La enfermedad del ?infierno?

Deseo contribuir para que sucedan menos -?qu¨¦ Iluso soy!- hechos anacr¨®nicos, irracionales, sectarios, etc¨¦tera, como el que le pas¨® a una amiga m¨ªa, la cual fue a unos ejercicios espirituales en la Iglesia Popular Espa?ola y, entre otras cosas, la hablaron del infierno. Y lo triste es que se lo crey¨® de tal forma que la tuvieron que llevar a un ps¨ªc¨®logo por los problemas ps¨ªquicos que le acarre¨®. El especialista, para su restablecimiento, la prohibi¨® asistir a la tal iglesia o secta, seg¨²n la opini¨®n de cada uno.Y, se?ores te¨®logos, ya estamos cansados de demagogias de ultratumba. Pueden sermonearnos sobre moral, mas olvidense del ?infierno?- pues es inexistente, teniendo en cuenta la raz¨®n la objetiva interpretaci¨®n b¨ªblica el car¨¢cter de Dios etc¨¦tera- olvidense de ideas de origen pagano, de sectarismos, sin practicar lava dos de cerebro. ex¨¦gesis ingenuas y un largo etc¨¦tera.

Pues. digan algunas iglesias lo que quieran -unas pocas confesiones religiosas creen que el infierno es el sepulcro, la muerte eterna-, Dios es mejor que Hitler y ¨¦ste no tendr¨ªa ni al peor jud¨ªo en las llamas eternas de vuestro infierno. Y mucho menos a mi amiga./