Gerardo Diego, investido ayer doctor "honoris causa" por la Universidad de Santander
El escritor habl¨® sobre "Erratas, poes¨ªa y otras zarandajas"
El poeta Gerardo Diego fue investido ayer doctor honoris causa por la Universidad de Santander, en un acto acad¨¦mico al que asistieron varios cientos de personas de toda la regi¨®n c¨¢ntabra, que interrumpieron repetidamente el discurso del nuevo doctor con aplausos para las distintas composiciones que recit¨® el poeta, quien, por otra parte, habl¨® en su discurso de ?la errata, la poes¨ªa y otras zarandajas?.
Gerardo Diego, de 84 a?os, hab¨ªa recibido el viernes las medallas de oro de Santander y de Cantabria, que acordaron concederle el ayuntamiento y la diputaci¨®n, respectivamente. Ma?ana, el poeta y acad¨¦mico santanderino asistir¨¢ al ¨²ltimo de los homenajes programados en la regi¨®n, en el que la Universidad Internacional Men¨¦ndez y Pelayo le ofrecer¨¢ un recital de romances polif¨®nicos del cancionero espa?ol del siglo XVII y, m¨¢s tarde, una conferencia del director de la Real Academia de la Lengua, D¨¢maso Alonso, que hablar¨¢ sobre el tema Las tierras de Espa?a en la poes¨ªa de Gerardo Diego.?No deja de ser una triste muestra de la rigidez de la Universidad espa?ola?, dijo en su discurso el decano de la facultad de Filosof¨ªa y Letras, doctor Ram¨®n Teja, que actu¨® de padrino de la investidura, ?el que en ning¨²n momento supiese acoger entre sus docentes a un poeta y escritor cuya obra era, entre tanto, objeto de tesis doctorales y estudios en los m¨¢s variados pa¨ªses y lenguas. Que este acto sea un desagravio, aunque tard¨ªo, a esta paradoja, y un revulsivo para la Universidad?.
Por su parte, en la gratulatoria, el rector de la Universidad de Santander, doctor Ortiz Mel¨®n, aludi¨® a que no pod¨ªan ofrecer el renombre de otras universidades, ?quiz¨¢ por m¨¢s antiguas m¨¢s prestigiadas?, pero s¨ª el ?testimonio de admiraci¨®n de toda la regi¨®n de Cantabria hacia la persona y la obra de quien siempre aprendieron. Como ¨¦l mismo dice, inconformista y despierto, se lanz¨® a desbrozar nuevos caminos en los que hoy brilla con luz propia y que le hacen uno de los poetas m¨¢s importantes que han surgido en este siglo?.
Discurso sobre la errata
De la errata, la poes¨ªa y otras zarandajas fue el t¨ªtulo del discurso que pronunci¨® Gerardo Diego con voz a¨²n firme y gesto decidido al recitar media docena de sus composiciones po¨¦ticas. ?Siyo fueraun incr¨¦dulo y no un creyente por la gracia de Dios, podr¨ªa atreverme a sentenciar que el mundo es una errata?, dijo el poeta para explicar que no se le impon¨ªa el t¨ªtulo de doctor honoris causa, sino el de amoris causa. ?Si yo, aprendiz contumaz de poeta y acreditado carcamal?, a?adi¨® Gerardo Diego, ?he acudido sol¨ªcito y confuso a vuestra llamada no es, no puede ser, sino porque sois vosotros, santanderinos, los que hab¨¦is organizado este tinglado con su correspondiente periplo monta?¨¦s, c¨¢ntabro, pasiego, en torno a la base de operaciones que es la ciudad, mi ciudad, mi cuna, mi palabra y, desde hoy, tambi¨¦n mi Universidad honoris. No, ya sali¨® la errata, amoris causa?.Antes de pasar al recitado de sus poes¨ªas m¨¢s santanderinas, aplaudidas y coreadas por el auditorio, y despu¨¦s de contar algunas otras erratas divertidas, Gerardo Diego concluy¨®: ?Mucho he escrito porque larga ha sido mi vida, pero es mucho m¨¢s lo que he dejado de componer, pese a esa irrisoria medalla de oro al m¨¦rito en el trabajo. Enorme error que todav¨ªa no s¨¦ a qui¨¦n se lo debo. Nada de onzas ni de duros. Lo m¨ªo ha sido echar en la hucha pesetucas de plata de esas que dicen por la gracia de Dios. Si alguna suena, luego, cristalina de tintineos y armoricos, no ser¨¢ m¨ªo el m¨¦rito, sino de quien ha querido soplarme al escucho el poema, la estrofa, el verso puro y musical?.
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