Francia ha presentado un informe catastrofista sobre la entrada de Espa?a en la CEE
![Soledad Gallego-D¨ªaz](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F59d0121e-34c2-42ae-9720-96991394acc9.png?auth=9618d8510e6d38fb4af0fc3320ebbd584c15c5aa49a79f467985675046e6d666&width=100&height=100&smart=true)
La delegaci¨®n francesa ante el Mercado Com¨²n ha presentado a sus ocho colegas un duro informe sobre las consecuencias de la adhesi¨®n de Espa?a a las Comunidades Econ¨®micas Europeas, en el que se insiste en negar cualquier negociaci¨®n sobre el cap¨ªtulo agr¨ªcola mientras no se reformen los actuales reglamentos, y se propone que, antes de fin de a?o, los nueve entreguen al Gobierno espa?ol ?una declaraci¨®n de orden general, describiendo los problemas y dificultades previsibles en lo que concierne a la integraci¨®n de la agricultura?.
El documento, al que tuvo acceso ayer EL PAIS, consta de diez folios y ?responde?, dice textualmente, ?al deseo manifestado por los delegados de los otros Estados miembros de conocer los problemas agr¨ªcolas que plantea la adhesi¨®n de Espa?a?.La delegaci¨®n francesa realiza un somero examen de los datos de base de la agricultura espa?ola, que permite comprender -afirma- la amplitud del problema. Sin embargo, un estudio detallado de su propio informe revela que Francia maneja cifras que no s¨®lo no coinciden con las calculadas por Espa?a, sino que rebasan muy ampliamente las propias estimaciones de los servicios de la Comisi¨®n Europea, a la que parece dif¨ªcil acusar de trato preferencial hacia nuestro pa¨ªs. Algo as¨ª, sin embargo, sugiere el documento franc¨¦s, que arremete duramente contra los documentos de la comisi¨®n.
Seg¨²n los franceses, la adhesi¨®n de Espa?a no exige s¨®lo un reajuste de la agricultura comunitaria, sino su ?mutaci¨®n?. Para ello se basa en los siguientes datos: la producci¨®n de tipo mediterr¨¢neo (aceite de oliva, vino, frutas y legumbres) representa m¨¢s de un tercio del total de la producci¨®n agr¨ªcola espa?ola y, sobre todo, el 85%, al menos, de sus exportaciones. Espa?a posee el vi?edo m¨¢s grande del mundo: 1,7 millones de hect¨¢reas, contra 1,2 millones en Francia y 1,1 en Italia. Es el segundo productor europeo de frutas y legumbres, despu¨¦s de Italia, y su producci¨®n de aceite de oliva es casi igual que la de la CEE en su conjunto. Todo ello -y este parece ser el punto que m¨¢s irrita a nuestros vecinos- con unas reservas de productividad muy grandes.
El documento galo insiste en que las actuales posibilidades financieras de la Comunidad Econ¨®mica Europea no pueden hacer frente al gasto que supondr¨ªa la adhesi¨®n de Espa?a. Arremete contra los c¨¢lculos efectuados por la comisi¨®n europea -muy bajos, a?ade-, y afirma que s¨®lo para el aceite de oliva ser¨ªan necesarios mil millones de unidades de cuenta (la comisi¨®n calcula 625 millones). El ingreso de nuestro pa¨ªs en el club de los nueve se traducir¨ªa, alega Par¨ªs, en un gasto extra para el Feoga (Fondo de Garant¨ªa de Precios) de 350 a 400 millones de unidades de cuenta anuales (la comisi¨®n ha estimado que no superar¨¢n los 150 o 200 millones).
De acuerdo con estas cifras -la delegaci¨®n francesa no explica c¨®mo ha llegado a ellas-, el informe galo afirma tajantemente que es imprescindible modificar el ?activo? comunitario antes de proceder a la ampliaci¨®n. ?Dif¨ªcilmente se comprende c¨®mo la comisi¨®n puede pronunciarse sobre el contenido de las medidas transitorias aplicables a Espa?a sin conocer previamente el contenido de las nuevas reglas comunitarias?, se?ala.
Despu¨¦s de resaltar los riesgos de desequilibrio del mercado de frutas y legumbres, los expertos franceses afirman que existe una gran diferencia entre los costes de la producci¨®n agr¨ªcola en Espa?a y en los pa¨ªses comunitarios, y que, aunque los rendimientos actuales de la agricultura espa?ola son inferiores a los de los nueve, la misma adhesi¨®n puede invertir esta relaci¨®n, aunque s¨®lo fuera por el aumento de la superficie de regad¨ªo, que, explica, puede incrementarse en ?un mill¨®n de hect¨¢reas en los pr¨®ximos veinte a?os?.
Los franceses sospechan que, ?sea cual sea la orientaci¨®n que Espa?a d¨¦ a su pol¨ªtica agr¨ªcola (y aqu¨ª hacen un inciso para se?alar que existe una gran incertidumbre a este respecto), se puede ya afirmar que tender¨¢ a desarrollar los productos de exportaci¨®n?.
El vino es el cap¨ªtulo que m¨¢s preocupa a Par¨ªs -Francia es un gran productor-, aunque reconoce que nuestros vi?edos producen s¨®lo la mitad que los de su pa¨ªs. ?Pero eso puede cambiar?, alega. El potencial medio de Espa?a puede llegar a ser de cuarenta millones de hectolitros, seg¨²n sus expertos.
A este escenario tan favorable para nuestra agricultura y tan negro para la comunitaria, y sobre todo para la francesa, el Gobierno de Giscard d'Estaing a?ade un ?riesgo? m¨¢s los perjuicios que la adhesi¨®n de Espa?a causar¨¢ a pa¨ªses terceros de la cuenca mediterr¨¢nea.
Proseguir la negociaci¨®n
En medios pr¨®ximos a la misi¨®n espa?ola ante la CEE, el documento franc¨¦s ha sido acogido ?con preocupaci¨®n, pero sin caer en la trampa de reacciones airadas que, al parecer, busca el Gobierno de Par¨ªs?, seg¨²n dellar¨® un portavoz oficioso.
Seg¨²n dichas fuentes, los intereses espa?oles deben ser defendidos con frialdad, sin acudir ?al enga?o?. El nuevo ministro para las Relaciones con la Comunidad Econ¨®mica Europea -que se entrevist¨® ayer, en Luxemburgo, con el presidente de turno del Consejo de Ministros, Gaston Thorn, y con el vicepresidente de la Banca Europea de Inversiones- es un decidido partidario de proseguir las negociaciones en los campos en los que sea posible, sin ?dar pretextos para que la pausa sea una realidad?. La teor¨ªa del Ministerio de La Trinidad es que hay que negociar en Bruselas y en las nueve capitales europeas todo lo que se pueda ir negociando.
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