Carlos Prieto interpreta a Shostakovitch en el Real

Orquesta Sinf¨®nica de RTVE. Director: Od¨®n Alonso. Solista: Carlos Prieto. Obras de Dvorak, Shoslakovitch y Mahler. Teatro Real 26 de octubre.

No es cosa de volver sobre una biograf¨ªa tan interesante como la de Carlos Prieto, que representa el triunfo de la vocaci¨®n musical sobre toda otra dedicaci¨®n. Formado muy rigurosa y tempranamente en un clima famillar dominado por la m¨²sica, se hace luego ingeniero y economista, viaja por Europa y Am¨¦rica, mantiene amistad con grandes figuras de la composici¨®n e interpretaci¨®n (entre ellas, la de Shostakovitch), hasta que, al fin, decide abandonar cuanto no sea su carrera musical.

Una vez emprendida la actividad concert¨ªstica, no cesa, tanto en recitales como en conciertos de c¨¢mara. As¨ª, en pocos a?os, el nombre de Carlos Prieto ha saltado a las primeras filas de la violonchel¨ªstica actual.

Hace poco m¨¢s de un a?o, la aparici¨®n en Asturias y Madrid de Carlos Prieto fue para muchos una revelaci¨®n. Ahora, con su excelente versi¨®n del primer concierto de Shostakovitch, y la serie de actuaciones espa?olas que le esperan, se produce la confirmaci¨®n.

Como el segundo, el primer concierto lo compone Shostakovitch para Rostropovitch. Data de 1959, el mismo a?o que el compositor sovi¨¦tico se ocupa en la nueva orquestaci¨®n de la Kovantchina, de Mousorgsky. Acaso, algunas connotaciones raciales del m¨¢s genial de Los Cinco trascienden a la partitura de su entusiasta heredero. As¨ª, dentro de una impostaci¨®n general muy decorativa, se producen momentos de tan honda emoci¨®n como el tiempo lento. El m¨¢s alto concepto virtuosista queda servido, de forma excepcional, en una cadenza sustantivamente musical; quiero decir, incorporada al contenido de la obra y no a?adida a modo de ?fuegos de artificio?.

Para servir una obra as¨ª se precisa una t¨¦cnica de alto vuelo, una comprensi¨®n ecl¨¦ctica de los diversos matices, un juego sonoro bien coloreado, un bello sonido y un arco tenso y ¨¢gil. Cualidades que Carlos Prieto evidenci¨® ampliamente a partir de un pensamiento interpretativo que une rigor y acento personal. Prieto es no

S¨®lo un virtuoso. sino un artista completo, con una inteligencia arquitecturada intelectualmente. El ¨¦xito fue grande, a lo que contribuy¨® una brillante e identificada colaboraci¨®n por parte de Od¨®n Aloriso y los sinf¨®nicos de RTVE, que cumpl¨ªan, dentro de la escueta sencillez de su trabajo habitual, mil conciertos de edad.

Mahler, en su ambiente

Unanimidad en el aplauso, que se produjo igualmente tras la versi¨®n de la primera sinfon¨ªa de Mahler, que Alonso entiende -y hace bien- atento a sus puros valores musicales y al margen de adherencias literarias, biogr¨¢ficas, cinematogr¨¢ficas, psicol¨®gicas y dem¨¢s ganga extrart¨ªstica. Todo esto ha de conocerse, y Od¨®n Alonso lo conoce y sabe, para olvidarlo despu¨¦s y servir al original creador y exigente profesional que fue Gustav Mahler.

Vivido en su ambiente, matizado en sus coloraciones arm¨®nicas e instrumentales, resuelto en la planificaci¨®n de las distintas ?evocaciones?, este sinfonismo dram¨¢tico cobr¨® en la versi¨®n precisa, expresiva, coherente, de Alonso y la Sinf¨®nica de RTVE, grandes relieves de autenticidad y poder comunicativo.