¢s ser actor que ser estrella?. Y a?ade, como para justificarse todav¨ªa m¨¢s: ?El actor debe re¨ªrse de s¨ª mismo antes de que el p¨²blico se r¨ªa de ¨¦l?.

Y resulta cierto. A Roy Scheider -44 a?os-, como a Joe Gideon -personaje que quiere de forma entra?able, aunque ?es el m¨¢s inmoral de los que he hecho?-, no le gustan los excesos del divismo, los montajes superfluos, todo el rollo ajeno al exclusivo trabajo de actor. Esto es, lo que significa la expresi¨®n americana que da t¨ªtulo a la pel¨ªcula: All that jazz. Sabe que las conferencias de Prensa pueden convertirse f¨¢cilmente en rollo, pero tambi¨¦n que forman parte de su trabajo: ?Cuando terminas una pel¨ªcula tienen que especular con ella, darla a conocer?. Y por eso se mantuvo de pie en esta conferencia de Prensa de Madrid, evitando al personal concentrado la dureza de preguntar/ suplicar.?Mi prop¨®sito como actor es conseguir el mejor papel, aunque muchas veces ¨¦ste no corresponde al protagonista?, manifest¨® Roy, refiri¨¦ndose concretamente a su trabajo en Marathon man y en una pel¨ªcula que realiz¨® con un director y actores franceses, Funeral en Los Angeles. Pero Joe Gideon-figura de Comienza el espect¨¢culo, t¨ªtulo espa?ol de su ¨²ltima pel¨ªcula- es diferente. ?Es un personaje-amalgama?, dice, ?con detalles no s¨®lo de Bob Fosse; tambi¨¦n hay m¨ªos y de otra gente del espect¨¢culo?.

La historia de Gideon es la de un core¨®grafo de Nueva York, mujeriego, un tanto neur¨®tico y con el coraz¨®n fatigado, que, en el c¨¦nit de su fama, repasa su vida a trav¨¦s de un di¨¢logo con la muerte. Schneider se siente bien en Nueva York porque ?la gente all¨ª conoce sus defectos: sabe que est¨¢ loca?. Por eso ?el actor s¨®lo tiene que escarbar en el fondo de neurosis que todos tenemos?. Tambi¨¦n se considera mujeriego (dijo un enorme s¨ª en castellano), aunque ?de todas las mujeres que me gustan prefiero a mi mujer (se refiere a Cynthia, la segunda) y a mi hija de diecisiete a?os?. En cuanto a la muerte, confiesa que piensa en ella de cuando en cuando, pero sin obsesionarse. Y sin adoptar una postura tan c¨¢ustica hacia s¨ª mismo como su personaje, cree conveniente tomarse el trabajo con un tanto de iron¨ªa, sin abandonar la dignidad profesional.

Actor en huelga

Roy Scheider, l¨ªder del sindicato de actores norteamericanos en 1967, es miembro de la Uni¨®n de Actores, en huelga desde hace m¨¢s de un mes. ?No es justo que se vendan innumerables veces las pel¨ªculas, y los actores no nos beneficiernos de ello?, afirma. Mantiene una especie de cordial enemistad con la televisi¨®n y nunca ha hecho una serie. La ¨²nica vez que estuvo tentado, al final se arrepinti¨® y tuvo que pagar una multa por incumplimiento de contrato. ?La televisi¨®n es una tumba agradable para los actores veteranos?, dijo Roy no hace mucho, y ahora ratifica: ?La televisi¨®n quema tu imagen, y luego los productores de cine con imaginaci¨®n no trabajan con caras gastadas?.No obstante, reconoce Scheider que lo que le falta en estos momentos al cine de su pa¨ªs es imaginaci¨®n. ?Volvemos a las pel¨ªculas de exclusivo entretenimiento, con escaso contenido la mayor¨ªa de las veces?. Y cuenta un detalle que ¨¦l muy interesado en el cine europeo, ha detectado: ?Los hombres de cine de Europa, que hacen habitualmente fant¨¢sticas peque?as historias, desean hacer superproducciones a la americana, y en Estados Unidos ocurre lo contrario?.

Schneider ama al teatro -le llama madre-, pero prefiere sobre todo el cine, aunque s¨®lo tiene en su haber unas catorce pel¨ªculas. Y gracias a su ¨²ltima caracterizaci¨®n teatral acert¨® cori la imagen que Fosse buscaba para la pel¨ªcula. En la primera prueba, el c¨¢mara le observ¨® una imagen indefinida, ?entre Cristo y el diablo?. Pero despu¨¦s, con el pelo te?ido, casi pelirrojo, y una barba tipo chivo, dio justamente la faz diab¨®lica que requer¨ªa el personaje.