Los militares turcos inician la represi¨®n contra los extremistas

Viene de primera p¨¢gina

Las calles de Estambul ofrec¨ªan su abigarrado aspecto habitual ayer por la tarde, quiz¨¢ con una leve disminuci¨®n del tr¨¢fico rodado. Controles militares, no especialmente r¨ªgidos, pod¨ªan verse en las principales avenidas, as¨ª como tanquetas militares y carros de combate estacionados en puntos clave de la ciudad. Patrullas de soldados, con la bayoneta calada, pululan por todas las esquinas, pero no mucho m¨¢s que lo hac¨ªan, por ejemplo, hace cinco meses sin golpe de Estado por medio. Los carros de combate fueron retir¨¢ndose de la capital, Ankara, a primeras horas de la tarde de ayer.

El aeropuerto de Yesilkoy ha sido abierto a los vuelos internacionales y, poco a poco, se reanudan tambi¨¦n los nacionales. La radio emite m¨²sica ligera y abundantes boletines de noticias. Ayer no salieron los diarios en ingl¨¦s, pero no existe, aparentemente, ning¨²n tipo de restricci¨®n a la entrada de Prensa extranjera o de periodistas de otros pa¨ªses, que han llegado a centenares en las ¨²ltimas horas.

El fin de semana supone un atolladero para los nuevos dirigentes del pa¨ªs, que anunciar¨¢n el lunes nuevas medidas. El Consejo Nacional de Seguridad, formado pos los jefes de los tres ej¨¦rcitos y la polic¨ªa, y presidido por el jefe del Alto Estado Mayor, general Kenan Evren, est¨¢ en pleno control del poder y no hay noticias de que exista la m¨¢s m¨ªnima resistencia. Evren, de 62 a?os, est¨¢ considerado pol¨ªticamente como un moderado y ayer fue calificado, por vez primera, como ?jefe del Estado?.

El golpe de Estado militar, tercero que se produce en Turqu¨ªa en los ¨²ltimos veinte a?os, no sorprendi¨® a nadie y si las protestas han sido m¨¢s bien escasas a nivel internacional, dentro del pa¨ªs han sido pr¨¢cticamente inexistentes. El general Evren hab¨ªa dado un primer ultim¨¢tum en diciembre del a?o pasado, cuando inst¨® a los partidos pol¨ªticos a unirse para hacer frente al terrorismo y a la grave crisis econ¨®mica. Despu¨¦s hubo una nueva advertencia en mayo y m¨¢s recientemente en agosto, cuando el m¨¢ximo jefe de las fuerzas armadas se quej¨® p¨²blicamente de la ineficacia e impotencia del poder civil.

La alternancia en el Gobierno del conservador. Demirel y el socialdem¨®crata Ecevit durante m¨¢s de una d¨¦cada, y el complejo juego pol¨ªtico del parlamentarismo turco, incapaz, por ejemplo, de elegir un nuevo presidente de la Rep¨²blica desde el cese de Koruturk, en el pasado mes de abril, no pudieron hacer frente a la espiral de violencia desatada por el terrorismo de derecha y de izquierda, que ha costado unos 2.500 muertos al pa¨ªs en lo que va de a?o. Con la inflaci¨®n rondando el ciento por ciento, el desempleo cercano al 30% de la fuerza de trabajo, una deuda externa del orden de los 25.000 millones de d¨®lares y un d¨¦ficit en la balanza de pagos de 4.000 millones, no es de extra?ar que pocos turcos a?oren el r¨¦gimen pol¨ªtico al que han puesto fin los militares, en nombre de los principios fundamentales del Estado, creado por Ataturk en 1923.

Dudas sobre la vuelta al poder civil

Sin embargo, est¨¢ por ver ahora si las fuerzas armadas turcas, due?as del poder absoluto y sin ning¨²n ¨®rgano popular de control, pueden poner fin, en un plazo razonable de tiempo, al terrorismo, la inflaci¨®n y el desempleo. Y, por supuesto, si una vez hecho esto o en v¨ªas de hacerse, devuelven el poder a los civiles. La Prensa occidental, que ha sido escasamente cr¨ªtica en general con el golpe, recordaba ayer que los militares turcos devolvieron el poder a los civiles muy r¨¢pidamente tras sus intervenciones en 1960 y 1971, esta ¨²ltima derrocando por primera vez a Suleiman Demirel, que pasa as¨ª a tener un extra?o r¨¦cord. Los militares turcos, aseguran los observadores occidentales, no tienen nada que ver con los coroneles griegos, y se retirar¨¢n pronto a sus cuarteles.

Eso, efectivamente, ha prometido hacer el general Evren, una vez est¨¦ modificada la ley Electoral y se haya redactado una nueva Constituci¨®n, ya que la de 1961 fue borrada de un plumazo el viernes por el Consejo Nacional de Seguridad. Es todav¨ªa pronto para apreciar en qu¨¦ direcci¨®n se mover¨¢n realmente los nuevos dirigentes del pa¨ªs, as¨ª como para comprobar la veracidad de su centrismo pol¨ªtico y su oposici¨®n a ambos extremismos. La que se anuncia como una dura represi¨®n se ha iniciado ya, y pronto se podr¨¢ ver qui¨¦nes son los m¨¢s perseguidos.

El hecho de que el ultraderechista Alpaslan Turkes, presidente del Movimiento de Acci¨®n Nacional y jefe de las milicias fascistas Lobos Grises, no fuera detenido en la madrugada del viernes, al contrario que los dem¨¢s dirigentes pol¨ªticos, ha hecho pensar que fue avisado por alguno de los golpistas, que podr¨ªa tener simpat¨ªas ultraderechistas. No hay pruebas, sin embargo, de esto ni se conoce por ahora el paradero de Turker, que, seg¨²n parece, podr¨ªa haber huido a Alemania, donde sus milicias tienen cierta implantaci¨®n entre los emigrantes turcos. El general Evren dict¨® ayer un ultim¨¢tum para que hoy, antes de las trece horas, se presente a las autoridades militares.

La enorme importancia estrat¨¦gica de Turqu¨ªa, el ¨²nico aliado de Washington que tiene frontera directa (unos setecientos kil¨®metros) con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y la llave del acceso al Mediterr¨¢neo desde el mar Negro por el B¨®sforo y Dardanelos, contribuir¨¢ a que se haga la vista gorda en muchas canciller¨ªas occidentales. Tras los sucesos de Ir¨¢n y Afganist¨¢n, esa importancia estrat¨¦gica es a¨²n mayor y suficiente para que se pueda decir en los pa¨ªses miembros de la OTAN que Turqu¨ªa es ?el ¨²nico pa¨ªs del mundo donde un golpe de Estado militar no es autom¨¢ticamente malo para la democracia?.