"Me gusta trabajar porque es lo ¨²nico que, s¨¦ hacer"
Cuando la Polic¨ªa Municipal le fue a buscar a su casa, cerca de las once de la noche del domingo, para llevarle a una emisora de radio local, Angel Legaspi -obrero en paro- crey¨® que iba a ser detenido por un reciente incidente en el que se vio implicado indirectamente al prestar su coche a unos vecinos, quienes intentaron violar, posteriormente, a una joven. Sin embargo, ¨¦l ya sab¨ªa que era poseedor de un boleto de quinielas con catorce resultados acertados, lo que le val¨ªa la cantidad de 208.500.000 pesetas y el batir el r¨¦cord de todos los premios hasta ahora conseguidos en este juego.
?Me enter¨¦ por el Telediario y di un salto, aunque no cre¨ª que fuese tanto dinero, a lo sumo uno o dos millones?, declar¨® a EL PAIS, en la ma?ana de ayer, el afortunado lucense, quien se mostr¨® tranquilo y todav¨ªa sin creerse muy bien el premio logrado gracias a la tercera columna del boleto, de las cuatro por ¨¦l cubiertas.?Lo primero que hice fue pedir de cenar a mi mujer, que estaba preparando unas patatas con leche, porque los nervios me atacaron al est¨®mago. Luego baj¨¦ a un bar para comprobar los resultados y volv¨ª a casa. Cuando me vino a buscar la polic¨ªa sent¨ª miedo. La quiniela la cubr¨ª sin fijarme, s¨®lo lo hice en el Gij¨®n y le puse el empate porque gallegos y asturianos, primos-hermanos?.
Cuando Angel Legazpi conoci¨® a su actual mujer, Carmen Fern¨¢ndez, hace doce a?os, en Suiza, donde se encontraban los dos como emigrantes, y le pidi¨® que se casase con ¨¦l ?me prometi¨® que me sacar¨ªa de trabajar?, dice ella. Ahora, con m¨¢s de doscientos millones de pesetas, el afortunado asegura que ?me gusta trabajar porque es lo que hice toda mi vida y es lo ¨²nico que s¨¦ hacer. Lo que ocurre es que a partir de ahora trabajar¨¦ en lo que se me apetezca?.
"Mis vecinos no me miran con buenos ojos"
Hace varias semanas el nuevo millonario lucense, de 36 a?os, se vio implicado en un suceso, de forma indirecta, en el ?que no tuve nada que ver, pero mis vecinos no me miran con buenos ojos desde entonces. Tan mal lo pas¨¦ que en m¨¢s de una ocasi¨®n estuve a punto de suicidarme, porque soy una persona seria y formal. Dios me libre de hacer algo. Nunca estuve en ning¨²n l¨ªo y menos de este tipo. No lo quer¨ªa ni por veinte millones?.
Sin embargo, los malos momentos quedan atr¨¢s y Legaspi intenta afrontar la realidad con tranquilidad. ?No pude dormir en toda la noche, porque no pararon de llamarme; si no, claro que hubiese dormido?. Una entidad bancaria lucense le ofrece un chal¨¦ si le conced¨ªa el ingreso de la cantidad con que fue agraciado, pero prefiri¨® llevarla a otro banco, aunque, parece ser, no le han hecho donativo alguno. Angel Legaspi permaneci¨® doce a?os como emigrante. ?Los tres primeros, en Suiza, en la zona alemana, trabajando de minero, y nueve en Luxemburgo, como camionero. Nos vinimos para Lugo hace unos cuatro a?os y estuve trabajando veintid¨®s meses en la construcci¨®n del complejo de Al¨²mina Aluminio. Ahora cobro 28.132 pesetas mensuales del paro, y me quedan dos meses, por eso pens¨¦ en comprarme un cami¨®n para hacerme la vida en el futuro?. Para poder comprar el cami¨®n tuvo que deshacerse de un Reanult- 12 y pedir un pr¨¦stamo de 300.000 pesetas a un hermano que tiene en El Ferrol.
La familia del afortunado, que reside en San Salvador de Crecente, en el municipio lucense de Pastoriza, se enter¨® del premio por la radio. Uno de sus cuatro hermanos, Jes¨²s, piensa que la lluvia de millones les reportar¨¢ alg¨²n beneficio. ?Aunque s¨®lo sea para comprar maquinaria para el campo?: Ante estas palabras, Angel Legaspi sonri¨®, pero no realiz¨® ning¨²n, adelanto de la parte que tendr¨¢n sus familiares, que viven de una peque?a explotaci¨®n agr¨ªcola. A este respecto, hay que se?alar que, mientras su hijo mayor pidi¨® una bicicleta y un caballo, su hija, m¨¢s peque?a, pidi¨® un coche.
Ante la posibilidad de que hubiese tenido que repartir el premio con otros agraciados, coment¨® que ?no me importar¨ªa, porque es mucho dinero?. Su mujer, por el contrario, se confomaba con un mill¨®n para terminar de pagar el cami¨®n y salir adelante. Angel Legaspl¨ª permaneci¨® trabajando durante todo el d¨ªa del domingo. ?Fui a hacer dos zanjas en una finca, por la ma?an a, y luego unos viajes con el cami¨®n. Pero estuve muy contento. Nci s¨¦ por qu¨¦. Ya me lo dec¨ªan mis a migos que me lo notaron. La noche anterior so?¨¦ que iba a visitar en Luxemburgo a mi antiguo jefe, Mowo, que me quiere mucho y me llama de vez en cuando para decirme que me da trabajo si quiero, con un Mercedes, y que me dec¨ªa que c¨®mo con lo que me pagaba me hab¨ªa comprado un Mercedes?
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