"El refer¨¦ndum que propone Alianza Democr¨¢tica ser¨ªa un golpe de Estado"
Antes de dejar la capital portuguesa para unos d¨ªas de ?descanso y reflexi¨®n?, el secretario general del Partido Socialista portugu¨¦s, Mario Soares, concedi¨® esta entrevista exclusiva a la corresponsal de EL PAIS en Lisboa. Este optimista impenitente que dirige la principal fuerza de oposici¨®n al Gobierno de centro-derecha de Alianza Democr¨¢tica no se encuentra en absoluto abatido por una derrota electoral -la del pasado domingo- que ¨¦l califica de ?relativa?. Parece sincero cuando afirma que el poder, en estos momentos, en Portugal ser¨ªa ?un regalo envenenado? para la izquierda democr¨¢tica. Considera, entre otras cosas, que el haber detenido la ?ltalianizaci¨®n? de Portugal y del PS es ya una victoria, que los socialistas tienen la intenci¨®n de ampliar a lo largo de los cuatro a?os de ?traves¨ªa del desierto" que les esperan.
Pregunta. Para quien sigui¨® la campa?a electoral de su partido y del Frente Republicano y Socialista (FRS), la derrota del 5 de octubre fue, en cierto modo, sorprendente. ?Qu¨¦ pas¨®?Respuesta. Hemos sufrido una derrota que aceptamos, en la medida en que no hemos conseguido nuestro objetivo principal, que era el de acabar con la mayor¨ªa parlamentaria de AD. Pero es una derrota relativa, en el sentido de que hemos conseguido otros objetivos tambi¨¦n importantes y que ser¨¢n decisivos a medio plazo. Hemos conseguido detener la ?italianizaci¨®n? del socialismo democr¨¢tico, La apuesta de Alianza Democr¨¢tica por la bipolarizaci¨®n ha sufrido un rev¨¦s que el futuro se encargar¨¢ de ampliar. El FRS se ha afirmado como la ¨²nica alternativa democr¨¢tica a la pol¨ªtica de derechas que Alianza Democr¨¢tica tendr¨¢ ahora que ejecutar.
P. Pero, en contra de sus previsiones, AD ampli¨® su mayor¨ªa.
R. Durante los ¨²ltimos nueve meses el Gobierno no gobern¨®, sino que utiliz¨® el poder para una campa?a electoral permanente. Tom¨® medidas destinadas a crear artificialmente algunos beneficios para los portugueses en materia de aumento de ingresos y contenci¨®n de la inflaci¨®n. Hizo muchas promesas, y s¨®lo algunas realizaciones concretas, con el fin espec¨ªfico de conquistar a la poblaci¨®n rural. Adem¨¢s, el Gobierno ha utilizado en su beneficio los medios de informaci¨®n, callando la voz de la oposici¨®n. Cuando esto era insuficiente, no dud¨® en emplear medios a¨²n m¨¢s dr¨¢sticos: depuraciones, amenazas y presiones de todo tipo. No es casualidad que los periodistas, tuvieran que realizar un paro simb¨®lico el mismo d¨ªa de las elecciones para denunciar las presiones a las que est¨¢n sometidos. Pero la mayor¨ªa del pueblo portugu¨¦s no es a¨²n demasiado sensible a esta situaci¨®n, porque el Gobierno de AD supo mantener una fachada democr¨¢tica. Esa fachada va a estallar ahora bajo el doble efecto de la crisis -nacional e internacional- y de la factura que AD debe pagar. El Gobierno va a tener que ejecutar ahora la pol¨ªtica genuina de Alianza Democr¨¢tica, que implica la reconstituci¨®n de los grandes grupos econ¨®micos y financieros y la restauraci¨®n de los privilegios de la antigua clase dominante.
P. La creaci¨®n de la coalici¨®n FRS no represent¨®, pr¨¢cticamente, ning¨²n voto suplementario para los socialistas. ?Va a revisar ahora su pol¨ªtica de alianzas?
R. No hemos tenido avances globales, pero en algunos lugares nuestra progresi¨®n es significativa, aunque seguimos perdiendo en las zonas rurales. En general, hubo una transferencia notable de votos de la izquierda para el FRS, mientras que no progresamos lo que esper¨¢bamos por el centro. En mi Opini¨®n, m¨¢s importante que los resultados inmediatos es la din¨¢mica que el FRS ha conseguido, crear y que sus adversarios han reconocido. Esa din¨¢mica ser¨¢ reforzada. Emprendemos ahora una ?traves¨ªa del desierto? con serenidad, con confianza en nosotros mismos, convencidos de representar a la tercera parte del electorado portugu¨¦s.
