La propuesta comunista exige mayor presi¨®n fiscal
El plan de urgencia contra el paro, cuya primera parte, referida al empleo y basada en un documento previo elaborado por CC OO y asumido por el PCE, se centra en la protecci¨®n al desempleo existente, recoge en su segunda parte las acciones a corto plazo a realizar por el sector p¨²blico para iniciar la inversi¨®n de la tendencia de agravamiento del paro y el modelo de asignaci¨®n de recursos para financiar las medidas propuestas.
El plan de urgencia contra el paro del PCE, dado que, seg¨²n se?ala, no es previsible una aceleraci¨®n s¨²bita de la inversi¨®n privada productiva, indica que la inversi¨®n p¨²blica ser¨¢ el par¨¢metro indicador de la acci¨®n contra el paro. En esta l¨ªnea propone un aumento de la inversi¨®n p¨²blica en los Presupuestos Generales del Estado hasta alcanzar el 27,1 % del gasto p¨²blico, lo que representa un incremento de 4,6 puntos en el peso relativo de los gastos de inversi¨®n, dentro de los gastos totales presupuestados.As¨ª, el incremento de la inversi¨®n, en t¨¦rminos reales, respecto a la prevista para 1980 ser¨¢ del 47,9%, aproximadamente. El cumplimiento de este objetivo se considera compatible con la sustancial elevaci¨®n que han de sufrir tambi¨¦n las transferencias corrientes, como consecuencia de dos de los objetivos contenidos en el plan: la protecci¨®n al desempleo y las actuaciones de la Seguridad Social, encaminadas a mejorar las pensiones m¨ªnimas y a sufragar los gastos de jubilaciones anticipadas (v¨¦ase EL PAIS de 23-9-1980), lo que requerir¨¢ que el Estado aporte un 13% del presupuesto de la Seguridad Social, porcentaje que, por otra parte, el PCE considera necesario para que se cumpla el compromiso adquirido en los pactos de la Moncloa: llegar en 1983 a un 20% de aportaci¨®n del Estado (la aportaci¨®n actual es de un 8,6%).
Inversi¨®n selectiva
Los sectores a los que vaya dirigida la inversi¨®n deber¨¢n reunir, seg¨²n el borrador del PCE, tres caracter¨ªsticas fundamentales. Por un lado, deben permitir la r¨¢pida movilizaci¨®n de recursos materiales y humanos que presenten un alto efecto multiplicador de la actividad econ¨®mica general y satisfacer necesidades sociales y econ¨®micas, aminorando simult¨¢neamente el importante d¨¦ficit en infraestructura y equipamiento. Al mismo tiempo han de ser sectores intensivos en factor trabajo, favoreciendo la modernizaci¨®n del conjunto de la producci¨®n y dando preferencia al desarrollo tecnol¨®gico propio.A todo ello hay que sumar las inversiones comprometidas en sectores b¨¢sicos, como energ¨ªa, transportes o comunicaciones.
En lo que respecta a la energ¨ªa, el PCE se?ala como actuaciones inmediatas el dar prioridad a la autorizaci¨®n y construcci¨®n de nuevas centrales t¨¦rmicas de carb¨®n, que adem¨¢s pueden ser precisas para compensar los retrasos en otras instalaciones generadoras, as¨ª como acometer las inversiones m¨¢s accesibles en centrales hidroel¨¦ctricas, agilizar el Plan de Electrificaci¨®n Rural, racionalizar la miner¨ªa del carb¨®n y llevar a cabo la aplicaci¨®n efectiva de los programas para mejorar la estructura de refino de petr¨®leo y proceder a las inversiones en la red de transporte y distribuci¨®n de gas.
La construcci¨®n de viviendas se sit¨²a como primer sector inversor durante el pr¨®ximo a?o ?por razones econ¨®micas y sociales?. Al mismo tiempo, la demanda deber¨¢ ser impulsada a trav¨¦s de la creaci¨®n de un mercado hipotecario que facilite la construcci¨®n y adquisici¨®n.
