Stielike dio seguridad a la defensa madridista
El Madrid se clasific¨® justamente para los cuartos de final de la Copa de Europa, tras realizar una gran defensa con Stielike Je espl¨¦ndido hombre libre y controlar con autoridad a un flojo Honved. Marc¨® sus dos goles tras sendos saques de c¨®rner y falta, pero jug¨® mucho m¨¢s que su rival, aunque sin efectividad en ataque. Se ocup¨® m¨¢s de controlar el bal¨®n el mayor tiempo posible y combin¨® bien en la parcela central, pese al resbaladlizo estado del campo. La falta de ideas de los h¨²ngaros le acab¨® de facilitar la labor.El equipo, ayer azul, jug¨® ya un magn¨ªfico primer tiempo. Boskov, despu¨¦s de deshojar la margarita de Benito, s¨ª, Benito, no, pens¨® en la soluci¨®n que no quiere adoptar habitualmente para no perder la fuerza de Stielike en el centro del campo. Coloc¨® al alem¨¢n de defensa libre, como lo utiliza Derwall en la selecci¨®n alemana, y demostr¨® que para partidos fuera de casa o, al menos, con la necesidad de dar tina garant¨ªa de seguridad atr¨¢s, es ideal. Stielike no s¨®lo cort¨® todos los balones que llegaron a su amplia zona, sino que dio la sensaci¨®n de. respeto que ni siquiera ya Benito, por falta de fuerza, puede dar.
El paso de Stieike a la defensa supuso que Gallego saliera en su verdadero puesto de centrocampista, junto a Angel, por su izquierda, y Garc¨ªa Hern¨¢ndez, por la derecha. Todos ellos, sin crear buen juego de ataque, porque se preocuparon m¨¢s de guardar el bal¨®n que de otra cosa cumplieron discretamente. Buscaron el tiro de lejos, pero lo hicieron mal. S¨®lo uno de Gallego, al minuto de juego, roz¨® el poste izquierdo-, no lanzaron tampoco bien a las tres puntas, pues Juanito tambi¨¦n lo fue esta vez, pero s¨ª marcaron bien a sus pares.
En realidad el Madrid no necesit¨® m¨¢s que su buena colocaci¨®n en el campo para controlar a un Honved muy flojito, que s¨®lo atac¨® al principio de forma descontrolada, poco antes del descanso, y en la segunda parte, ya a la desesperada. Si en Madrid no pareci¨® nada del otro mundo, ahora que se vio en la obligaci¨®n de crear, menos a¨²n. El Madrid, con una defensa firme (s¨®lo Benito tuvo un fallo contabilizable), mostr¨® a cambio su habilidad al explotar uno de los pocos c¨®rners que tir¨® para conseguir el gol que deseaba y que le pon¨ªa en franqu¨ªa la eliminatoria. El cuadro h¨²ngaro deb¨ªa ya marcar nada menos que tres para eliminarlo.
La segunda parte no hizo m¨¢s que conrirmar lo previsto. El juego se endureci¨® por el af¨¢n que ya puso el Honved a la desesperada, pero el Madrid sigui¨® llevando el mando del partido en todo momento. A los d lez minutos, un bal¨®n centrado desde la derecha lo remat¨® espl¨¦ndidamente Garc¨ªa Hern¨¢ndez, completamente s¨®lo, y Guidar despej¨® apuradamente a c¨®rner. Fue como el anticipo del gol. Aunque aisladas, s¨®lo el Madrid parec¨ªa tener oportunidades. El Honved llev¨® el peligro ¨²nicamente en cuatro oportunidades, pero Garc¨ªa Rem¨®n se mostr¨® como ¨²ltimo valladar, muy seguro para atajar el peligro. La defensa madridista no dio opci¨®n, favorecida porque la progresi¨®n h¨²ngara segu¨ªa siendo dif¨ªcil desde el centro del campo, ante los buenos rnarcajes madridistas. Quiz¨¢ el cansancio o la pesadez del terreno, cada vez mayor, hicieron m¨¢s impreciso el juego de los madridistas, pero supieron siempre apoyarse bien y combinar el mayor tiempo posible para retener el bal¨®n. Esta era y es la mejor p¨¦rdida de tiempo, si a la vez se amaga en ataque.
Al Madrid s¨®lo le falt¨® m¨¢s profundidad, aunque al mantener pr¨¢cticamente en todo momento las tres puntas oblig¨® al Honved a tener un cuidado especial en defensa. Por ello Varga le hizo un penalti a Juanito en el minuto 65, que pareci¨® claro, y el segundo gol fue justa sentencia a la eliminatoria.
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