Sindicales: ?qui¨¦n va a ganar?

Posiblemente m¨¢s importante que las cifras de delegados o miembros del comit¨¦ de empresa que cada central sindical alcance en las elecciones en curso -que en valores absolutos van a indicar tan s¨®lo el grado de politizaci¨®n latente de los trabajadores- ser¨¢n los valores relativos que marcar¨¢n los ascensos y descensos de una u otra central y que van a medir el grado de satisfacci¨®n o insatisfacci¨®n con los planteamientos y los resultados concretos de cada opci¨®n en el terreno laboral. Estos datos de avances y retrocesos -y no la hegemon¨ªa num¨¦rica- permitir¨¢n hablar con objetividad de triunfos o fracasos, o por lo menos de mayor respaldo a distintas concepciones del sindicalismo en los dos a?os pasados y, por tanto, en un futuro a medio plazo.En efecto, todo hace suponer que el desgaste de Comisiones Obreras va a ser directamente proporcional a la suma de varios factores muy directamente interrelacionados. El deterioro de la imagen del l¨ªder de CC OO, Marcelino Camacho, que deja su esca?o en el Congreso para ocuparse m¨¢s activamente de la pol¨ªtica sindical, al mismo tiempo que se habla de su pronta sucesi¨®n en el cargo de secretario general, es inevitable. Su forma de entender la acci¨®n sindical -v¨¢lida para rentabilizar la clandestinidad en una etapa de transici¨®n, pero no en un nuevo per¨ªodo de inevitables negociaciones en una situaci¨®n de crisis permanente- ya no puede atraer a un electorado cansado de huelgas, amenazado por el paro, confuso ante la desproporci¨®n entre diputados comunistas y socialistas frente a implantaci¨®n de Comisiones y UGT y tendente, en una situaci¨®n como la actual, hacia el voto ¨²til y la moderaci¨®n negociadora frente a idealismos extremistas y choques frontales de dudosa eficacia, cuando no comprobada inutilidad. (...)

21 de octubre