Julia Bullock, soprano: ¡°La violencia impregna la cultura de EE UU. Me alivia no tener que vivir m¨¢s ah¨ª¡±
La cantante estadounidense protagoniza en el Teatro Real de Madrid la versi¨®n feminista de Katie Mitchell del oratorio de H?ndel ¡®Theodora¡¯
En la mesa del camerino del Teatro Real de Madrid que alberga la charla, descansa un folleto promocional. Una mujer de espaldas, con peluca rubia y vestido de lentejuelas plata, sostiene una cuchara de cocina como si fuera un arma. Es Theodora, el personaje del famoso oratorio de H?ndel, llevado a escena por la reconocida directora brit¨¢nica Katie Mitchell y que se puede ver en el Real hasta el 23 de noviembre. Una mujer que en esta versi¨®n se desprende de su pasividad original y se presenta dotada de cualidades opuestas: insumisa y luchadora. Julia Bullock (Saint Louis, 37 a?os), la soprano estadounidense que la interpreta, entra al cuarto como si fuera suyo, deja su bolso y su abrigo a un lado y r¨¢pidamente se apodera del sof¨¢ con brazos y piernas. Feminista, activista, ganadora del Grammy a Mejor ?lbum en Solitario de M¨²sica Cl¨¢sica en 2023, y de convicciones muy claras. Tanto que, gracias a ella, la Royal Opera House de Londres contrat¨® en 2022, por primera vez en su existencia, a una coordinadora de intimidad para montar las escenas de sexo y violencia de la Theodora que ahora se presenta en Madrid.
Tambi¨¦n convenci¨® al Liceu de Barcelona ese a?o para que hiciera lo mismo en su producci¨®n de Antony y Cleopatra, la ¨®pera que John Adams cre¨® para la propia Bullock. ¡°En Barcelona no estaban muy convencidos al principio, as¨ª que escrib¨ª al director y le dije que o ven¨ªa la coordinadora o yo tampoco estar¨ªa en el montaje¡±, cuenta Bullock, presumiendo su haza?a. Luego describe: ¡°Theodora es una persona con mucha confianza en s¨ª misma y hay cosas que no tolera. Hay muy pocas personas en el mundo con ese nivel de confianza, y han llegado a ¨¦l porque han tenido tantos retos y tan extremos que han llegado a entender que solo pueden confiar en s¨ª mismas¡±. La soprano afroamericana, que otrora tuvo que luchar contra graves problemas de adicciones y contra una dolencia psicol¨®gica que a veces le imped¨ªa cantar, o incluso hablar, no parece percatarse de que la descripci¨®n que hace podr¨ªa ser f¨¢cilmente la suya. Sus crecientes proyectos en Europa la llevaron a dejar EE UU para instalarse en M¨²nich.
Pregunta. Es inevitable preguntarle, antes que nada, por Donald Trump.
Respuesta. No tengo mucho que... [Bullock detiene la conversaci¨®n un segundo para meditar su respuesta] Estuve muy sorprendida por el voto popular. Que ganara de la forma en la que gan¨®, con el voto de la mayor¨ªa, fue muy molesto.
P. ?Por qu¨¦ cree que ha vuelto a suceder?
R. Estados Unidos¡ la forma en la que nuestro pa¨ªs fue fundado, todos los genocidios que se cometieron, y la falta de reconocimiento y reconciliaci¨®n alrededor de siglos de violencia. Creo que esa violencia es algo que sigue impregnando la cultura en EE UU por completo. Desde su incapacidad para lidiar con la violencia armada de una forma seria, hasta su incapacidad para proteger los derechos de las mujeres. Estoy muy aliviada personalmente de no tener que vivir m¨¢s ah¨ª. Y es extra?o decir todo lo que digo de un pa¨ªs muy orgulloso de s¨ª mismo y que presume de ser el m¨¢s liberal y democr¨¢tico de todos.
P. ?Piensa que afect¨® que hubiera una mujer enfrente?
R. Claro que hay una mentalidad supremacista, y el patriarcado tiene sus ra¨ªces en eso. Por supuesto que influy¨®. Quiz¨¢ hasta estas elecciones no me he dado cuenta de lo extendido que est¨¢ ese supremacismo blanco.
P. ?Le preocupa lo que pueda pasar?
R. S¨¦ c¨®mo afecta esto a personas en una escala peque?a, lo s¨¦, pero cuando sucede algo tan extremo como esto, con una elecci¨®n tan importante, no s¨¦ qu¨¦ pueda pasar. Ha sido todo muy revelador.
