El imperio de los dibujos animados

La producci¨®n de dibujos animados para series de televisi¨®n est¨¢ en pleno auge. Esta es una de las conclusiones que se han podido sacar de la Feria Internacional del Libro de Francfort clausurada recientemente en la ciudad del Meno. En esta feria han sido muy significativos los guiones que se han presentado sobre determinados personajes del tebeo moderno.Parece que todos los pa¨ªses quieren tener una industria propia y se apoyan, en parte, en el abaratamiento de estas producciones, debido, en buena medida, a la aplicaci¨®n de las computadoras a estas t¨¦cnicas. As¨ª, no es dif¨ªcil encontrarse con el hecho de que las empresas m¨¢s fuertes del mundo en dibujos animados, que son las que corresponden a Estados Unidos y Jap¨®n, subarrienden trabajo a pa¨ªses como Corea, Taiwan, Australia o la propia Espa?a. En Espa?a trabajan con estas caracter¨ªsticas los estudios Moro, Filman (en exclusiva para Hanna y Barbera), Equip y Pegbar.

En estos momentos cuatro son las principales series de dibujos animados que se est¨¢n exhibiendo en Televisi¨®n Espa?ola: Tom y Jerry (mi¨¦rcoles), El peque?o Cid (domingo), Vickie el vikingo (domingo) y La batalla de los planetas (domingo). A estas habr¨ªa que a?adir Se?or Rossi y La familia Barkley. Por lo espec¨ªfico de esta programaci¨®n, que se considera en principio como incluida dentro del sector infantil, las series de dibujos animados no alcanzan muy buena aceptaci¨®n de audiencia si tomamos como referencia los paneles de aceptaci¨®n que elaboran peri¨®dicamente los servicios de estudios de contenidos de Televisi¨®n Espa?ola.

Aunque Estados Unidos y Jap¨®n sigan manteniendo el liderazgo en cuanto a producci¨®n de dibujos animados se refiere, otros pa¨ªses como Francia, Rep¨²blica Federal de Alemania, Italia e incluso Espa?a, se est¨¢n esforzando por introducir en el mercado internacional historias narradas en versi¨®n tebeo sacadas del propio patrimonio cultural.

Estas preocupaciones coinciden con una tendencia europea a reducir la presencia de dibujos japoneses, que han sido acusados repetidas veces por algunos soci¨®logos de introducir determinados personajes o h¨¦roes t¨ªpicos de las sociedades fascistas o muy reaccionarias. Incluso en el propio Jap¨®n ya existen tendencias de hacer dibujos m¨¢s educativos. De hecho, en Jap¨®n, la serie Las aventuras de Marco Polo, producida por la NHK, que mezcla personajes animados y actores reales, va por el camino de reducir la violencia en aras de objetivos educativos de realizaci¨®n art¨ªstica.

En cuanto a las t¨¦cnicas del dibujo de Jap¨®n existen algunas pegas. La animaci¨®n completa es cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Al rebajarse en muchas series un 300% los dibujos por minuto, se pierde expresividad y animaci¨®n. Los movimientos se hacen m¨¢s pobres, las figuras se hacen m¨¢s est¨¢ticas, porque s¨®lo se mueve la boca. En compensaci¨®n los dibujos animados tienen cada vez m¨¢s di¨¢logo. Esto, por ejemplo, ha pasado con Don Quijote de la Mancha y con la actual serie El peque?o Cid, realizada por los japoneses sobre un gui¨®n espa?ol.