Su¨¢rez, el prestidigitador

El primer ministro de la era posfranquista, Adolfo Su¨¢rez, parece que tiene s¨®lo una respuesta a su declinante popularidad en el pa¨ªs: remodelar el Gobierno. (...)El nuevo Gobierno se ha comprometido a realizar un ambicioso programa de austeridad fiscal, creaci¨®n de puestos de trabajo y liberalizaci¨®n del mercado. Parece muy improbable que este conjunto de medidas econ¨®micas pueda remediar efectivamente el deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica de Espa?a y poner fin al azote del terrorismo. (...)

Su¨¢rez, por ejemplo, ha eliminado a su ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, para calmar las ambiciones de Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, un ¨ªntimo compa?ero de Su¨¢rez. (...)

Para contentar a los liberales, Su¨¢rez design¨® a Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, ministro de Justicia. Ord¨®?ez ha sido un cr¨ªtico abierto del Gobierno Su¨¢rez y flirte¨® con los socialistas. Para satisfacer a los conservadores, nombr¨® al duro ex ministro del Interior, Mart¨ªn Villa, en la cartera de las autonom¨ªas.

Para resolver los urgentes problemas econ¨®micos, Su¨¢rez escogi¨® a Leopoldo Calvo Sotelo, un cat¨®lico conservador vinculado a los bancos y a la comunidad de hombres de negocios. (...)

17 de septiembre