Dos atracadores muertos y otro herido en tiroteo con la polic¨ªa tras el asalto a un banco
Dos atracadores -Manuel Garc¨ªa Asperilla, de treinta a?os, y Jos¨¦ Gal¨¢n Garrido, de veintiuno murieron a tiros y un tercero fue gravemente herido en un enfrentamiento con la polic¨ªa, inmediatamente despu¨¦s del asalto a una sucursal del Banco de Bilbao, en la avenida del Mediterr¨¢neo. Dolores Pino, una viandante, sufri¨® una herida de bala, de pron¨®stico menos grave, en un muslo, durante el largo e intenso tiroteo entre los funcionarios de la Brigada Judicial, entre los que se encontraba una mujer polic¨ªa, y los tres delincuentes. El bot¨ªn del atraco, m¨¢s de dos millones de pesetas, fue ¨ªntegramente recuperado. La misma oficina bancaria hab¨ªa sido asaltada el pasado 22 de febrero; en aquella ocasi¨®n, los dos atracadores fueron arrestados a la salida del local.
La Brigada de Polic¨ªa Judicial hab¨ªa montado un servicio antiatraco en la zona pr¨®xima a la avenida. Un creciente ¨ªndice de delitos aconsejaban la instalaci¨®n de un dispositivo de vigilancia permanente. A las 9.20 de la ma?ana de ayer, los sistemas electr¨®nicos que el Banco de Bilbao hab¨ªa incorporado hace varios meses a su oficina del n¨²mero 24 de la avenida del Mediterr¨¢neo volvieron a funcionar por segunda vez. En la anterior -ma?ana del d¨ªa 22 de febrero-, dos j¨®venes atracadores hab¨ªan sido detenidos en la calle por los agentes policiales. Las dotaciones de los patrulleros se desplazaron inmediatamente hacia el banco.Uno de los clientes habituales entr¨® en la oficina poco antes de las 9.25. Detr¨¢s de la puerta, un hombre ?de cierta edad, vestido con pantal¨®n y americana claros, sin corbata y de un aspecto relativamente sospechoso?, le dijo: ?T¨²mbate?, sin demasiada convicci¨®n. El respondi¨®: ?T¨²mbate t¨²?, y se encontr¨® con que un segundo hombre, encapuchado, pero sin duda m¨¢s joven, le apoyaba una pistola en los ri?ones y repet¨ªa la palabra en un tono mucho m¨¢s perentorio. El cliente pudo mirar a su alrededor mientras obedec¨ªa. Acert¨® a ver a ocho o diez personas recostadas en el suelo, y a un tercer hombre, con la cara cubierta y armado tambi¨¦n. Aparentemente, el de la puerta actuaba como vigilante y se encargaba de poner un poco de orden en los movimientos de sus c¨®mplices. ?No os pong¨¢is nerviosos. La caja, mirad en la caja?. Simult¨¢neamente, los testigos oyeron frases entrecortadas como ?Que te sacudo?, ?Tranquilos?, y exclamaciones indescifrables en un momento de m¨¢xima tensi¨®n.
Una inspectora de polic¨ªa
Uno de los atracadores portaba una bolsa de pl¨¢stico verde, que el cobrador fue llenando de billetes. Exactamente, de 2.400.000 pesetas en billetes de banco. El golpe parec¨ªa haber terminado con ¨¦xito.Pero, por segunda vez en pocos meses, los polic¨ªas, entre ellos uno femenino, hab¨ªan logrado llegar a tiempo y r¨¢pidamente se camufiaron en los parapetos naturales de la calle.
El testigo recuerda muy bien el desenlace. ?Un segundo despu¨¦s de que saliera el tercer atracador, o¨ª el chasquido de la cerradura de la puerta principal y, en seguida, el primer disparo y muchos otro consecutivos?. La polic¨ªa matizaba que los tres asaltantes iban provistos de tres pistolas del calibre 9 corto, de un rev¨®lver y de abundante munici¨®n. ?Adem¨¢s de los cargadores de las armas, que fueron casi totalmente vaciados durante el tiroteo, dispon¨ªan de m¨¢s cargadores y proyectiles en sus bolsillos?. El testigo asegura que las detonaciones fueron espaci¨¢ndose. Dos de los atracadores hab¨ªan ca¨ªdo inmediatamente. El tercero, poco despu¨¦s. En apariencia, los dos primeros estaban muertos, y el otro, gravemente herido: ten¨ªa un balazo en la cara. Una mujer que caminaba por la acera tambi¨¦n se quejaba de un disparo en una pierna.
Los agentes encargados de la operacion volv¨ªan a los coches. La joven inspectora que hab¨ªa tenido que participar intensamente en ella, y que algunos vecinos recuerdan como ?esa chica que disparaba al aire con tanta rapidez?, desaparec¨ªa en silencio con sus compa?eros.
El helic¨®ptero policial que practica vuelos continuos sobre zonas selectivas de la ciudad lleg¨® unos segunos m¨¢s tarde. Aterriz¨® en la calzada y traslad¨® a Manuel Garc¨ªa Asperilla, de treinta a?os, que parec¨ªa el m¨¢s quebrantado, a la ciudad sanitaria La Paz. Sus c¨®mplices, Guillermo Asperilla, de dieciocho a?os; Jos¨¦ Gal¨¢n, de veintiuno, y la herida, ingresaron en la ciudad sanitaria Provincial. Garc¨ªa Asperilla y Gal¨¢n ya hab¨ªan muerto cuando llegaron. El estado de Guillermo Asperilla fue calificado de ?grave?, y el de Dolores Pino, de ?menos grave?. Por segunda vez, el bot¨ªn hab¨ªa sido ¨ªntegramente recuperado.
Junto con el bot¨ªn y las tres armas utilizadas en el atraco y en el tiroteo -un rev¨®lver Astra del 38 y dos pistolas del 9 corto-, y al parecer una cuarta, el grupo XI de la Brigada de la Polic¨ªa Judicial, que llev¨® a cabo el servicio, recuper¨® un Chrysler 150, presumiblemente robado, que fue usado por los atracadores.
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