Acuerdo favorable para la federaci¨®n en su disputa con el RACE

Las tensiones entre el Real Autom¨®vil Club de Espa?a (RACE? la Federaci¨®n Espa?ola de Automovilismo (FEA), surgidas a ra¨ªz del Gran Premio de Espa?a de F¨®rmula 1, e incrementadas posteriormente por el diferente enfoque del deporte del autom¨®vil defendido por las respectivas entidades, ha terminado en un acuerdo, en el que la gran beneficiada parece ser la federaci¨®n. El ¨¦xito se debe, sin duda, a la habilidad de su presidente, Fernando de Baviera, que ahora afrontar¨¢ las pr¨®ximas elecciones federativas con el respaldo de este triunfo.En el Gran Premio de Espa?a de F¨®rmula 1, el RACE, organizador de la carrera, se puso de parte de pilotos y constructores, mientras la federaci¨®n apoy¨® a la FISA, que preside el franc¨¦s Balestre. Fue, en parte, por la actuaci¨®n de la federaci¨®n espa?ola por lo que la carrera fue declarada ilegal y no puntuable, los pilotos sancionados y el, RACE gravemente censurado por la Federaci¨®n Internacional.

A ra¨ªz de entonces, las reuniones entre Fernando de Baviera, presidente de la federaci¨®n, y el marqu¨¦s de Cubas, presidente del RACE, no sirvieron para solucionar las diferencias de criterio, sino, antes al contrario, aumentaron las divergencias.

De Baviera consigue su objetivo

En ese estado de cosas, Fernando de Baviera comenz¨® a gestionar la cesi¨®n definitiva del poder deportivo internacional, que cada a?o le cede el RACE. La compleja estructura federativa internacional, en la que se mezclan cuestiones deportivas con otras puramente administrativas, hace que dif¨ªcilmente pueda comprenderse desde la ¨®ptica espa?ola un problema que, en definitiva, deber¨ªa quedar resuelto de la forma como va a quedar: que la FEA, y no el RACE, sea quien controle el deporte en este pa¨ªs, incluso como sucursal de la Internacional.Aunque la cuesti¨®n de fondo parece clara, la forma es la que no lo est¨¢ tanto. En principio, el RACE quer¨ªa llegar a un acuerdo con la FEA para llegar a un compromiso pactado, mientras que la federaci¨®n no quer¨ªa llegar a ning¨²n pacto en algo por lo que cree tener derecho.

Al final, la habilidad de Fernando de Baviera para desenvolverse entre el Consejo Superior de Deportes y la Federaci¨®n Internacional le ha servido para salirse con la suya y conseguir la cesi¨®n ahora provisional y, en la pr¨®xima asamblea general de la Federaci¨®n Internacional, la definitiva sin ning¨²n acuerdo o contrapartida por su parte. Probablemente, Baviera tendr¨¢ que dimitir -o ser¨¢ cesado- de su cargo de vicepresidente del RACE, pero sus planes para la federaci¨®n se habr¨¢n cumplido a rajatabla.

Este ¨¦xito por parte de la federaci¨®n, en su pugna con el RACE, servir¨¢, sin duda, para que Fernando de Baviera refuerce su postura de cara a las pr¨®ximas elecciones, para las que se presenta ahora muy reforzado. De cualquier forma, para esas elecciones, el actual presidente tendr¨¢ que recomponer su equipo, que ha demostiado claramente su ineficacia.