Iglesia y divorcio

Somos un matrimonio cristiano. Vaya por delante que no nos consideramos integrantes del llamado ?catolicismo progresista?, por entender que tal denominaci¨®n es una reacci¨®n contra un cristianismo r¨ªgido.Somos ciudadanos por situaci¨®n obligada y cat¨®licos por elecci¨®n responsable. Como cat¨®licos, considerarnos nuestro matrimonio como un sacramento y hemos aceptado nuestra uni¨®n de forma madura, responsable y duradera. Ahora bien, como ciudadanos -y ya en la esfera civil- creemos que el matrimonio es un derecho fundamental de los individuos y el divorcio tambi¨¦n es un derecho fundamental (siempre que para su concesi¨®n existan causas que lo justifiquen, naturalmente, incluyendo entre las mismas un mutuo consenso de personas inteligentes). Por tanto, la injerencia de la Iglesia -entendida como parte de la misma, ya que la Iglesia, casi como Hacienda, somos todos los que somos Iglesia- en asuntos relativos a la autonom¨ªa de la esfera civil que caen fuera de su competencia no es ya s¨®lo probablemente anticonstitucional o reavivadora de ?guerras santas?, sino una estupidez o una rabieta est¨¦ril que no va a contribuir precisamente a disipar la ?turbaci¨®n de las conciencias?./