C¨¢maras agrarias

Felipe Gonz¨¢lez de Canales incide en la pol¨¦mica suscitada en Catalu?a a ra¨ªz de la resoluci¨®n votada mayoritariamente en el Parlamento y que decidi¨® la disoluci¨®n de las c¨¢maras agrarias. La noticia ha sido celebrada por la inmensa mayor¨ªa de los campesinos catalanes, que han visto c¨®mo, al cabo de cuarenta a?os, desaparec¨ªa el aparato verticalista llamado ayer hermandad y hoy c¨¢maras, y cuya ¨²nica finalidad ha sido mantener un estricto control pol¨ªtico en el medio rural, manipulando al campesinado y, llegada la democracia, seguir dividi¨¦ndonos para obstaculizar el desarrollo de aut¨¦nticos sindicatos e interferirse en el proceso de creaci¨®n o democratizaci¨®n de las cooperativas agrarias. Los ¨²nicos que de manera totalmente hist¨¦rica han manifestado su desacuerdo con la resoluci¨®n parlamentaria han sido los ?personajes? que viven del asunto, que ven en la desaparici¨®n de las c¨¢maras el forzoso abandono de unas poltronas bien pagadas, sus ceses, en definitiva.Dice Felipe que, ?si de verdad se pretende hacer justicia, h¨¢gase un nuevo censo y conv¨®quense elecciones libres y democr¨¢ticas?. Con lo cual parece reconocer que el censo con el que se hicieron las elecciones de 1978 no era correcto y que no fueron ni libres ni democr¨¢ticas (el famoso informe del IRA as¨ª lo demostr¨® en su d¨ªa).

Piden ahora un refer¨¦ndum para intentar invalidar la decisi¨®n tomada en el Parlamento. ?C¨®mo puede Rossell¨®, diputado al Parlamento de Catalu?a, poner en tela de juicio los acuerdos que all¨ª democr¨¢ticamente se votan? El refer¨¦ndum, previa informaci¨®n objetiva a todos los agricultores, hab¨ªa, en todo caso, que haberlo hecho antes de imponernos las c¨¢maras.

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