P. ?Esta versi¨®n de Theodora es una lucha contra el patriarcado?
R. S¨ª. Pienso que Katie [Mitchell] se cans¨® de ver a mujeres morir en los escenarios, a menos de que sea por una raz¨®n absolutamente necesaria. Y siempre encontrar¨¢ una oportunidad para permitirle a las mujeres vivir y cuidarse unas a otras.
P. Imagino que habla del final de la obra. Theodora no solo no es asesinada como en la versi¨®n original, sino que, adem¨¢s, es ella la que mata.
R. S¨ª. Cuando Katie me cont¨® por primera vez c¨®mo quer¨ªa terminar el espect¨¢culo, yo estaba preocupada y no completamente convencida. Porque ten¨ªa interiorizada a Theodora como una m¨¢rtir. Pero mientras fuimos montando la obra y llegamos a la escena final, en la que Theodora escapa, Katie me dijo: ¡®Julia, alguien te dar¨¢ una pistola y solo quiero que salgas¡¯. Y al hacerlo me encuentro moribundo al actor que me violaba una escena anterior. Al principio pens¨¦: ¡®Lo tocar¨¦ y dejar¨¦ morir¡±, pero haci¨¦ndolo fue inevitable que le disparara. Un impulso inevitable. La realidad para todos los personajes de Theodora es que no pueden escapar de la violencia que se les ha metido dentro por estar rodeados de ella. Es desgarrador.
P. ?Ya no duda del final?
R. No. Siempre que alguien cuestiona esta pieza y su final, recuerdo lo que H?ndel y Morell [el libretista del compositor] escribieron: un mensaje de libertad y vida. En ese sentido, creo que esta reinterpretaci¨®n era inevitable o lo hubiera sido pronto.
P. ?Esta personalidad de Theodora estaba en el libreto original?
R. Absolutamente. Es un personaje que tiene mucha fe. Fe en s¨ª misma, en las personas que quiere. Y no duda nunca. Y sabe perfectamente lo que quiere. Solo busca amor y aceptaci¨®n. Todo eso est¨¢ en la original y en esta versi¨®n. En realidad, del libreto original solo se quitaron algunos argumentos cristianos que llevaban al patriarcado, pero la esencia est¨¢ ah¨ª. ?Incluso agregaron un aria m¨¢s! (dice entre risas).
P. Ha dicho que esta reinterpretaci¨®n era inevitable, ?piensa que tambi¨¦n ser¨¢ inevitable en otras ¨®peras?
R. Pienso que la mayor¨ªa de las piezas oper¨ªsticas del repertorio tienen mensajes que valen la pena. Solo se trata de saber cu¨¢les de esos mensajes se quieren dejar claros y cu¨¢les no necesitamos escuchar una y otra vez. As¨ª que s¨ª, creo que hay una oportunidad en cada una de las ¨®peras del canon para enmarcarlas de una forma que no muestre al abuso y la opresi¨®n como el ¨²ltimo final. Hay patrones que no tenemos que repetir.
P. Este montaje tambi¨¦n ha cambiado patrones fuera del escenario. Ha sido muy sonada la implementaci¨®n de una coordinadora de intimidad. ?Para qu¨¦ sirve?
R. No sabemos los traumas con los que cargan algunos artistas y algunos de ellos pueden dispararse con escenas as¨ª [parece que se le corta el aire repentinamente]. Perd¨®n, estoy tambale¨¢ndome un poco, porque esto no lo hab¨ªa contado en ninguna parte. Lo iba a hacer pronto, pero sirve ahora para explicarlo. Lo que hacemos en las sesiones de intimidad es ir tocando nuestros cuerpos, de los pies a la cabeza, para ver qu¨¦ ¨¢reas est¨¢ bien tocar y cu¨¢les no. Y en nuestra primera sesi¨®n con Ita [O¡¯Brien, la coordinadora de intimidad], est¨¢bamos trabajando en la primera escena en la que me asaltan y todo estaba en orden, ?sabes? No tocaban mis pechos, no hab¨ªa nada, todo era neutral. Pero hubo un movimiento que le pidieron a mi colega que explorara conmigo, fuera de personaje. Y las l¨¢grimas empezaron a brotar de mis ojos. Yo solo pod¨ªa decir: ¡°Lo siento, lo siento mucho, estoy bien, estoy completamente bien¡±, mientras me secaba las l¨¢grimas. Insist¨ªa: ¡°Solo sigamos con la escena, sigamos¡±. E Ita dijo: ¡°Alto. Esta es exactamente la raz¨®n por la que hacemos esto, claramente eso te ha disparado algo y no tenemos que discutir qu¨¦ o por qu¨¦, pero pas¨® y eso significa que ese movimiento no debe ser parte del trazo esc¨¦nico¡±. No fue hasta tres semanas despu¨¦s cuando me di cuenta del momento que hab¨ªa disparado ese episodio. Algo sobre mi vida cuando ten¨ªa veinte, pero eso no ten¨ªa que ser parte del espect¨¢culo y ciertamente yo no ten¨ªa que revivirlo durante los ensayos y funciones. Y es verdad, queremos que los actores sean verdaderos, pero no a expensas de su salud emocional o f¨ªsica.
