Euskadiko Ezkerra condena el asesinato del dirigente ucedista
?A nadie se le puede quitar la vida por sus ideas?, afirma en un comunicado el comit¨¦ ejecutivo de Euskadiko Ezkerra, reunido ayer con car¨¢cter de urgencia para analizar el atentado que en la noche del lunes cost¨® la vida a Ignacio Ustar¨¢n, miembro de la ejecutiva de UCD de Alava.
Al condenar el mencionado atentado, reivindicado por ETApm, Euskadiko Ezkerra considera ?que el inicio de tal din¨¢mica, adem¨¢s de atentar contra los derechos fundamentales de la persona, no conduce a frenar la brutal represi¨®n a la que se ve sometido nuestro pueblo por los aparatos del Estado y por los incontrolados, sino que, por el contrario, enrarece a¨²n m¨¢s el clima de tensi¨®n e inseguridad colectiva?.Euskadiko Ezkerra, tras reafirmar su apoyo a las v¨ªas pol¨ªticas (?que en su d¨ªa despertaron las esperanzas de nuestro pueblo?) como sistema para encauzar el proceso de democratizaci¨®n y para superar la crisis pol¨ªtica, econ¨®mica y social que padece Euskadi, se?ala que, no obstante, su condena del atentado ?no supone olvidar la grave responsabilidad del Gobierno de UCD en la desestabilizaci¨®n del proceso democr¨¢tico y auton¨®mico y en la frustraci¨®n de muchas de las aspiraciones de nuestro pueblo?.
Aunque ya con motivo del triple atentado de Barajas, Chamart¨ªn y Atocha, el 30 de julio de 1979, Euskadiko Ezquerra hab¨ªa condenado por primera vez una acci¨®n de ETApm, a la que exigi¨® una autocr¨ªtica p¨²blica, nunca hasta la fecha se habla desmarcado tan claramente como en esta ocasi¨®n de una actuaci¨®n concreta de los polis-milis.
Normalidad en el entierro y en el funeral
Dentro de una absoluta normalidad se celebr¨® ayer en Vitoria la inhumaci¨®n y funeral de Jos¨¦ Ignacio Ustar¨¢n Ram¨ªrez, miembro del comit¨¦ ejecutivo de UCD de Alava, que fue asesinado el lunes por la noche en una acci¨®n que se ha atribuido ETApm. Unas 1.500 personas abarrotaron la iglesia de San Mateo, que es la parroquia correspondiente al la zona donde resid¨ªa la v¨ªctima.No hubo gritos ni exclamaciones de ning¨²n tipo, y ¨²nicamente hay que destacar las palabras pronunciadas por la viuda, Rosario Muela, concejala centrista del Ayuntamiento de Vitoria, en el momento en que el ata¨²d era depositado en el pante¨®n familiar. ?Lo ¨²nico que quiero deciros?, dijo la concejala de UCD, ?es que mi marido era un hombre bueno y nunca hizo mal a nadie?. Asisti¨® el ex ministro de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja Aguirre, entre otras personas. La viuda rompi¨® a llorar despu¨¦s de pronunciadas las palabras antes citadas, que fueron dichas con voz normal y tono resignado.
La misa de funeral fue oficiada por quince sacerdotes, uno de los cuales pronunci¨® una homil¨ªa, en la que dijo que ?hay momentos en que el silencio es m¨¢s elocuente, porque nos ayuda a reencontrarnos?.
Se ha, confirmado que Jos¨¦ Ignacio Ustar¨¢n no estaba amenazado ni ten¨ªa escolta policial, informa nuestro corresponsal, J. A. Abasolo. Tal circunstancia, unida a la falta de relevancia de la v¨ªctima en el partido, hacen pensar que el atentado se realiz¨® contra el objetivo de m¨¢s f¨¢cil realizaci¨®n dentro de una acci¨®n dirigida contra UCD.
Dureza e inhumanidad
La dureza e inhumanidad de los autores del hecho se pone de relieve al saberse que tres de los cuatro hijos de la v¨ªctima contemplaron c¨®mo los j¨®venes que realizaron la acci¨®n obligaban a su padre a tenderse en el suelo. Tambi¨¦n conminaron a uno de los hijos a buscar una tijera para cortar los cables del tel¨¦fono.Asimismo, la no existencia de casquillos en el coche en que fue abandonado indica que recibi¨® los disparos fuera del mismo. Y por la trayectoria de una de las balas, con entrada por la frente y salida por la nuca, se supone que la v¨ªctima fue obligada a ponerse de rodillas antes de recibir la descarga.
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