S¨¦samo, un cuarto de siglo de tertulia literaria
Primeras jornadas sobre narrativa en torno al premio de novela
Con motivo de la conmemoraci¨®n del 25? aniversario de los premios S¨¦samo, la direcci¨®n de las Cuevas S¨¦samo, de Madrid, y la editorial Legasa han organizado las Primeras Jornadas sobre Narrativa, que comenzaron ayer con la intervenci¨®n de F¨¦lix Grande y Eduardo Tijeras. En d¨ªas posteriores participar¨¢n en sucesivas sesiones: Alfonso Sastre, Fernando Savater y Andr¨¦s Sorel (jueves, d¨ªa 30 de octubre); Antonio Mart¨ªnez Merchen y Juan Jos¨¦ Millas (martes, 4 de noviembre), y Antonio Ferres, Jos¨¦ Antonio Gabriel y Gal¨¢n y Alfonso Grosso Uueves, 6 de noviembre). Por otra parte, el premio de novela del 25? aniversario se fallar¨¢ el pr¨®ximo 18 de noviembre.
Los primeros premios S¨¦samo de cuentos se convocaron en 1955 y se extinguieron en 1967. El de novela del mismo nombre comenz¨® a concederse en 1956 y es el que se ha conservado hasta nuestros d¨ªas. Desde 1955 han ganado el premio de cuentos, entre otros: Jes¨²s L¨®pez Pacheco, Jorge Ferrer-Vidal, Fernando Qui?ones, Luis Goytisolo, Miguel Bu?uel, Isaac Montero, Ra¨²l Torres, Juan Mars¨¦, Alfonso Grosso, Mauro Mu?iz, Jaime Borrel, Carlos Murciano y Pedro Crespo. Entre los ganadores del premio de novela se encuentran, entre otros: Ram¨®n Nieto, Jos¨¦ Tom¨¢s Cabot, Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, Eduardo Chamorro, Jorge Segovia, Juan Jos¨¦ Ruiz, Luis Alfredo B¨¦iar y Soledad Pu¨¦rtolas.?El fen¨®meno de los premios y el ambiente literario en torno a S¨¦samo?, ha explicado a EL PAIS el due?o de las cuevas y promotor de las actividades culturales, Tom¨¢s Cruz, ?se inici¨® en 1950, como consecuencia de mi admiraci¨®n por el mundo de la cultura y del arte. Poco a poco, y como por azar, el local se fue poblando de una decoraci¨®n cargada de simbolog¨ªa art¨ªstica. En un Madrid asfixiado, sitiado, S¨¦samo comenz¨® a destacarse como un lugar de encuentros A pesar de aquellos tiempos dif¨ªciles de Madrid, acud¨ªan j¨®venes pintores en ciernes, alumnos de San Fernando. Comenzaba a crearse, as¨ª, un primer ambiente art¨ªstico?.
Tom¨¢s Cruz, 63 a?os, licenciado en Derecho, voluntario en la aviaci¨®n republicana, exiliado en los campos de concentraci¨®n franceses, internado en un batall¨®n de trabajadores de castigo y encarcelado desde 1946 a 1949 por el solo hecho de haber pertenecido a la FUE durante la Rep¨²blica, dice que al principio se preguntaron en S¨¦samo: ?Qu¨¦ escriben los espa?oles de veinte a?os? ?La rest)uesta est¨¢ ah¨ª. S¨¦samo contin¨²a caracteriz¨¢ndose por ser un horno en el que se cuecen las cosas entre la gente joven. La gente joven ha dado, y sigue dando, vitalidad a S¨¦samo?.
Cuando ya comenzaron a fraguarse las tertulias de arte, teatro y literatura?, a?ade Tom¨¢s Cruz, ?el primer concurso que se cre¨® fue el de teatro en un solo acto, en 1953. La primera obra ganadora, de Evaristo Acevedo, no tuvo gran ¨¦xito. Qued¨® finalista Jes¨²s Fern¨¢ndez Santos, entonces estudiante, que asist¨ªa a la tertulia, entre otros, con Alfonso Sastre, Ignacio Aldecoa, Rafael S¨¢nchez Ferlosio, Merardo Fraile, Carlos Pascual de Lara y Alfonso Paso?.
Barbas y existencialistas
Tampoco eran ajenas a S¨¦samo las tertulias de periodistas (Caranto?a, Novais, Betancourt) o la de pintores (Javier Pousa, Tino Grand¨ªo o Javier M ¨²gica). De unas y otras tertulias surg¨ªan los existencialistas. ?Comenzaron a llegar los primeros barbas y nos llamaron existencialistas?, ¨¦ste es uno de los detalles que con mayor fruicci¨®n recuerda Tom¨¢s Cruz.Por encima de todo, el due?o de S¨¦samo y promotor de sus actividades culturales, cree que este ambiente ha tenido siempre un matiz liberal, ?b¨¢sic-amente por aquello de que la cultura es esencialmente una creaci¨®n que nace de la libertad o que tiende a la misma. Aqu¨ª se ha practicado desde sus or¨ªgenes la reconciliaci¨®n humana y personal, incluso cuando esta palabra, y lo que supon¨ªa de aplicaci¨®n a la pr¨¢ctica, estaba prohibida en Espa?a. Quiz¨¢ por esto, los medios oficiales nos tuvieron siempre cierta ojeriza; nos miraban con prejuicios porque hab¨ªa gente independiente, aunque tambi¨¦n hay que se?alar que no tuvimos que soportar medidas represivas oficiales, fuera de la suspensi¨®n de un premio en cierta ocasi¨®n?.
Babelia
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