P. ?Esto pasa mucho en el mundo de la ¨®pera?
R. Me ha pasado a m¨ª y hay colegas que me han dicho que lloraban antes de cada funci¨®n porque ten¨ªan miedo de lo que pod¨ªa pasar. Eso no est¨¢ bien. Es abuso, simple y sencillo. Incluso si el artista ha aceptado ser abusado, sigue siendo abuso. Esto de la coordinadora es un cambio en la cultura y es muy positivo.
P. ?Incluso si el artista lo ha aceptado?
R. Es irrelevante. Yo viv¨ª a?os haciendo escenas en las que pensaba: ¡°Oh, soy muy buena actriz por hacer esto¡±. Y creo que, en realidad, solo estaba viviendo mis traumas personales en el escenario y eso interfiere incluso con mi habilidad de cantar y con mi habilidad de vivir mi vida afuera.
P. Fue la primera vez que trabaj¨® una coordinadora de intimidad en la Royal Opera House.
R. S¨ª, de hecho no estaba planeado, pero surgi¨® de una conversaci¨®n que tuve con Katie, que tambi¨¦n dirig¨ªa esa pieza, y ella me escuch¨® y la trajo. Me alivi¨® mucho ver que se tomaba tan en serio las sugerencias de sus actores.
P. Luego fue la primera vez en Espa?a con otro montaje, Antony y Cleopatra, en el Liceu de Barcelona.
R. En Barcelona al principio no estaban muy convencidos, no lo entend¨ªan. As¨ª que escrib¨ª al director y le dije: ¡°Esto es esencial para m¨ª, puedes hacerlo o no, pero si no viene la coordinadora, yo tampoco estar¨¦ en el espect¨¢culo¡±.
P. Alguna vez dijo que no consideraba al arte como terapia. ?Tiene que ver con lo que hablaba antes?
R. S¨ª. M¨¢s all¨¢ de las terapias de arte que existen. Ya sabes, musicoterapia o cosas as¨ª. Y yo cada vez que canto es como una recalibraci¨®n de mi sistema, por supuesto que es terap¨¦utico. Pero el escenario es un espacio de trabajo y hacemos algo para que otras personas lo vean. Hay que ordenar las emociones, no solo dejarse llevar y disociarse. No quiero que mis historias de sanaci¨®n personal obstaculicen la transmisi¨®n al p¨²blico. Disociarse en escena significa que hay cosas que no est¨¢s elaborando como actor. Incluso puede ser peligroso cuando tratas temas como los de la mayor¨ªa de las ¨®peras. Tienes que ser completamente consciente de las decisiones que tomas en el escenario y estar presente siempre. Hay otros lugares para trabajar tus traumas.
P. Quiz¨¢ por esa conciencia esc¨¦nica, usted es tambi¨¦n es particularmente reconocida por su talento actoral.
R. Bueno, cada cantante de ¨®pera de la que estuve enamorada era una gran actriz. Todas. Veo v¨ªdeos de cantantes en los 30 y 40 y, s¨ª, cantan incre¨ªble con mucho poder vocal, pero si apagas el sonido, siguen siendo muy luminosas y claras en su comunicaci¨®n. Y eso es algo que quiero incorporar a mi trabajo.
P. ?Puede afectar a su trabajo vocal?
R. S¨ª, a veces puede verse comprometida mi voz. Sigo trabajando en ello, porque creo de verdad que puedes encontrar un balance entre las dos. Es parte del trabajo de ser una cantante de ¨®pera.
Babelia
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