Los obispos contin¨²an atacando la ley de Divorcio
Cuando a¨²n est¨¢n recientes las declaraciones del cardenal primado de Espa?a, Marcelo Gonz¨¢lez, se?alando la ?ilicitud? de la ley de Divorcio y recordando que no hablaba en nombre propio, ?sino de toda la Iglesia?, algunos prelados de di¨®cesis provinciales se han pronunciado tambi¨¦n en la misma l¨ªnea del primado. As¨ª, el obispo de Cartagena-Murcia ha declarado: ?El cristiano no podr¨¢ utilizar nunca la ley civil del divorcio?, mientras que el de Guadalajara reproduc¨ªa ayer las palabras del de Huesca: ?Si se acepta el divorcio, se sustituye el matrimonio por el concubinato?. En t¨¦rminos similares se ha pronunciado tambi¨¦n el titular de Ciudad Real.
Monse?or Javier Azagra, obispo de la di¨®cesis de Cartagena-Murcia, dijo ayer, en una entrevista a un diario local, que ?para el cristiano el matrimonio es indisoluble y adem¨¢s lo es para siempre. En conciencia, el creyente no podr¨¢ utilizar nunca la ley civil del divorcio. Los legisladores?, afirma este prelado, ?pueden acometer con este proyecto de divorcio la soluci¨®n a aquellas situaciones matrimoniales en las que existen graves problemas, pero midiendo muy bien el alcance de sus propias actuaciones. Se debe tener en cuenta que una ley de divorcio, si es muy abierta, entra?ar¨¢ el peligro de que a las primeras dificultades los matrimonios opten por acudir a ella, cuando, en muchas ocasiones, los problemas pueden ser superados con el esfuerzo de los c¨®nyuges, sin tener que acudir a un desenlace tan funesto?.Por su parte, el bolet¨ªn oficial del obispado de Sig¨¹enza-Guadalajara reproduce en su ¨²ltimo n¨²mero la nota sobre el divorcio publicada por el obispado de Huesca. Entre otras cosas, se dice: ?El proyecto no hace distinci¨®n entre matrimonio can¨®nico y civil, lo que constituye una intromisi¨®n de la autoridad civil en lo que es exclusivo de la Iglesia; a saber: la regulaci¨®n y la decisi¨®n sobre el matrimonio entre bautizados, lo cual es un quebrantamiento del reciente acuerdo entre el Gobierno espa?ol y la Santa Sede?.
?El Estado?, contin¨²a, ?no puede arrogarse competencia alguna sobre el v¨ªnculo matrimonial, pues deriva directamente de la ley natural y de su autor, Dios. Por esta incompetencia o falta de jurisdicci¨®n del Estado sobre el v¨ªnculo matrimonial es radicalmente nula y sin valor jur¨ªdico alguno la ley implantadora del divorcio?.
?Al suprimir la indisolubilidad del v¨ªnculo?, finaliza, ?que es una de sus propiedades esenciales, la ley destruye la naturaleza del matrimonio, sustituy¨¦ndolo por un concubinato?.
Tambi¨¦n el obispo de Ciudad Real y administrador de la di¨®cesis de Albacete, monse?or Rafael Torija de la Fuente, publica en el ¨²ltimo n¨²mero del bolet¨ªn de este ¨²ltimo obispado una pastoral sobre la familia y la costumbre de rezar el rosario, en la que tambi¨¦n se refiere al divorcio. ?Los cristianos sabemos?, escribe monse?or Torija, ?que lo que Dios ha unido no puede separarlo el hombre, y estimamos que el divorcio es un mal social que debe evitarse. Una familia s¨®lidamente fundamentada en el v¨ªnculo indisoluble del matrimonio constituye siempre el principio de una sana convivencia social?.
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