El d¨¦ficit actual de viviendas se cifra en el citado borrador en 600.000, que exigir¨ªa la construcci¨®n de 325.000 viviendas anuales durante cinco a?os. De ellas, 180.000 podr¨ªan ser de construcci¨®n p¨²blica. En 1981, las inversiones en viviendas oficiales deber¨ªan estar comprendidas, seg¨²n el PCE, entre 250.000 y 350.000 millones de pesetas, lo que generar¨ªa unos 140.000 empleos directos y unos 80.000 indirectos.
Especial ¨¦nfasis se pone en el borrador del plan de urgencia del PCE al proceso de nueva estructura de sectores en crisis, tales como la siderurgia, la construcci¨®n naval, textil, electrodom¨¦sticos, veh¨ªculos industriales, calzado, etc¨¦tera. La reestructuraci¨®n de estos sectores habr¨ªa de hacerse manteniendo el mayor nivel de empleo y haci¨¦ndolo compatible con la modernizaci¨®n de la industria, evitando las reestructuraciones de plantilla. Al mismo tiempo, ser¨ªa necesario centrar el esfuerzo econ¨®mico en el saneamiento de los activos que sienten las bases de la futura rentabilidad, efectuando las mejoras de pasivo necesarias.
Por otra parte, el PCE propugna la creaci¨®n de un fondo de inversi¨®n para la promoci¨®n de empleos alternativos en las zonas afectadas por la reconversi¨®n industrial y el establecimiento de una estrategia de negociaci¨®n con centrales sindicales, ayuntamientos y Gobiernos aut¨®nomos, para los procesos de reconversi¨®n.
Financiaci¨®n del plan
El plan de urgencia contra el paro requiere una aportaci¨®n de medios considerable, seg¨²n reconocen los autores del mismo. Esfuerzo que se materializa en el presupuesto del Estado. En este sentido, el plan parte de la hip¨®tesis de un crecimiento medio del ¨ªndice de precios en un 16% y aumento del producto interior bruto (PIB), en un 3,5%. Con ello, el PIB se situar¨ªa en 1981, en t¨¦rminos monetarios, en la cifra de 18,463 billones de pesetas.Por otra parte, se propugna un aumento de la presi¨®n fiscal directa en un 1% respecto al PIB previsto, con lo que se situar¨ªa en un 13,78% del mismo. La presi¨®n fiscal indirecta se aumentar¨ªa en un 0,5% del PIB logrado en base a la reducci¨®n de las desgravaciones fiscales. Incremento que supondr¨ªa unos ingresos adicionales de 93.000 millones de pesetas. Dado que los gastos fiscales en 1980 han sido previstos en 349.000 millones, el PCE estima que se trata de una reducci¨®n de un cuarto, en t¨¦rminos monetarios.
Esta reducci¨®n descartar¨ªa el impuesto sobre el tr¨¢fico exterior y los impuestos de consumo. Las desgravaciones previstas en 1980 para ambos tipos de impuestos totalizaban 178.000 millones de pesetas. Con ello, la cifra de ingresos asciende, seg¨²n el borrador del plan, a 2.640 billones, aproximadamente, en 1981.
El presupuesto de gasto p¨²blico, de acuerdo con las medidas propuestas, quedar¨ªa situado en 3,250 billones de pesetas, aumentando en un 71,5% las inversiones y en un 55,5% las transferencias corrientes, y haciendo descender relativamente los gastos de funcionamiento (de un 42,9% a un 35,4%).
El d¨¦ficit presupuestario previsto por el PCE totaliza los 610.000 millones de pesetas, que podr¨ªa ser financiado mediante un fuerte aumento de la emisi¨®n de deuda p¨²blica, empr¨¦stitos exteriores de 90.000 millones de pesetas y unos recursos al Banco de Espa?a de 250.000 millones de pesetas.
Por ¨²ltimo, dentro de las medidas encaminadas a financiar el plan, se se?ala que en el presupuesto de transferencias corrientes ha de preverse una aportaci¨®n del Estado a la Seguridad Social de 175.000 millones de pesetas, y 400.000 millones al seguro de desempleo. La aportaci¨®n a la Se guridad Social significar¨ªa pasar del 8,26 % al 13 %.
La fuerte aportaci¨®n al seguro de desempleo ser¨ªa la alternativa a los 295.000 millones de pesetas presupuestados para el INEM en 1981, y constituir¨ªa la financiaci¨®n estatal necesaria para cubrir las previsiones de seguro de desempleo contenidas en el programa.
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