La Sinf¨®nica de la BBC y la Orquesta de C¨¢mara de Israel

Si grande fue el triunfo de Rozhdestvensky y la Orquesta Sinf¨®nica de la BBC en su concierto de presentaci¨®n (inaugural del festival de 1980), mayor entusiasmo despert¨® el segundo programa. Sobre Mozart, quiz¨¢ como sobre muy pocos compositores, cada int¨¦rprete -si lo es verdaderamente- tiene sus palabras a decir. La visi¨®n de Rozhdestvensky se basa quiz¨¢ en una consideraci¨®n: el m¨²sico de Salzburgo no hac¨ªa en sus sinfon¨ªas ?m¨²sica de c¨¢mara?, sino que practicaba el sinfonismo propio de la ¨¦poca. No hay, por tanto, raz¨®n alguna para reducir las sonoridades, contener la expresi¨®n, reducir el juego de los arcos. Con un sonido denso pero limpio, y a trav¨¦s de una continuidad lineal muy bella, los m¨²sicos ingleses y su director nos dieron una excelente Sinfon¨ªa 31, Par¨ªs.

Wagner-Sarah Walker

Despu¨¦s, nueva intervenci¨®n de la mezzo Sarah Walker en unos pentagramas que le cuadran perfectamente: los Wesendock-Lieder, de Ricardo Wagner. Estupenda p¨¢gina, nacida al calor de una amistad y a la sombra de Trist¨¢n. Gracias a este cielo, el nombre de Wagner entra, por propio derecho, en la historia del g¨¦nero m¨¢s caracter¨ªstico del romanticismo: el lied. La interpretaci¨®n del ciclo requiere cualidades de muy diverso orden, desde una cierta naturaleza vocal hasta un saber modular desde lo m¨¢s ¨ªntimo a lo muy brillante. Trat¨¢ndose de Wagner, la sustancia dram¨¢tica que alienta en todo lied deb¨ªa adquirir una fisonom¨ªa que se avecinase a la palabra cantada de su teatro, en este caso, al m¨¢s hondo e intimista drama wagneriano: Trist¨¢n e Isolda. La Walker, ayudada por la preciosa colaboraci¨®n de la orquesta de la BBC y Rozhdesvensky, hizo naturalidad de lo que tantas hacen ¨¦nfasis. Desde El ¨¢ngel hasta Sue?os, la curva fue perfecta, tanto al cantar lo exterior (las gotas pesadas sobre las verdes hojas) como al internarse en m¨¢s problem¨¢ticas galer¨ªas y soledades (Los sue?os como espl¨¦ndidos rayos de luz que se hunden en el alma), sin olvidar textos y sonidos abiertamente tristanescos (Cuando toda un alma se sumerge en otra alma).

El joven Shostakovitch

Para finalizar, la Primera, de Shostakovitch esa explosi¨®n genial de un joven, que a¨²n no hab¨ªa cumplido veinte a?os, capaz de asombrar a todos. Estrenada por Nikolai Malko, en Leningrado, el a?o 1926, la obra dio pronto la vuelta al mundo como anuncio de un seguro talento, m¨¢s meritorio en su originalidad cuando estaba ?sitiado? por las creaciones de Strawinsky, Prokofiev, el mejor Falla, Ravel, Bartok. El mismo esp¨ªritu que anima La nariz, espl¨¦ndida ¨®pera sobre Gogol, campea en esta sinfon¨ªa cuya vitalidad discurre a trav¨¦s de la individualizaci¨®n instrumental y no por v¨ªa de grandes masas sonoras, como suceder¨¢ luego. Todav¨ªa Shostakovitch no es el gran pesimista que revelar¨¢ mucha de su m¨²sica y confirmar¨¢n sus tan tra¨ªdas y llevadas Memorias. Si luce, en tan excesiva juventud, un magisterio sorprendente, original, pero no fuera de su tiempo, que todav¨ªa hace mella en los auditorios. M¨¢s a¨²n si la versi¨®n alcanza los m¨¢ximos niveles de excelencia, tal fue el caso de Rozhdestvensky y la Sinf¨®nica de la radio brit¨¢nica. El festival y el Patronato Pro M¨²sica se han apuntado un tanto de importancia.

La Orquesta de C¨¢mara de Israel

Este formidable conjunto que dirige ahora el sovi¨¦tico Rudolf Barshai (antiguo titular de la Orquesta de C¨¢mara de Mosc¨²) ofrece no calidad, sino verdadera exactitud de ejecuci¨®n. No parece sino que se tratara de un excelente cuarteto. Escuchar a los Israel¨ªes la transcripci¨®n hecha por Barshai de El arte de la fuga, seguir la meridiana claridad de textura de la sinfon¨ªa Haffner o asistir a su colaboraci¨®n con Mar¨ªa Luisa Cortada en el Concierto en mi mayor, para clave y orquesta, de Juan Sebasti¨¢n, emociona por su pura perfecci¨®n. La clavecinista barcelonesa hizo gala de su esp¨ªritu selecto y su refinamiento de estilo, en una audici¨®n dirigida a los ?escolares?. Que un festival internacional abra este cap¨ªtulo para la iniciaci¨®n musical de la juventud me parece positivo.