La crisis del cine europeo en el Festival de Venecia
Importante participaci¨®n de pel¨ªculas producidas por la televisi¨®n
La Mostra Internacional del Cine de la Bienal de Venecia, tras el rugido de- los tres leones de oro a las pel¨ªculas de John Cassavetes, Louis Malle, Theo Anghelopoulos y Peter Gothar, vuelve a las actividades permanentes que programa a lo largo del a?o, con encuentros te¨®ricos y festivales monogr¨¢ficos. Hasta la pr¨®xima edici¨®n, la Mostra va a tener que asimilar un cargamento de cr¨ªticas acumuladas en los ¨²ltimos d¨ªas, sobre todo en los aspectos art¨ªsticos, acusada de ambig¨¹edad y de falta de rigor en la selecci¨®n de pel¨ªculas, y de organizaci¨®n, con incomodidades y defectos en el calendario de las proyecciones, y se ha llegado a pedir, sin mucha consistencia, que el festival se traslade a Roma.
Los planteamientos te¨®ricos tienen muchas derivaciones. Burt Lancaster no entend¨ªa las preguntas sobre el valor cultural del cine. El actor ve¨ªa normal la difusi¨®n del cine americano, y el cineasta Louis Malle record¨® una frase de Andr¨¦ Malraux para decir que el cine era una industria. El delicado equilibrio es un tema que consume muchas palabras a las mejores cabezas.En cambio, los aspectos de organizaci¨®n han sido los m¨¢s ruidosos, con cabreos de los cr¨ªticos ante las aglomeraciones, la clasificaci¨®n de categor¨ªas de invitados, los horarios y los defectos de las salas y de la proyecci¨®n. Algunos veteranos opinaban que era el festival m¨¢s ca¨®tico de los ¨²ltimos veinte a?os. Para la pr¨®xima edici¨®n, los organizadores han prometido la utilizaci¨®n de dos nuevas salas.
Aparte de la valoraci¨®n subjetiva de los leones de oro, que ocupa la mayor parte de la informaci¨®n, multiplicada en el momento de los estrenos de las pel¨ªculas premiadas, sobre todo las de Cassavetes y Malle, la Mostra ofrece algunos datos para su historia. Se ha hecho patente la preocupaci¨®n por la actual crisis del cine a nivel europeo y la necesidad de encontrar soluciones sin las barreras de los pa¨ªses, con encuentros y estudios que aporten nuevos sistemas. En el Parlamento italiano va a entrar dentro de unos d¨ªas, para su discusi¨®n, una nueva ley de reforma del cine, industria que en Italia ha disminuido en un 40% respecto al a?o 1975.
De forma paralela a la crisis de creaci¨®n y producci¨®n, los cineastas est¨¢n empe?ados en el estudio progresivo del medio. De esta forma, se ha puesto en marcha un laboratorio que estudia las relaciones entre sonido e imagen, y el director norteamericano Martin Scorsese ha demostrado con la proyecci¨®n de secuencias de pel¨ªculas que el problema del color, fate out, o p¨¦rdida del color original de la pel¨ªcula, puede desembocar en una continua pantalla rosa, sobre todo el material del color Eastman Kodak, a partir de 1950. La alarma ha sonado al ver el estado actual de la copia de Tierra de faraones, de Hawks (1955).
El p¨²blico no coincide con la cr¨ªtica
La cr¨ªtica no es intocable, y el autor puede ejercer su derecho a defenderse. As¨ª, el brasile?o Glauber Rocha, ante las opiniones que hab¨ªa suscitado su pel¨ªcula La edad de la Tierra, llam¨® est¨²pidos, decadentes, vendidos al capital americano, funcionarios de partido, intolerantes y fascistas a los cr¨ªticos italianos. La respuesta de ¨¦stos fue contundente, as¨ª como el apoyo de diecisiete cineastas brasile?osPor distintos conceptos, las pel¨ªculas producidas por la televisi¨®n han ocupado gran parte de la Mostra. Werner Fassbinder, con vaqueros, camiseta calada, chaleco de cuero, sombrero, y sin aparecer por la conferencia de Prensa, anuncia que ?estamos cerca de un nuevo fascismo que tendr¨¢ fachada democr¨¢tica?, y para ilustrar la cercan¨ªa de la Rep¨²blica de Weimar realiza la monumental serie Berl¨ªn Alexanderplatz, un viejo proyecto de llevar al cine la novela de Alfred Doblin. El director y la actriz Hanna Schygulla han dejado el rodaje de Lil¨ª Marlen para pasearse por el Lido. El caso de Antonioni y El misterio de Oberwald es m¨¢s delicado, ya que su experiencia con la electr¨®nica y el pase de la pel¨ªcula al v¨ªdeo ha sido recibida con indiferenc¨ªa. Antonioni ha dicho que tiene que meditar estas reacciones y que en su pr¨®ximo filme vuelve a la pel¨ªcula. El misterio de Oberwald ha costado unos trescientos millones de pesetas, el doble de lo previsto, pero la Radiotelevisi¨®n Italiana (RAI) asume con gusto este aumento de sus n¨²meros rojos ante el experimento audiovisual y el tratamiento del color. La RAI, acusada de devorar al cine, present¨® en la Mostra diecis¨¦is pel¨ªculas, la mayor¨ªa fuera de concurso, en r¨¦gimen de producci¨®n o de coproducci¨®n con otras televisiones, como ocurre con las pel¨ªculas de Fassbinder, Antonioni o Angelopoulos.
El p¨²blico y la cr¨ªtica est¨¢n divididos en numerosas ocasiones. Para citar un ejemplo, la f¨¢bula de El imperio ataca de nuevo fue una de las pel¨ªculas m¨¢s aplaudidas. Su director, Irvin Kershner, no comprend¨ªa el silencio de la cr¨ªtica y a?adi¨® que el p¨²blico que interesa no es el minoritario de los festivales.
En la agenda de las costumbres, las playas del Lido son m¨¢s tradicionales que La Croisette y no se ocupan de la insinuaci¨®n er¨®tica. Tan s¨®lo la modelo inglesa Carol, consuelo de los fot¨®grafos, tuvo su foto en los peri¨®dicos con los pechos blancos, El Lido de Venecia se recupera de la invasi¨®n de la Mostra, y ayer comenz¨® en el casino un campeonato internacional de bridge.
Babelia
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