P. El Partido Comunista retrocedi¨® hasta sus posiciones electorales de 1976 y esta quiebra se traduce en un debilitamiento de la izquierda...
R. ..Que contin¨²a, sin embargo, totalizando m¨¢s votos que la derecha. Pero el retroceso del PCP es un hecho y, en mi opini¨®n, un hecho positivo, ya que el PCP es un factor de inmovilismo en la sociedad portuguesa. Los acontecimientos, de Afganist¨¢n y de Polonia tuvieron ciertamente una influencia sobre el electorado m¨¢s informado y politizado. Pero el hecho decisivo es que el PCP se cre¨® una imagen desfavorable por su rigidez, su sectarismo y su envejecimiento. Los trabajadores y la juventud no pueden dejar de ser sensibles al hecho de que los comunistas portugueses siguen agarrados a las soluciones de los a?os treinta.
P. El primer ministro Sa Carneiro, al no rechazar la idea de un pacto de r¨¦gimen con los socialistas ofrece al PS la oportunidad de apoyar la revisi¨®n constitucional que AD propone.
R. Nosotros seguiremos defendiendo la necesidad del di¨¢logo. Pensamos que existen zonas del consenso que merecen ser destacadas y no silenciadas. Estamos de acuerdo con aquellos que dicen que es preciso acabar con el Consejo de la Revoluci¨®n, acentuar el car¨¢cter civil del r¨¦gimen, mejorar el sistema de relaciones entre ¨®rganos de poder. En consecuencia, estamos dispuestos a llegar a acuerdos con las fuerzas, cualquiera que sean, que quieren mejorar las instituciones.
En cuanto a¨ª sistema econ¨®mico y social impl¨ªcito en la Constituci¨®n, seguimos defendiendo un modelo de coexistencia competitiva entre el sector p¨²blico y el sector privado. No estamos de acuerdo con la asfixia y el desmantelamiento del sector p¨²blico, que nos parece un instrumento fundamental en los tiempos de crisis que Portugal y el mundo viven. Pero tambi¨¦n estamos de acuerdo con el est¨ªmulo a la iniciativa privada, individual o cooperativista. Ser¨ªa preciso un di¨¢logo largo y detailado sobre todos estos puntos. Y nos parece que la actitud m¨¢s saludable, para la mayor¨ªa, ser¨ªa buscar el consenso y no plantear los problemas en t¨¦rminos de o todo o nada.
P. Est¨¢ la piedra de toque del refer¨¦ndum.
R. Nosotros no nos oponemos al refer¨¦ndum como m¨¦todo de consulta democr¨¢tica. A lo que nos oponemos es a la utilizaci¨®n del refer¨¦ndum como instrumento de revisi¨®n constitucional, porque, como analiz¨® Duverger, un refer¨¦ndum de este tipo constituir¨ªa un golpe de Estado. Si el sector antidemocr¨¢tico de AD prevalece e impone el todo o nada, encontrar¨¢ una fuerte resistencia en las fuerzas democr¨¢ticas, y el Frente Republicano y Socialista estar¨¢ a la cabeza de esta resistencia.
P. El candidato presidencial apoyado por el FRS ha perdido muchas posibilidades de ser elegido...
R. Nosotros mantenemos firmemente nuestro apoyo a la candidatura del general Eanes y seguimos confiando en su reelecci¨®n. Esta hubiera sido m¨¢s f¨¢cil si el FRS hubiese alcanzado la victoria, pero el triunfo de AD y la agresividad demostrada inmediatamente por el Gobierno hacia el jefe del Estado van a hacer muy dif¨ªcil y delicada la situaci¨®n del presidente en los pr¨®ximos meses. Pero hasta el fin de su mandato, en enero, sigue siendo el presidente elegido por los portugueses y estamos incluso convencidos de que los insultos, los excesos cometidos contra el presidente en la euforia de la victoria acabar¨¢n por volverse contra sus autores.
Eanes no es el candidato ni del PS ni del FRS. Tenemos con ¨¦l algunos objetivos convergentes, a pesar de que consideramos que cometi¨® errores que la historia juzgar¨¢ y que abrieron las puertas al regreso de la derecha. Pensamos que la raz¨®n no pierde sus derechos y que las acusaciones lanzadas contra el general Eanes de ser instrumento de los comunistas y de dirigir un grupo pol¨ªtico-militar de conspiradores no es que sean ¨²nicamente injustas, es que son rid¨ªculas. Parte del electorado de AD, que juzga a Eanes por sus actos y sabe que, lejos de favorecer a la izquierda, fue ¨¦l quien brind¨® a AD las elecciones de diciembre pasado, votar¨¢ por ¨¦l en las presidenciales.
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