Iglesia y divorcio
He sido p¨¢rroco en Toledo, di¨®cesis del cardenal, durante unos 25 anos y, en mi parroquia, se han divorciado matrimonios de muchos a?os de validez y con hijos que hab¨ªan sobrepasado la edad del uso de raz¨®n. ?Consecuencia? Que tanto el var¨®n como la hembra, l¨®gicamente, han seguido sus caminos y el mism¨ªsimo cardenal primado ha tenido que autorizar nuevas y nov¨ªsimas uniones de unos y unas con otras y con otros. (Revistas tiene Espa?a).Con mi amor y m¨¢ximo respeto a los c¨®nyuges interesados, yo, en su caso, tal vez hubiera hecho lo mismo, digo y pregunto: (con palabras con las que el ?pueblo suele hablar a su vecino?) Marcelo, cardenal primado, ?por qu¨¦ deshizo esos matrimonios ?hechos? por los contrayentes por su lib¨¦rrima voluntad y con la leg¨ªtima asistencia del ministro de nuestra Santa Madre la Iglesia? Dado que todos eran de ?la nobleza? y ppderosos en dinero, ?cu¨¢nto cost¨® a los contrayentes el ?facer y desfacer tantos entuertos??
Para la gente, ?el pueblo de Dios?, no hay m¨¢s colores, puros o mezclados, que los del arco iris. Se podr¨¢ malcontestar con la verbolog¨ªa de ?divorcio?, ?separaci¨®n can¨¢nica?, ?nutidad? o lo que sea. Rojo o rojo y gualda. Igual da. Lo que no se puede hacer es contestar correcta, y honestamente a esta segunda y ¨²ltima preguntita: ?Por qu¨¦ s¨®lo pueden tener color destructivo los matrimonios de los ricos, que pueden pagar muy fuerte al cardenal; al mismo tiempo que ¨¦ste, con archipalabras, defiende, en su carta pastoral, la absoluta imposibilidad de separaci¨®n de los pobres?
Si la Iglesia cat¨®lica ense?a que el matrimonio de los ricos es de naturaleza distinta al de los pobres, me desdigo de todo lo dicho; mas si el matrimonio de Cristo es uno e indisoluble, yo pedir¨ªa al cardenal un poquito, nada m¨¢s, de ese maravilloso ejemplo de nuestros legisladores de que alud¨ªa al principio y a quienes tanto ?descritica?. Digo descritica por ser evidente que los tiros se le van por la culata.
Es para todos evidente que la mayor apolog¨ªa del divorcio son los divorcios de clase, autorizados y ejecutados por la misma jerarqu¨ªa, que, con sus obras, debiera defender la indisolubilidad del matri
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monio cat¨®lico./ Ex sacerdote.
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