El amigo de Antonio Gala

A pesar de ser artista he sido siempre una mujer ordenada. Me he regido siempre por la m¨¢xima ?un sitio para cada cosa y una cosa para cada sitio?. En cada segundo del d¨ªa ocurren miles de acontecimientos adversos y otros tantos positivos. En un segundo de la ma?ana de hoy ha muerto Troylo. Y a ese segundo nefasto deseo dedicarle esta peque?a eleg¨ªa. Porque Troylo era algo m¨¢s que un perro. Troylo era ese peque?o centro vital que necesita cada ser humano para fijar su atenci¨®n de amar. En este peque?o centro cada ser tiene la libertad -que nadie ni nada le puede quitar- de plantar esa peque?a simiente de donde ha de germinar el amor. En unos es el oro; en otros, la belleza; en otros, la sangre; en otros, la lucha fratricida, y en otros seres estupendos es el amor generoso a una cosa min¨²scula y tierna que nos ha de ser -como en este caso- fiel hasta la muerte.Yo s¨®lo puedo tratar aqu¨ª de que me comprendan todos los que aman a los perros -los otros es mejor que no sigan ley¨¦ndome-, yo comprendo que no concibo c¨®mo se puede amar a un pez, y hay quien quiere a los peces. Yo amo a los perros.

Troylo era para su amigo Antonio ese calor profundo que se encuentra al llegar a casa despu¨¦s del dolor con que nos hieren las traiciones, las burlas, las cr¨ªticas acerbas, la tierra traicionada y otros mil sinsabores que quedan a la puerta del alma, que dejamos a la intemperie apenas se oye el ladrido ansioso de amor del perrillo a quien se quiere.

La mano del hombre nunca realiza una caricia que m¨¢s se agradezca que cuando acaricia a su perro.

Los b¨¢rbaros iberos que se pasan la vida tomando como ejemplo a suecos, ingleses, alemanes y qu¨¦ s¨¦ yo en cuanto a progreso y civilizaci¨®n no han comprendido todav¨ªa que no podremos llegar nunca a esas metas si no empezamos por tener amor a la naturaleza, de la que es principal exponente el amor a los animales. Aunque s¨®lo sea porque fue en muchos casos motivo de inspiraci¨®n y motivo de consuelo, para Antonio, ya puede quedar Troylo como perro de recuerdo imborrable.

Estas letras, -escritas a vuelapluma, deseo que sirvan de recuerdo a todos aquellos que aman a los perros para que mediten que cualquier d¨ªa tambi¨¦n puede morir ese peque?o ser que para saber todo lo que nos ama, s¨®lo hay que mirarle a los ojos./